Del 30 de enero al 3 de febrero pasado, se celebró en Pinar del Río y el Hospital «Hnos. Ameijeiras» el VII Encuentro Cuba-Valencia. El evento además del elevado nivel científico de los conferencistas, contó con la magnífica organización de los colegas pinareños. En la actividad se anunció la celebración del III Congreso de la División Cubana de la International Academy of Pathology (IAP) y XIII Congreso de la Sociedad Cubana de Anatomía Patológica (SCAP) en febrero del 2013.
Dos grandes estudios clínicos internacionales, coordinados por David Jablons, de la Universidad de California en San Francisco (UCSF), han demostrado la utilidad de un test molecular para predecir la mortalidad desde los primeros estadios de un cáncer de pulmón.
Los resultados de estos trabajos se publican en The Lancet , y avalan cómo la medición de la actividad de catorce genes en el tejido tumoral permite mejorar la fiabilidad del pronóstico con respecto a los métodos tradicionales. Estos resultados podrían cambiar las guías médicas del tratamiento de la forma más común del tumor de pulmón, el no microcítico.
La prueba se basa en una tecnología desarrollada en la UCSF, con la que se revela la actividad de catorce genes específicos en las muestras tumorales y se compara con las obtenidas en tejido pulmonar sano.
Once de los genes analizados se asocian con la biología del cáncer pulmonar, mientras que otros tres son genes frecuentes cuyos niveles se emplean como referencia de los genes asociados al tumor. Una vez obtenidas las cifras, se aplica un algoritmo para correlacionarlas con los resultados clínicos y poder predecir, así, si un determinado paciente tiene un pronóstico de bajo, medio o alto riesgo de mortalidad
Uno de los trabajos se ha llevado a cabo con muestras de 433 pacientes de California, mientras que el otro se ha efectuado sobre 1006 pacientes con el cáncer pulmonar en China. Enero 27/2012 (Diario Médico)
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El riesgo de morir de cáncer de próstata es casi el doble en los varones con un sobrepeso de más de veinte kilogramos durante su vida adulta, según un estudio de científicos australianos. «Este estudio muestra que la obesidad está relacionada a formas agresivas de cáncer mortal», advirtió Dallas English, uno de los autores del estudio publicado por la Revista Internacional del Cáncer y difundido en Australia por el grupo Fairfax. Ampliar…
En: Noticias
Ben Stanger, profesor de Medicina de la División de Gastroenterología de la Escuela de Medicina Perelman en la Universidad de Pensilvania, y Andrew Rhim, que trabaja con una beca de Gastroenterología en el laboratorio de Stanger, han descubierto en un modelo animal que las células del cáncer pancreático comienzan a diseminarse antes de que el tejido tumoral sea detectado clínicamente. Lo que es más, estos investigadores han mostrado que la inflamación potencia la progresión del cáncer en parte facilitando una transformación celular que conduce a la entrada de las células cancerígenas en la circulación. El hallazgo se publica en Cell. Usando un modelo murino de cáncer pancreático desarrollado en la Universidad de Pensilvania en el año 2005, el equipo produjo mutaciones en un oncogén y una proteína supresora de tumores, KRAS y p53 respectivamente, en el páncreas. También indujeron un marcador verde en el páncreas de los embriones de ratón que aún estaban formándose. Al transcurrir alrededor de uno o dos meses, los ratones jóvenes desarrollaron lesiones premalignas, y en torno a los cuatro o cinco meses el cáncer pancreático estaba completamente desarrollado. Durante este tiempo, las células epiteliales del páncreas del ratón perdieron sus características epiteliales y llegaron a ser células más parecidas a las mesenquimales, mezclándose y entrando en el torrente sanguíneo. El equipo planea usar la metodología empleada en este estudio para potenciar la detección de diseminación de células en humanos. Enero 20/2012 (Diario Médico)
En: Noticias
Más que nunca, hay datos que avalan que la lucha contra el cáncer es una tarea de todos, y así han de transmitirlo los profesionales de la salud y actuar en consecuencia los autoridades políticas responsables. Un gran porcentaje de los tumores se puede atribuir en parte a los hábitos de vida y a factores medioambientales, y, por tanto, susceptibles de modificarse. En el Día Mundial del Cáncer, la Unión para el Control del Cáncer Internacional (UICC) insiste también en perfeccionar los tratamientos y sistemas de detección, así como el manejo paliativo. La incidencia del cáncer en España durante este año se estima en 208 268 casos, con una mortalidad anual de 102 639 pacientes, según la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), que espera en 2012 unos 20 000 nuevos casos más respecto a 2006. Pese a ello, se ha registrado un aumento en la tasa de curación (60% en las mujeres y 50 en los hombres), de la supervivencia y una mejora en las terapias, según ha explicado Juan Jesús Cruz, presidente de la SEOM, en la presentación del «Día Mundial contra el Cáncer». Cruz ha llamado la atención sobre el hecho de que no haya registros serios para conocer la incidencia del cáncer en España. «Solo hay datos de 17 provincias, y de estas, se extrapola al resto». Con los datos manejados, no obstante, se espera una reducción discreta en la incidencia de cáncer de pulmón y gástrico en hombres, atribuida, en parte, a la reducción de factores de riesgo. «No debemos olvidar la importancia de la prevención. Evitar los favores de riesgo es una inversión de futuro», ha afirmado Cruz. El cáncer colorrectal seguirá siendo el más frecuente, con más de 33 800 casos.
Cifras diferentes:
Es la prevención la ruta por la que apuestan las diferentes instituciones internacionales que buscan reducir el impacto de la enfermedad: la Asociación Europea para la Acción contra el Cáncer (Epaac) tiene por objetivo disminuir la incidencia en la Unión Europea (2,5 millones, en 2008) en un 15% para 2020. La Unión para el Control del Cáncer Internacional (UICC), que aglutina 400 organizaciones en 120 países y promueve este día mundial, persigue atajar las muertes prematuras por cáncer y enfermedades no comunicables, en un 25% para el año 2025. No coinciden en la cifra, pero sí en los medios, pues ambas apuestan por una implicación de los individuos en la preservación de su salud. Y de ahí acciones como este día para fomentar la concienciación. En España, se predicen 208 268 nuevos casos de cáncer en 2012: el cáncer colorrectal, con unos 33 800 casos, es el de mayor incidencia. De hecho, más del 80% de los cánceres están relacionados con los estilos de vida y hábitos personales, y muchos de esos factores son fáciles de prevenir y corregir, según afirma Antonio Brugarolas, director de la Plataforma de Oncología del Hospital USP San Jaime y responsable de la Consulta de Segunda Opinión de Oncología en el Hospital USP San Camilo (Madrid). Cerca del 5% de los tumores tienen un origen genético y la exposición a agentes tóxicos en el trabajo puede estar detrás de un 10% del total. El 80 a 90% restante estarían relacionados con el estilo de vida. Se cree que la incidencia del cáncer se reduciría entre un 30 y un 40% para una misma persona si viviera en plena naturaleza en lugar de en una ciudad contaminada, «porque conseguiría protección frente a muchos factores negativos, aunque sufriría déficits en muchos otros aspectos también importantes, por lo que los riesgos no son tan relevantes como pueden parecer a primera vista», matiza Brugarolas. Sin embargo, a pesar de que se conocen algunos factores que influyen en la aparición de muchos tipos de cáncer, «el itinerario biográfico de cada tumor es generalmente desconocido».
Inicio y promoción:
Tras el primer cambio que produce una alteración de una célula cancerosa (iniciación), han de aparecer otros asociados que pueden darse en un periodo de latencia muy largo (entre 5 y 40 años). Esta segunda etapa (promoción) presenta una incidencia múltiple de factores repetitivos y concatenados, que van seleccionando las características que confieren la agresividad al tumor maligno. Entre los hábitos personales que influyen en la aparición del tumor figuran la exposición al sol, el consumo de tabaco y alcohol y sufrir determinadas enfermedades, sin olvidar la contaminación y la alimentación. Además de la contaminación por el transporte y el humo de la calefacción, en las ciudades se une la concentración de partículas y agentes tóxicos de origen industrial, que aumentan los efectos de los carcinógenos. Cuando la concentración de este tipo de partículas en el aire aumenta un 1%, el riesgo de cáncer de pulmón lo hace un 14%. Juan José Cruz, presidente de la SEOM: «No debemos olvidar la prevención. Evitar los factores de riesgo es una inversión de futuro». Respecto a la dieta, Brugarolas recuerda que el efecto carcinógeno no proviene solo de los alimentos en sí mismos, sino de la forma en que se preparan: la carne requemada a la parrilla y sobre brasa, las papas fritas muy doradas, o las tostadas muy hechas y, en general, los carbonizados contienen hidrocarburos aromáticos policíclicos. Pero tampoco se libran los guisos y potajes tradicionales: la cocción y posterior enfriamiento lento de comidas que mezclan verduras y carnes genera la aparición de nitrosaminas, que son carcinógenas. La naturalidad ante una enfermedad tan frecuente es esencial para hacerla visible y, por tanto, combatible. Juan Jesús Cruz, junto a Begoña Barragán, presidenta del Grupo Español de Pacientes con Cáncer, han instado a llamar al cáncer por su nombre y evitar sinónimos o frases hechas, que perjudican a los pacientes y no ayudan a desestigmatizar la enfermedad. Con el lema ¿Cómo vas de lo tuyo? Lo mío se llama cáncer, desde la asociación realizarán una campaña de concienciación. «Si no somos capaces de enfrentarnos a la palabra, es difícil que podamos hacerlo a la enfermedad. Sin embargo, no debemos olvidar que el cáncer es un conjunto de enfermedades serias con implicaciones, tanto pronósticas como de tratamiento, graves». Asimismo, Cruz ha apuntado que la SEOM está implicada en dos proyectos: uno para conocer el gasto sanitario real en Oncología y ofrecer a la administración lo que los profesionales consideran imprescindible para su práctica habitual; el otro quiere identificar las necesidades reales de los oncólogos, qué centros requieren la superespecialización de sus profesionales y, en definitiva, qué tipo de oncólogo es el necesario para cada caso y centro. Según Tomás Trenor, presidente de la Junta Asociada Provincial de Valencia de la Asociación Española contra el Cáncer (AECC), «la sociedad debe asumir cada vez más su papel central en la lucha contra el cáncer», apuntando que, al margen de la labor de los profesionales y las administraciones sanitarias, es «una responsabilidad individual y colectiva de los ciudadanos». Además, está demostrado que las campañas de prevención precoz de tumores de mama, cérvix y colorrectal aumentan las probabilidades de curación y, por tanto, de supervivencia.
El Código Europeo contra el Cáncer, promovido por la Epaac, incluye once mandamientos para prevenirlo:
1. No fume. Si lo hace déjelo, y si no lo logra, no fume ante no fumadores.
2. Evite la obesidad.
3. Dé un paseo o practique ejercicio físico a diario.
4. Coma más verduras y frutas; limite el consumo de alimentos que tengan grasas de origen animal.
5. Si bebe, modere su consumo de alcohol a dos copas diarias, si es hombre, y una, si es mujer.
6. Protéjase en la exposición al sol. Esto es especialmente importante en el caso de niños y adolescentes.
7. Solicite regulaciones sobre las sustancias carcinógenas.
8. Las mujeres mayores de 25 años deben participar en programas de cribado de cáncer de cérvix.
9. A partir de los 50 años, participe en los cribados de cáncer de mama.
10. Participe en cribados de cáncer colorrectal a partir de los 50 años.
11. Siga los programas de vacunación contra la hepatitis B.
Es posible prevenir el 40% de los tumores: fue uno de los mensajes que se difundieron en el Foro contra el Cáncer organizado en Madrid por la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) que contó con la ministra Ana Mato, la secretaria general de Sanidad Pilar Farjas y directivos de sociedades científicas, centros sanitarios y de investigación y compañías farmacéuticas. Ana Mato insistió en la detección precoz, en el apoyo psicológico y paliativo de los enfermos y en «redimensionar las connotaciones negativas del cáncer. La mitad de los enfermos sobreviven con buena calidad de vida». Josep Borrás, coordinador científico de la Estrategia en Cáncer del SNS, se refirió al descenso de la mortalidad por cáncer en España: «Son los beneficios de las campañas de prevención». Y apuntó que en índices de supervivencia estamos por encima de las medias europeas. Luis Paz-Ares, presidente científico de la AECC, presentó los últimos datos del Oncobarómetro, que reflejan el llamativo desconocimiento de la población sobre los programas de cribado, y recordó que el control del tabaco, el alcohol, la dieta, la obesidad y el virus del papiloma humano evitaría un 40% de los tumores. Eloy Pacho, médico y paciente, emocionó con su relato e incidió en la necesidad de una buena comunicación con el enfermo, sobre todo de los efectos secundarios. Y Javier Rocafort, presidente de la Sociedad de Paliativos, dijo que, más allá de la calidad de vida, hay que intentar buscar la «felicidad del paciente». Febrero 5/2012 (Diario Médico)
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El cáncer de mama suele ser considerado más mortal entre las mujeres jóvenes, pero las adultas mayores -particularmente las de más de 75 años- tienen realmente más posibilidades de morir por la enfermedad, según revela un estudio internacional. Los expertos, que siguieron a miles de mujeres y publicaron sus hallazgos en Journal of the American Medical Association, dijeron que entre las mujeres diagnosticadass tipos que no tienen esos receptores porque a menudo crecen más lentamente y pueden responder a tratamientos hormonales. Las mujeres más jóvenes son más propensas que las de mayor edad a tener cáncer con receptores negativos, y también se les suele diagnosticar en una fase más avanzada, lo que lleva a la idea de que el cáncer de mama es más mortal entre ellas.
En el estudio, los investigadores hallaron que cinco de cada 100 mujeres diagnosticadas antes de los 65 años y seis de cada 100 diagnosticadas entre los 65 y los 74 años fallecieron de cáncer de mama en cinco años. Pero entre las mujeres de más de 75 años en el momento del diagnóstico, ocho de cada 100 murieron de cáncer. «Lo que es diferente en las mujeres de más edad es que suelen recibir menos tratamiento y de menor calidad», dijo Hyman Muss, de la Facultad de Medicina de la Universidad de Carolina del Norte, que no participó en el estudio. Casi todas las mujeres del estudio se operaron, pero apenas la mitad de las mayores de 75 años recibieron radioterapia, y apenas un 5 % fueron tratadas con quimioterapia. En comparación, el 75 % de las mujeres de menos de 65 años recibieron radioterapia y un 51 % quimioterapia. «Existe la creencia de que las mujeres mayores no se benefician de la quimioterapia tanto como las más jóvenes, y que los efectos secundarios son peores», dijo Gerrit-Jan Liefers, investigador del Centro Médico de la Universidad de Leiden en Holanda, que trabajó en el estudio. Liefers añadió que las propias pacientes mayores serían más indecisas en lo que hace a tratar el cáncer de forma agresiva. Aunque un estudio reciente halló que los índices de cáncer de mama han ido descendiendo, las mujeres mayores han obtenido peores resultados que las más jóvenes, lo que los autores atribuyeron en parte a un tratamiento menos agresivo, quizás debido a las preocupaciones de que la terapia pueda causar más problemas que la enfermedad. Muss expresó que es posible que muchas mujeres saludables de entre 70 y 80 años obtengan beneficios de la quimioterapia si padecen cáncer de mama. «Tenemos que enseñar a los médicos que no piensen en la edad cronológica de la persona, sino en su edad funcional», finalizó.
Febrero 8/2012 (Reuters)
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Ponemos a su consideración tres publicaciones donde se argumenta cómo se hace un diagnóstico en patología y sobre la importancia la redacción del resultado del mismo, los errores en su interpretación por el médico que indica la biopsia, así como varias actividades en ocasiones no conocidas en su esencia, que requieren un entrenamiento y que permiten un diagnóstico histopatológico certero.
- How does a pathologist make a diagnosis?
- Clarity of the diagnosis line
- Clinical interpretation of pathology reports. Confusion or Comprehension
Dr. C. Bienvenido Gra Oramas