En España se producen al año 1300 nuevos casos de cáncer hasta los 18 años. La supervivencia en oncología pediátrica es del 80 %, alcanzando en algunos casos hasta el 98 % y en otros solo el 60. Con el lema «El diagnóstico temprano marca la diferencia se celebró el Día Internacional del Niño con Cáncer.
«El tumor en el niño es una realidad no una enfermedad excepcional. Hay que tener un cuidado exquisito en su tratamiento», señaló Purificación García de Miguel, jefa de Hematooncología Pediátrica del Hospital La Paz de Madrid, en un acto que se celebró en el centro con la Federación Española de Padres de Niños con Cáncer (Fepnc) y la Fundación Once.
Pilar Ortega, presidenta de Fepnc, dijo que la detección temprana es la forma de obtener mejores resultados en la terapia y, por tanto, de salvar más vidas. Las leucemias, los tumores del sistema nervioso central, los linfomas y los tumores renales, hepáticos y óseos, son los más frecuentes. El tratamiento oncológico infantil requiere que investigadores básicos y clínicos continúen trabajando juntos para obtener nuevos resultados. Por ejemplo, en La Paz los trabajos más avanzados se centran en los retinoblastomas y el sarcoma de Ewing, aunque existen varios grupos españoles trabajando en otras líneas.
«Hay que recordar a la sociedad que los niños tienen los mismos derechos, y por eso hay que conseguir que, vivan donde vivan, reciban el mejor tratamiento y se les permita desplazarse a otras comunidades a recibir la terapia», así como que se apliquen las tecnologías más avanzadas, apunta García de Miguel. El objetivo es alcanzar la curación sin efectos secundarios que comprometan la vida adulta.
Los pacientes infantiles piden que se insista en el diagnóstico temprano y que existan unidades de referencia bien dotadas para asegurar el tratamiento del niño con cáncer.
Necesidades
Como parte del acto, Álvaro y Carlos, dos pacientes del centro, leyeron un manifiesto de la Fepnc para explicar las necesidades y problemas del cáncer infantil. Señalaron que «la detección temprana abre una línea inequívoca entre la vida y la muerte», y pidieron que el diagnóstico y terapia del cáncer se realice en hospitales públicos en los que existan unidades de Oncología Pediátrica, «que cuenten con los medios técnicos y humanos necesarios y con la suficiente experiencia en el diagnóstico y tratamiento», así como que la Administración determine cuáles son los hospitales de referencia para que todos los pacientes, «niños y adolescentes, sean derivados a ellos y sea cual sea su lugar de procedencia tengan las mismas oportunidades de ser atendidos y curarse».
febrero 20/2013 (Diario Médico)