Un dispositivo para acorralar la célula tumoral circulante

Investigadores del IDIS controlan la diseminación de las células metastásicas en ratones mejorando el pronóstico.

Un grupo del Instituto de Investigación Sanitaria de Santiago (IDIS) ha logrado controlar en ratones la diseminación de las células metastásicas mejorando el pronóstico del cáncer. La Fundación Barrié, que financia el proyecto, la Fundación Ramón Domínguez, el ServicioGallego de Salud (Sergas) y la Universidad de Santiago de Compostela han solicitado ya la patente del sistema para Europa a la Oficina de Patentes del Reino Unido.

El proyecto, denominado Control de la Diseminación de Células Tumorales Circulantes-CTC Trap, está coordinado por el grupo de Oncología Médica Traslacional y cuenta con la participación de los grupos de Ciclo Celular y Oncología y NanoBioFar, todos ellos
pertenecientes al IDIS. La concesión de la patente internacional supone un paso definitivo hacia el futuro desarrollo clínico de esta tecnología.

Metástasis como tumor

La meta es desarrollar dispositivos que eviten la diseminación de las células tumorales circulantes causantes del proceso de metástasis y posibilitar así el manejo del paciente como si tuviera un tumor localizado. La combinación de cirugía, radioterapia y quimioterapia
podría entonces resultar igual de eficaz. «Puede convertirse en una alternativa para complementar el tratamiento del cáncer», ha señalado el responsable de la investigación, Rafael López, jefe del Servicio de Oncología del Complejo Hospitalario Universitario de Santiago (CHUS) e inventor de la patente junto a Alexandre de la Fuente González y Miguel Abal Posada, del grupo de Oncología Médica Traslacional del IDIS.

La metástasis representa la principal causa de muerte por cáncer y constituye el factor pronóstico más relevante. Está demostrado que las células metastásicas se dirigen preferentemente hacia determinados lugares del organismo; por ejemplo, las del cáncer de mama tienen en los huesos. «Sucede así bien porque las células están predeterminadas a ir hacia esos sitios o bien porque esos lugares ejercen una gran atracción», explica López.

La hipótesis con la que trabaja su equipo es que el pronóstico puede mejorar cambiando el flujo natural de esas células y llevándolas hacia otra ubicación, donde se encuentre un dispositivo que las atraiga y las deje encerradas para después poder tratarlas directamente y más fácilmente, como se hace con los tumores localizados. «Es una idea sencilla pero que puede ser muy útil».

La fase experimental ha concluido con éxito. Se ha trabajado con cáncer de colon y de ovario, aunque en el futuro esta vía podría extrapolarse a los cánceres de mama, pulmón y páncreas. El dispositivo utilizado consiste en una malla en la que se colocan diversas

proteínas y sustancias biológicas. El objetivo se ha cumplido y todas las células tumorales metastásicas quedaron concentradas dentro, mejorando notablemente el pronóstico. Se ha conseguido, además, en tiempo récord, ya que las previsiones apuntaban a que tardaría en llegar tres años y se ha hecho en uno.

El paso siguiente es iniciar la fase preclínica y el plazo para comenzar ensayos clínicos en humanos es de entre cuatro y quince años. El proyecto está financiado por la Fundación Barrié con millón y medio de euros de su Fondo de Inversión en Ciencia, creado en 2011 con el fin de promover la investigación de excelencia y traslacional.
marzo 7/2013 (Diario Médico.com)

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