Un reciente estudio ha revelado que el dolor, el insomnio y los trastornos mentales resultan comunes cinco años antes de que alguien sea diagnosticado de esclerosis múltiple. La existencia de «señales de advertencia» de ese tipo está muy aceptada tanto en la enfermedad de Alzheimer como en la enfermedad de Parkinson.
Los investigadores consideraron el historial de salud de 13 951 canadienses con esclerosis múltiple y un grupo control de 66 940 personas sanas. En comparación con el grupo control, la fibromialgia era tres veces más común y el síndrome del intestino irritable era casi dos veces más común entre quienes posteriormente recibieron un diagnóstico de esclerosis múltiple.
También mostraban unas tasas más altas de migraña y afecciones mentales como depresión, ansiedad y trastorno bipolar, y tomaban mayor cantidad de fármacos para trastornos musculoesqueléticos, del sistema nervioso y del tracto urinario, además de antidepresivos y antibióticos.
Tomado de Noticias Al Día. Septiembre 19 de 2018.