Estos fármacos, que aún se prescriben como primera opción en muchos países, se asocian a más riesgos.
El tratamiento con sulfonilureas en primera línea para la diabetes tipo 2 eleva la mortalidad de los pacientes en un 58 % respecto a los que reciben metformina, según los resultados de un estudio dirigido por Craig Currie, de la Universidad de Cardiff (Reino Unido), que se ha presentado durante la XLIX Reunión Anual de la Sociedad Europea para el Estudio de la Diabetes (EASD), que se celebra estos días en Barcelona.
El trabajo, basado en un análisis retrospectivo de una base de datos que representa a cerca del 10 % de los pacientes tratados en primaria en el Reino Unido, concluye que las sulfonilureas no deberían prescribirse como primera opción para este tipo de enfermos.
Desayunos abundantes
Un trabajo presentado por Daniela Jakubowic, de la Universidad de Tel Aviv (Israel), ha demostrado que un desayuno abundante, rico en proteínas y grasas, resulta más beneficioso para los pacientes con diabetes tipo 2 que una alternativa baja en calorías. Se trata de un estudio randomizado y controlado que ha valorado el efecto de la cantidad y composición del desayuno en el control del nivel de glucosa en sangre y el perfil hormonal de los enfermos.
Los resultados demuestran que la ingesta de un desayuno abundante se asocia con mejores resultados de hemoglobina glucosilada (HbA1c) y control de la presión arterial sistólica a las 13 semanas de seguimiento. Además, los enfermos en el brazo de los desayunos hipocalóricos requirieron una mayor dosis de medicamento contra la diabetes.
Genética y epigenética
Un análisis de las variaciones genéticas asociadas con la diabetes tipo 2, presentado en el congreso por Sami Alkayyali, de la Universidad de Lund (Suecia), ha puesto sobre la mesa que la variante rs5219 del polimorfismo KCNJ11 E23K aumenta también la susceptibilidad a la mortalidad cardiovascular en más de un 20 por ciento.
El trabajo se ha centrado en hasta 36 variantes diferentes de 3.610 pacientes de una cohorte de un registro sueco y replicado en otras bases de datos internacionales. Un segundo metanálisis recoge datos de 5.469 enfermos con diabetes tipo 2, de los cuales 820 presentaron muertes asociadas a eventos cardiovasculares y el análisis confirma que los portadores de la variante estudiada tenían un 21 % más de riesgo que el resto.
Otro trabajo, encabezado por Tina Rönn, de la Universidad de Lund (Suecia), demuestra que el ejercicio físico puede ocasionar alteraciones químicas en los genes asociados a la obesidad y a diabetes tipo 2, que están presentes en el tejido adiposo humano.
Los investigadores analizaron los cambios en la metilación del ADN en el tejido adiposo de un grupo de 23 hombres sanos, de 37 años y un índice de masa corporal de 28 kg/m2, antes y después de seguir un programa de ejercicio por seis meses. Los resultados mostraron cambios epigenéticos en 45 locus próximos a 21 genes asociados a diabetes tipo 2 y 24 más asociados a obesidad.
septiembre 27/2013 (Diario Médico)