El investigador José Eduardo Pérez indicó que parir antes de los 30 años y amamantar disminuyen la probabilidad de desarrollar cáncer de mama en mujeres que poseen los genes BRCA1 y 2.
El investigador adscrito al Departamento de Biología Celular del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav), precisó que el gen mutado no es sinónimo de cáncer mamario, solo implica una probabilidad de 60 a 80 % de desarrollarlo.
Sin embargo, Pérez Salazar mencionó que hay otros factores involucrados como una menopausia tardía, el consumo de alcohol o que las mujeres se embaracen y tengan un hijo después de los 30 años.
De acuerdo con el experto las mujeres con el gen mutado que, derivado del antecedente familiar, se realizan la mastectomía por una cuestión profiláctica, pueden evitar el desarrollo del cáncer mamario al retirar el tejido epitelial, pero solo en esos casos una operación de este tipo sería muy positiva.
En un comunicado del Cinvestav, el académico explicó que los genes BRCA1 y BRCA2 son conocidos como de tipo familiar, porque se heredan de madres a hijas.
Al respecto citó reportes que señalan que de 5 a 10 % de los casos de cáncer son consecuencia de genes de este tipo; es decir, las mujeres que presentan las mutaciones tienen mayor probabilidad de padecer cáncer de mama y ovario.
El experto acotó que la mutación se debe a una diversidad de factores que pueden ser químicos, ambientales o por el uso de algunos medicamentos. La madre los muta y lo hereda a las hijas, quienes tienen mayor riesgo de desarrollar cáncer, señaló.
Pérez Salazar aconsejó a todas las mujeres someterse continuamente a ultrasonidos para detectar la presencia de pequeños tumores, porque lo importante es detectarlo en sus etapas iniciales.
Abundó que si está muy marcado el historial familiar del paciente, resulta muy benéfico el estudio de las mutaciones en los genes BRCA tanto en el tipo 1 como el 2 y en algunos casos, la mastectomía.
En general hay algunos tumores que dependen del estrógeno y la progesterona, para los que existen tratamientos que detienen su producción y funciona muy bien, pero otros no dependen de esas hormonas, lo que significa que será mucho más agresivo el tumor.
El experto en biología celular explicó que ese es el caso de las jóvenes que tienden a padecer tumores que no dependen de la progesterona, lo que hace más agresivo su cáncer, a diferencia de las mujeres maduras.
Esto es importante saber porque existen estudios que indican que entre las mexicanas, el cáncer se presenta 10 años antes que en las europeas y sajonas; es decir, en nuestro país las jóvenes tienen mayor riesgo de desarrollar esa enfermedad.
Lo más importante en estos casos es realizar una revisión constante. En el caso de las personas con antecedentes de cáncer de mama, es necesario practicarse los estudios a nivel genómico para detectar mutaciones en los genes de BRCA1 y BRCA2, y una vez iniciada la vida adulta, se deben examinar constantemente, puntualizó.
mayo 23/2013 (Notimex)
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