Trabajo publicado por el Dr. Alberto José Piamo-Morales del Hospital Clínico Quirúrgico «Joaquín Albarrán» de La Habana, y un equipo de investigadores, en la Revista Archivo Médico de Camagüey.
Los índices de discrepancia y coincidencia de las causas de muerte entre el diagnóstico clínico y morfológico constituyen, de forma indirecta, un indicador de calidad de la atención médica. El objetivo de este estudio fue determinar la relación entre diagnósticos clínicos y patológicos con base en los resultados de necropsias de pacientes que resultaron fallecidos en el periodo 2015-2017; con énfasis en los indicadores de atención hospitalaria.
Extracto
En virtud de que la autopsia permite la comparación entre los hallazgos clínicos y los morfológicos, esta representa el complemento final de la investigación clínica. Visto así, la autopsia no es una medida simplemente correctiva de diagnósticos equivocados con fines estadísticos, sino una vigilante del procedimiento y de las técnicas de diagnóstico y de refinamiento del conocimiento.
El proceso de comparación sistematizada de diagnósticos pre y postmortem data de principios del siglo XX y representa el estudio más destacado el publicado en 1912 por Cabot, médico internista de la ciudad de Boston, quien analizó 3 000 autopsias y observó que algunas enfermedades eran más difíciles de diagnosticar que otras. (1)
En Cuba, los antecedentes de este proceso datan del año 1994 con la investigación, Evaluación de la calidad de los diagnósticos premortem en autopsias, realizada en entre los años 1994 y 2003. (2)
Los índices de discrepancia y coincidencia de las causas de muerte entre el diagnóstico clínico y morfológico constituyen de forma indirecta un indicador de calidad de la atención médica prestada. (3)
Las discrepancias entre los diagnósticos clínicos (premortem) y anatomopatológicos (postmortem) se estima que oscilan del 10 al 40 %, el promedio más aceptado de discrepancia es del 20 al 30 %. (4) Por su parte, la tasa de errores diagnósticos se sitúa entre 0,6 y el 12 % con algunas estimaciones que llegan a 15 %; además, la tasa de efectos médicos indeseados, cuando se cometen estos errores, se sitúa entre 6,9 y 17 %. (5) Este planteamiento toma valor en la medida que se analizan datos tales como que, en los hospitales de los Estados Unidos, se estima que se producen entre 44 mil a 98 mil muertes debido a errores médicos, lo que supera las defunciones por sida y cáncer de mama. (6)
El análisis sistemático de los errores y aciertos constituye un caudal inagotable de posibilidades para tratar mejor a cada nuevo paciente, (7) por lo cual en la investigación se planteó como objetivo determinar la relación entre diagnósticos clínicos y patológicos con base en los resultados de necropsias de pacientes atendidos en el Hospital Clínico Quirúrgico Docente Joaquín Albarrán.
Desde la perspectiva de la novedad y pertinencia, la investigación adquiere notoriedad en la medida que aborda y analiza las variables relacionadas con elementos básicos y cruciales de la calidad de la atención hospitalaria, y en ese sentido, sus resultados generará la validación de procederes y conductas tanto diagnósticas, terapéuticas y administrativas o la revisión de las mismas.
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