La saliva podría utilizarse con fines diagnósticos debido a que en ella se encuentran componentes del plasma y presenta numerosas ventajas por su accesibilidad.
La saliva como fluido diagnóstico supone más ventajas frente a otros fluidos corporales, ya que es un método no invasivo, sencillo y accesible, en la que se pueden encontrar componentes plasmáticos. Por eso, un grupo de investigadores de la Universidad Europea (UE) de Madrid asegura que su uso en pacientes ancianos permitiría una mejor monitorización de enfermedades sistémicas y medicamentos.
Esta investigación forma parte de un estudio sobre la saliva que está realizando el departamento de Odontología de la UE desde 2011, donde están haciendo una revisión bibliográfica de las principales aplicaciones diagnósticas actuales de este fluido descritas hasta el momento. Concretamente se han centrado en el uso de biomarcadores salivales para el estrés, cortisol y alfa-amilasa salival, así como el estudio de la respuesta cardiovascular ante la presencia de un agente estresor.
El equipo de investigadores tomó en cuenta a los pacientes geriátricos, puesto que «se encuentran en la mayoría de los casos polimedicados, y resulta interesante poder monitorizar, el uso de mediante la saliva, medicamentos como el paracetamol o las benzodiacepinas, que son los fármacos más habituales entre los ancianos, «, afirma Carmen Martín Carreras-Presas, profesora de Patología Médica Bucofacial y Clínica Integrada de Pacientes Especiales de la UE y autora principal del estudio. Además, comenta que este grupo de pacientes «parece ser una población diana importante para implementar nuevas técnicas diagnósticas».
Menos riesgo de contagio
Por este motivo, los expertos señalan que utilizar la saliva como método diagnóstico supondría mayores beneficios tanto para profesionales sanitarios como para los pacientes. «La saliva se puede recoger de manera sencilla, y de forma no invasiva, de manera que el paciente está más cómodo y además se podría minimizar el riesgo de contagio de enfermedades como el VIH o la Hepatits C en facultativos».
De hecho, según este trabajo, en la actualidad se utilizan los análisis de saliva de forma rutinaria en controles policiales o estudios forenses debido a que numerosos componentes del plasma se pueden encontrar en la saliva, incluso ciertas hormonas, como el cortisol. En el estudio, los autores señalan que se ha demostrado que el 27 % del proteoma salival coincide con el proteoma plasmático.
«También se ha descrito la utilización de saliva para identificar enfermedades infecciosas víricas (VIH, Hepatits, Herpes simple, Rubeola, Sarampión), fúngicas (Candidiasis) y bacterianas (Caries, Enfermedad Periodontal, Helicobacter Pylori), enfermedades cardiovasculares, cáncer, celiaquía o fibrosis quística, entre otras», añade Martín.
Sin embargo, tal y como reflejan las conclusiones del trabajo, la saliva no se utiliza normalmente como indicador de salud, y la implantación de una teconología diagnóstica supone un reto a causa de su dimensión económica. «Se están desarrollando nuevas tecnologías que eliminarán la necesidad de los análisis por radioinmuniensayo o enzimoinmunoensayo, obteniéndose los resultados directamente con una pequeña muestra de saliva mediante biosensores y biochips», puntualiza la autora.
agosto 5/2013 (Diario Médico)