El ozono médico es un reconocido germicida natural y ha demostrado su eficacia contra varios tipos de virus, como el bacteriófago MS2, el virus de Norwalk, el poliovirus 1, el virus de la hepatitis A y el Coxackievirus.
La validez de la exposición al ozono médico como protector y reparador del daño orgánico ha sido demostrado en investigaciones donde se ha visto su potencial para proteger los tejidos hepático, renal, cardíaco, pulmonar, pancreático, muscular, esquelético, intestinal y cerebral.
Esta propiedad demostrada en investigaciones preclínicas se ha constatado en el tratamiento complementario de muchas enfermedades, entre las que tienen interés especial la enfermedad pulmonar obstructiva crónica, el asma bronquial y el enfisema pulmonar.
Con respecto a las afecciones víricas, se han publicado trabajos en herpes virus (simplex y zoster), virus del sida (VIH) y la hepatitis (B y C).
La ozonoterapia ha demostrado ser capaz de modular el sistema inmunitario, mejorando las defensas de los enfermos, sugiriendo que también podría ser eficaz para tratar la COVID-19.
Realmente, ahora mismo no hay ninguna evidencia que demustre que la ozonoterapia sea eficaz para tratar la COVID-19, aunque sí es una hipótesis a desarrollar con investigación seria y ensayos clínicos bien diseñados. La Federación Mundial de Ozonoterapia (WFOT) ya ha hecho una propuesta de ensayo clínico, a la quehan respondido varias instituciones.
Fuente: Clinalgia – 30 marzo
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