La falta de sueño se relaciona desde hace tiempo con la enfermedad de Alzheimer, pero aún no se comprende del todo cómo las interrupciones del sueño impulsan esta dolencia. Un nuevo trabajo, que ha estudiado a modelos experimentales murinos y a personas, apunta que la falta de sueño aumenta los niveles de la proteína tau, clave de la enfermedad de Alzheimer.
En estudios de seguimiento en ratones, se ha visto que el insomnio acelera la propagación de grupos tóxicos de tau a través del cerebro, un presagio de daño y una progresión clara hacia la demencia.
Estos hallazgos, en la revista Science, sugieren que los buenos hábitos de sueño pueden ayudar a preservar la salud cerebral.
“Lo interesante de este estudio es que sugiere que factores como el sueño podrían alterar la velocidad de propagación de la enfermedad a través del cerebro”, dice el autor principal del trabajo, David Holtzman, jefe del Departamento de Neurología en la Facultad de Medicina de la Universidad de Washington, en St. Louis. “Sabemos que los problemas del sueño y el alzhéimer se asocian en parte a través de una proteína diferente, la amiloide beta, pero este estudio muestra que la interrupción del sueño hace que la proteína tau tóxica aumente rápidamente y se propague con el tiempo”.
Tomado de Noticias Al Día. Febrero 4 de 2019.
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