Infusión de células madre cardíacas para tratar pacientes con infarto

La infusión de células madre cardíacas en pacientes que han sufrido un infarto contribuye a regenerar el corazón, según un estudio dirigido por Eduardo Marbán, del Cedars-Sinai Heart Institute, en Los Ángeles, cuyas conclusiones se han publicado en la revista The Lancet .
El equipo dirigido por Marbán evaluó a 25 pacientes cuyo promedio de edad era de 53 años y que habían sufrido un infarto (todos ellos fueron tratados en el Cedars-Sinai Heart Institute y en el Hospital Johns Hopkins, en Baltimore). De éstos, ocho recibieron la atención «estándar», mientras que 17 recibieron infusiones de células madre derivadas de cardioesfera (CDC), es decir, células madre del tejido cardíaco del propio paciente.
El procedimiento consistió en retirar fragmentos del tamaño de una pasa del músculo cardíaco del paciente, utilizando para ello un catéter con anestesia local. Este tejido se utilizó como suministro de células madre cardíacas. En un segundo procedimiento, cada paciente recibió una infusión de entre 12 y 25 millones de sus propias células madre.
Los pacientes que recibieron la infusión de células madre vieron disminuir el tamaño de su cicatriz hasta en un 24%, mientras que en el grupo de control no se produjo reducción alguna en el tamaño de la cicatriz. Los cambios en el volumen diastólico final, el volumen sistólico final y la fracción de eyección del ventrículo izquierdo, no mostraron diferencias entre los grupos a los 6 meses.
Sucesos adversos:
Cuatro pacientes (el 24%) en el grupo de células madre sufrieron acontecimientos adversos graves, en comparación con el grupo control (13%), aunque de esos cuatro eventos sólo uno se hallaba relacionado con el tratamiento.
Según los autores, «este descubrimiento desafía la creencia de que el músculo cardíaco es irrecuperable. Además, muestra que la infusión intracoronaria de CDC, después de un infarto de miocardio, es segura».
En un comentario vinculado, el doctor Chung-Wah Siu y el profesor Hung-Fat Tse, de la Facultad de Medicina de la Universidad de Hong Kong, agregan que «estos hallazgos sugieren que este enfoque terapéutico es factible y tiene el potencial de proporcionar una estrategia de tratamiento para la regeneración cardíaca tras un infarto de miocardio».
Febrero 14/2012 (JANO)

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