Un poco de estrés puede ser bueno para el cuerpo y hasta podría combatir el cáncer, reportaron investigadores el jueves.
Un equipo que colocó a un grupo de ratones bajo una situación estresante halló que luchaban mejor contra los tumores que aquellos que estaban relajados.
Los resultados, publicados en la revista Cell, apuntan a un posible tratamiento neurológico para el cáncer, dijeron.
«El modo en que vivimos (…) puede tener un impacto mucho mayor del que creíamos en el pronóstico del cáncer», afirmó el doctor Matthew During, profesor de neurociencia, que trabajó en el estudio, en una entrevista telefónica.
Su equipo inyectó a los ratones con melanoma, un tipo de cáncer de piel de rápido crecimiento, y dejó que los tumores se expandieran. Luego colocó a algunos de ellos en una gran jaula con juguetes, espacio y muchos más animales de lo habitual. Otros ratones se quedaron en las jaulas normales de laboratorio.
Después de tres semanas, los tumores se redujeron casi a la mitad de su tamaño en los ratones de la jaula «estimulada» y un 77 por ciento a las seis semanas. Los tumores desaparecieron por completo en el 17 por ciento de los animales, sin ningún otro tratamiento para el cáncer.
Los tumores siguieron creciendo en los otros ratones. During dice que hay algo más en juego que la simple estimulación. Los ratones de las jaulas «enriquecidas» estaban un poco estresados.
«Algunos presentaron ciertas marcas de mordeduras o de lucha», señaló. «No es para nada amistoso», agregó.
Pese a que el sentido común sostiene que el estrés no es saludable, la respuesta del cuerpo a este estímulo es compleja y las hormonas liberadas pueden tener efectos positivos. Para demostrar que los beneficios no se debieron simplemente al ejercicio, los investigadores colocaron ruedas para correr en la jaula tradicional. Estos ratones corrían hasta tres veces más rápido que los otros, pero no eran más resistentes al cáncer. Los experimentos para ver qué ocurría biológicamente en los ratones mostraron que los animales estresados estaban produciendo más cantidad de un químico llamado factor neurotrófico derivado del cerebro.
Este compuesto reduce la producción de leptina, una hormona asociada con el apetito y también con el melanoma, el cáncer de próstata y de mama. Cuanto más leptina fabricaban los ratones, menores eran sus tumores.
La leptina actúa de modo diferente en los ratones que en los humanos, y el cáncer funciona distinto en los ratones inyectados con tumores que en las personas. Pero During cree que los resultados igualmente se aplican a los humanos.
«La clave es que creemos que esta vía que hemos definido aquí existe en los humanos», dijo.
«Esto sugiere que podemos comenzar a considerar tratar el cáncer operando en el cerebro, al igual que introduciendo un gen para activar esta vía», agregó.
Washington, jul 8 (Reuters)
Un poco de estrés es bueno para el cuerpo
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