Artículos recomendados

Dr. Julie C. Harper
Dermatologic Therapy, Vol. 22, 2009, 452–457
  
Desarrollo

El acné vulgar es una de las condiciones más comunes que el dermatólogo atiende en la práctica clínica.  Afecta casi el 80% de los adolescentes y adultos jóvenes y continúa en la adultez, especialmente en mujeres.  La patogénesis del acné es multifactorial frecuentemente requiere terapia con retinoides tópicos, peróxido de benzoilo y antibióticos.  Estas tres medicaciones para el acné actúan sobre 3 de los 4 factores patogénicos del acné: tapón folicular y formación de microcomedones, bacterias, e inflamación.  El cuarto factor que contribuye a la formación de acné es el exceso de sebo.  Existen tratamientos limitados que impactan en la producción de sebo y excreción.  La isotretinoína, espironolactona y combinación de contraceptivos orales (COC) tienen la capacidad de disminuir el sebo.  La espironolactona no está aprobada por la FDA para tratar el acné.  Algunos dermatólogos se reusan a prescribir éstas drogas e interconsultan a médicos de atención primaria o ginecólogos o no ofrecen COC como opción de tratamiento.

Los siguientes párrafos revisan el mecanismo de acción de COC en el tratamiento del acné y de los potenciales riesgos y beneficios.

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La Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV) comenta que las patologías que afectan a las partes más visibles del cuerpo han alcanzado un protagonismo que requiere de una consideración integral, porque una afección leve en el ámbito estrictamente clínico puede provocar alteraciones psicológicas graves y hasta decisivas para la realización personal y profesional de los afectados.

Doyma
  
En este contexto, ha decidido llevar a cabo una campaña informativa sobre una enfermedad dermatológica con graves connotaciones psicológicas: el acné, patología que no suscitaría tanta atención social si no fuera por su destacada visibilidad y porque suele afectar a personas en la adolescencia, una etapa de la vida en la que las frustraciones y rechazos alcanzan un dramatismo desmesurado.

La AEDV advierte que el acné es una alteración patológica y que, como tal, su tratamiento debe ser inexcusablemente encomendado a un especialista, concretamente a un dermatólogo. En este sentido, advierte que las automedicaciones derivadas de los consejos de amigos o los tratamientos suministrados a la cosmética milagrosa no sólo no sirven para mejorar la evolución de la patología sino que, incluso, pueden convertir en grave una afección generalmente leve.

Los dermatólogos advierten que el tratamiento del acné debe ser individualizado, minucioso y constante y que el único profesional capacitado para proveerlo, dada su formación, es el dermatólogo.

Ante la elevada incidencia del acné, la Academia hace las siguientes recomendaciones:

-Limpiar la cara dos veces al día: una vez por la mañana y otra por la noche. Los productos de tratamiento deben aplicarse de forma tópica después del lavado. La higiene es un complemento muy importante en el tratamiento del acné.

-No friccionar al secar la zona afectada.

-No asustarse si aparece una ligera irritación. Algunos productos terapéuticos tienen un efecto «peeling» que pueden motivarla y ésta suele ser pasajera.

-Seguir una dieta equilibrada. Aunque los alimentos no son la causa del acné, no se debe abusar de cerdo, grasas, bollería, mariscos y alcohol; alimentos con chocolate o derivados del alcohol; frutos secos (pipas, almendras); quesos fuertes (roquefort, camembert).

-Evitar el contacto del pelo con la piel de la cara. No se recomienda llevar melenas largas ni flequillo.

-Evitar el uso de cosméticos que contengan aceites o grasas en su composición. Los cosméticos debe ser «oil free», especialmente indicados para pieles grasas.

-Evitar los fotoprotectores grasos previos a la exposición solar. Es recomendable pedir consejo al dermatólogo sobre el fotoprotector idóneo.

-No tocar o manipular los granos provocados por el acné, ya que suele ser una de las causas frecuentes de complicaciones en el acné. Un menor contacto con los granos implicará menos posibilidades de tener cicatrices.

-Tener paciencia. El acné es una dolencia que, incluso con tratamientos, no tarda menos de tres meses en curarse, por lo que la comunicación con los padres y amigos puede ser de mucha ayuda para perseverar en la terapia. Para el éxito terapéutico contra el acné es indispensable la constancia.

-Evitar el estrés. Es recomendable evitar las situaciones anímicas conflictivas que causan nerviosismo y cansancio. Para ello, es importante dormir las ocho horas diarias de rigor. En estudiantes, se aconseja estudiar con tiempo para no llegar a los exámenes sin preparación y evitar los nervios de última hora.

-Practicar deporte, sobre todo al aire libre.

-No compartir tratamientos. Aunque amigos y conocidos sufran también acné, cada enfermedad es diferente.

-No tratar las cicatrices mientras las lesiones estén activas.

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Revisión de la evidencia de la posible asociación entre dermatitis atópica y riesgo de cáncer en estudios caso-control y de cohorte.
H Wang t T L Diepgen
British Journal of Dermatology 2006 154, Pag 205-210.
  
En décadas pasadas se ha estudiado la posible asociación entre el estado atópico y otras enfermedades tales como las autoinmunes o neoplasias específicas. Estos estudios se basaron en el concepto que toma a  la atopía como un estado hiperreactivo del sistema inmune. Esta hiperreactividad podría estar acompañada de un incremento de la vigilancia inmunológica, la que puede disminuir la proliferación de células aberrantes.

Por el contrario, se puede argumentar que un estado de inflamación subcrónico en ciertos tejidos hace probable que la atopía sea responsable de las asociaciones positivas observadas con el riesgo de cáncer. Estas consideraciones pueden sostenerse por las observaciones epidemiológicas que demuestran a la atopía como un rol de protección para ciertos tipos de cáncer, o como factor de riesgo para otros.

Los objetivos de éste estudio fueron revisar la evidencia de la posible asociación entre dermatitis atópica y riesgo de cáncer en estudios caso-control y de cohorte.
Se encontraron 23 publicaciones en las que evaluaba a la dermatitis atópica como riesgo para enfermedades malignas hematológicas, leucemia de la infancia (n=3), leucemia del adulto (n=3), linfoma no Hodgkin (NHL; n=4) y otros cánceres hematológicos (n=1), pancreáticas (n=5), cutáneas (n=2) y de cerebro (n=5).

La totalidad de los resultados de estos estudios mostraron que la historia de dermatitis atópica podría estar asociada con una disminución de riesgo de cáncer pancreático, tumor cerebral y leucemia de la infancia, aunque en la mayoría de los casos los hallazgos no fueron estadísticamente significativos. No se observó asociación con el cáncer de piel o con el NHL. La definición de dermatitis atópica era imprecisa en la mayoría de las publicaciones.

Los hallazgos de los estudios epidemiológicos tienden a sostener un menor riesgo de cáncer en personas con historia de dermatitis atópica. Aunque es necesaria una definición más cuidadosa de dermatitis atópica para corroborar éstos resultados.
 
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Heart Risk Unclear for Psoriasis Drugs
By Nancy Walsh, Staff Writer, MedPage Today
Published: August 24, 2011
Reviewed by Dori F. Zaleznik, MD; Associate Clinical Professor of Medicine, Harvard Medical School, Boston.
Preliminary signals of excess cardiovascular risk with two monoclonal antibodies used for treating plaque psoriasis were not confirmed in a meta-analysis, but the analysis may not have been sufficiently powered to detect a significant increase, the reviewers said.

Among 3,178 patients receiving the anti-interleukin (IL)-12/23 agents ustekinumab (Stelara) or briakinumab in the placebo-controlled phases of randomized trials, there were 10 major adverse cardiac events, according to Caitriona Ryan, MBBCh, of Baylor University in Dallas, and colleagues.

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During the past decade, tumor necrosis factor-alpha (TNF-alpha) inhibitors have become a first-line therapy for moderate to severe psoriasis vulgaris (PV) and psoriatic arthritis (PsA). Because TNF-alpha blockers (eg, etanercept, adalimumab, and infliximab) are chronic therapies, safety data demonstrating that long-term use of these selectively immunosuppressive agents poses minimal risks would be reassuring. Ampliar…

Un grupo de científicos ha identificado una mutación muy poco usual que provoca adermatoglifia cuya consecuencia es la falta de huellas dactilares al nacer. Este descubrimiento, que se publica en The American Journal of Human Genetics(doi:10.1016/j.ajhg.2011.07.004), no sólo proporciona información valiosa de las bases genéticas de la adermatologlifia y la formación habitual de huellas dactilares, sino que también pone de manifiesto la utilidad de esta rara mutación genética como una herramienta para investigar aspectos desconocidos de la biología humana.
«Sabemos que las huellas dactilares están totalmente formadas a las 24 semanas de gestación y no se modifican de ninguna manera a lo largo de toda la vida», explica Eli Sprecher, del Centro Médico Souraski de Tel Aviv, en Israel. «Sin embargo, los factores en los que se basa la formación y los patrones de éstas durante el desarrollo embrionario, son desconocidos.»
Para comprender mejor la información recogida en las huellas dactilares, los investigadores estudiaron a una familia suiza con adermatoglifia. Todos los miembros de la familia afectados mostraban una ausencia de huellas desde el nacimiento, lo cual está asociado con un reducido número de glándulas sudoríparas. Utilizando un sofisticado análisis genético de los miembros afectados y no afectados de la familia, descubrieron que una mutación en el gen Smarcad1 es la causante de esta anomalía.
«Aunque se sabe poco sobre la función del gen Smarcad1 de larga duración y virtualmente nada sobre el papel psicológico de su versión específica de la piel, es tentador especular que este gen puede dirigirse a los genes relacionados con el desarrollo de la dermatoglifia y las glándulas sudoríparas, las dos estructuras afectadas en la familia estudiada.», ha concluido Sprecher.
Agosto 5/2011 (Diario Médico)
Nota: Los lectores del dominio *sld.cu tienen acceso al artículo a texto completo a través de Hinari.
Eli Sprecher , Janna Nousbeck, Bettina Burger, Dana Fuchs-Telem, Mor Pavlovsky.A Mutation in a Skin-Specific Isoform of SMARCAD1 Causes Autosomal-Dominant Adermatoglyphia. Publicado en The American Journal of Human Genetics. Agosto 4/2011
La altura de una persona, otro de los factores de riesgo de cáncer
La altura de una persona puede ser un indicativo de su riesgo de sufrir cáncer, incluidas las formas más comunes de la enfermedad, como el de mama, ovárico, leucemia y melanoma maligno.
Ésa es la conclusión de un estudio que siguió durante 10 años a más de un millón de mujeres en el Reino Unido.
Según los científicos de la Universidad de Oxford, Inglaterra, por cada 10 centímetros de incremento sobre la medida promedio del grupo, hay un aumento de 16% en el riesgo de desarrollar la enfermedad.
Los investigadores también revisaron los estudios publicados en el pasado sobre la asociación entre la altura y el riesgo de cáncer en otras regiones del mundo.
Y encontraron «resultados muy consistentes» en poblaciones de otras regiones del mundo sobre la incidencia y mortalidad por cáncer vinculados a la altura de los pobladores, afirma el estudio publicado en The Lancet Oncology (doi:10.1016/S1470-2045(11)70154-1) .
Los investigadores creen que el hallazgo podría explicar la mayor incidencia de cáncer que se ha visto en varios países cuya altura promedio aumentó durante el siglo XX.
Los investigadores analizaron los registros de salud de 1,3 millones de mujeres que participaron en el Programa de Revisión de Mamas del Servicio Nacional de Salud (NHS) del Reino Unido entre 1996 y 2001.
Las participantes, cuya edad promedio era de 56 años, debían llenar cuestionarios sobre su estatus social, demográfico y factores de estilo de vida, y se tomaron mediciones de su altura y peso corporal.
«El vínculo entre la altura y el riesgo de cáncer parece ser común para varios tipos diferentes de cáncer y en diferentes personas, lo que sugiere que puede haber un mecanismo común básico que quizás actúa en los primeros años de vida cuando la gente está creciendo»  Dra. Jane Green
Los investigadores dividieron a las mujeres en seis categorías basadas en su altura: aquéllas que medían menos de 155 cm., las de entre 155 y 159,9 cm., de 160 y 164,9 cm., 165 y 169,9 cm., 170 y 174.9 cm., y 175 o más cm. En cada una de las categorías se estableció una medida promedio.
El estudio siguió un registro de las participantes durante casi 10 años y se encontró que en ese período habían ocurrido unos 97 300 casos de cáncer entre las mujeres.
Cuando se comparó la incidencia de la enfermedad con la altura de las mujeres se encontró un vínculo entre la mayor altura (en base a la medición promedio de cada grupo) y el mayor riesgo de cáncer.
Los científicos tomaron en cuenta factores como el nivel socioeconómico, el consumo de alcohol y tabaco. Y encontraron diferencias importantes.
«Las mujeres de más altura tienden a ser de estatus socioeconómicos más altos, a beber más alcohol, a ser más activas, a tener la menarquia (primera menstruación) a una edad más tardía, a tener menos hijos y a tener su primer hijo más tarde en la vida que las mujeres más bajas» explica la doctora Jane Green, principal autora del estudio.
«Las mujeres más altas mostraron menos probabilidades de ser obesas o de fumar en el momento de la investigación».
La edad promedio de la población estudiada fue de 160,9 cm. y los resultados mostraron que por cada 10 cm. sobre esta medida el riesgo de cáncer se incrementaba 16%.
Entre los tipos de la enfermedad en los que la altura tuvo un mayor impacto estaban el de mama, ovario, útero, colon y recto, leucemia y melanoma maligno.
La doctora Green y su equipo también revisaron diez estudios publicados previamente en otros países sobre el vínculo entre altura y riesgo de cáncer. Los resultados, dicen, fueron similares.
«Encontramos que el vínculo entre la mayor altura y el incremento total en el riesgo de cáncer es similar a lo largo de muchas poblaciones diferentes de Asia, Australasia, Europa y Norteamérica» dice Jane Green.
«El vínculo entre la altura y el riesgo de cáncer parece ser común para varios tipos diferentes de cáncer y en diferentes personas, lo que sugiere que puede haber un mecanismo común básico que quizás actúa en los primeros años de vida cuando la gente está creciendo», agrega la investigadora.
Los científicos no saben cuál puede ser ese mecanismo común.La altura está determinada por varios factores genéticos y biológicos, los cuales no pueden modificarse.Y también intervienen factores ambientales como la dieta y el nivel de las hormonas de crecimiento, los cuales parecen ofrecer cierta protección a la gente alta.
«Por supuesto no podemos cambiar la altura que tenemos. Ser alto también ha sido vinculado a un menor riesgo de otras enfermedades, como las del corazón», explica la científica.
En efecto, un estudio publicado en 2009 en European Heart Journal encontró que quienes miden menos de 165 centímetros -en hombres- y menos de 153 cm. -en mujeres- tienen más riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares y morir de ellas que quienes son más altos.
Julio 22/2011(Diario Salud)
Nota: Los lectores del dominio *sld.cu tienen acceso al artículo a texto completo a través de Hinari.
Jane Green, Benjamin J Cairns, Delphine Casabonne, F Lucy Wright, Gillian Reeves, Valerie Beral.Height and cancer incidence in the Million Women Study: prospective cohort, and meta-analysis of prospective studies of height and total cancer risk. Publicado en The Lancet Oncology.Julio 22/2011
El ácido acetilsalicílico podría reducir el riesgo de desarrollar cáncer de piel
El uso de AINEs (antiinflamatorios no esteroideos), incluido el ácido acetilsalicílico (aas), reduce el riesgo de presentar melanoma cutáneo (MC), según el resultado de un estudio epidemiológico, publicado en Journal of Investigative Dermatology (doi:10.1038/jid.2011.58).
El estudio concluye que el uso de ácido acetilsalicílico por lo menos una vez a la semana, durante un período de 5 años o más, reduce el riesgo de desarrollar melanoma cutáneo en casi la mitad, en comparación con otros grupos de baja exposición.
Esta investigación, liderada por Clara Curiel-Lewandrowski, del Departamento de Dermatología del Arizona Cancer Center, Estados Unidos, fue diseñada para evaluar las asociaciones entre el melanoma cutáneo y la exposición a anti-inflamatorios no esteroideos y estatinas. En el estudio se evaluaron 1 000 personas, de las que 400 casos eran melanomas cutáneos y 600, controles.
El 13% de las personas entrevistadas que no presentaba cáncer confirmó que había tomado ácido acetilsalicílico en bajas dosis por lo menos una vez a la semana durante 5 años, frente al 21% de los entrevistados que no habían tomado ácido acetilsalicílico y desarrollado algún melanoma. Asimismo, el 41% de las personas que participó y que no tenía cáncer afirmó haber tomado algún AINE por lo menos una vez a la semana durante 5 años, frente al 28% de los entrevistados que no había tomado AINEs y desarrollado algún melanoma.
Por otra parte, los análisis de subgrupos no mostraron ningún efecto protector significativo con la exposición de las estatinas.
Los estudios clínicos de intervención justifican llevar a cabo futuras investigaciones, para analizar en profundidad el papel potencial del ácido acetilsalicílico y otros AINE?s como agentes quimiopreventivos para el melanoma cutáneo.
De cualquier forma, los responsables del estudio advierten que esto no significa que pueda extrapolarse el consumo diario de ácido acetilsalicílico con este fin, ya que no se trata de una indicación del fármaco aprobada en España.
Julio 7/2011 (JANO)
Clara Curiel-Lewandrowski, Tamar Nijsten, Maria L Gomez, Loes M Hollestein, Michael B Atkins, Robert S Stern. Long-Term Use of Nonsteroidal Anti-inflammatory Drugs Decreases the Risk of Cutaneous Melanoma: Results of a United States Case?Control Study  free. Publicado en Journal of Investigative Dermatology Marzo 10/2011;131, 1460-1468

Para pacientes con melanoma avanzado una vacuna combinada con un fármaco de estimulación inmunológica parece ser prometedora en un ensayo clínico grande.

Las vacunas terapéuticas de cáncer, a diferencia de las que previenen las infecciones típicas, tienen el propósito de poner en marcha el sistema inmunológico para ayudar en la batalla contra tumores existentes.

En este ensayo clínico de fase 3, realizado en 21 centros de atención, los investigadores asignaron aleatoriamente a 185 pacientes con melanoma metastásico, ya sea a la vacuna seguida por interleucina-2, un fármaco que active el sistema inmunológico, o interleucina-2 sola.

Los que recibieron la combinación de la vacuna y el medicamento mostraron una mayor mejoría que los que recibieron el fármaco por separado, según el estudio, que fue publicado en la edición del 2 de junio de la New England Journal of Medicine.

Alrededor del 16% de los que recibieron la combinación de vacuna/interleucina-2 vieron que sus tumores se redujeron en 50% o más, en comparación con el 6% al dar la interleucina-2 sola.

Los del grupo de la vacuna/medicamento también mostraron una supervivencia «libre de progresión» ligeramente mayor 2.2 meses en comparación con 1.6 mes lo cual significa que hubo más tiempo en que el tumor no creció.

Los pacientes que recibieron la combinación también vivieron en promedio 7 meses más que aquellos que solo recibieron interleucina-2 cerca de 18 meses en comparación con alrededor de 11 meses. A pesar de una «fuerte tendencia», los resultados no fueron estadísticamente significativos, dijo el autor principal del estudio, el Dr. Douglas Schwartzentruber, director médico del Centro Goshen para el Cuidado del Cáncer en la Universidad de Indiana.

«Esta es la primera vez que la vacuna ha demostrado ser útil en el tratamiento de pacientes con melanoma metastásico, y es un temprano ejemplo de éxito con una vacuna contra el cáncer», dijo Schwartzentruber.

Los investigadores informaron que, aunque los efectos tóxicos relacionados con el tratamiento fueron similares en ambos grupos, la vacuna «añadió ciertos efectos tóxicos» en la terapia combinada, incluyendo problemas cardíacos transitorios, como arritmias (15% contra 2%).

Además, los investigadores informaron una muerte relacionada con el tratamiento en el grupo de interleucina-2 y solo dos muertes en el grupo de terapia combinada.

Las vacunas terapéuticas se están estudiando para varios tipos de cáncer, con diversos grados de éxito, dijo William Chambers, director de investigación clínica del cáncer e inmunología de la Sociedad Americana del Cáncer.

«En el estudio del melanoma es evidente que hubo un número bastante significativo que tuvo una respuesta», dijo Chambers. «Y con esta enfermedad, no ha habido mucho éxito en el tratamiento de estos pacientes. Su pronóstico ha sido pobre. Ellos aprendieron algunas lecciones importantes en este estudio»

Para que esta vacuna funcione, los pacientes tenían que tener un tipo de tejido en particular, llamado HLA-A2, que está presenten en aproximadamente la mitad de los blancos.

El año pasado, la Administración de Alimentos y Fármacos (FDA) de los Estados Unidos aprobó una vacuna para tratar el cáncer de próstata. Los investigadores de la Universidad de California en Los Ángeles también están trabajando en una vacuna para tratar el glioblastoma, el tipo más agresivo de tumor cerebral maligno.

La vacuna contra el melanoma se basa en un péptido, o una pequeña porción de una proteína, que está presente en la superficie de las células del melanoma del cáncer. Conocida como la vacuna de péptido gp100, la inyección prepara al sistema inmunológico a reconocer la proteína, por lo que a continuación, busca las células que producen la proteína y las destruye.

La interleucina-2, una droga impulsora del sistema inmunológico, mejora la eficacia de la vacuna, estimulando la producción de linfocitos, un tipo de glóbulos blancos de la sangre que circulan por todo el cuerpo. Más linfocitos circulantes significan más células disponibles para hacer el trabajo que la vacuna las ha «educado» para hacer, dijo Schwartzentruber.

La tasa de supervivencia de cinco años para los pacientes con melanoma es de menos del 10%, según los expertos. La interleucina-2 ya está aprobada por la FDA para tratar el melanoma metastásico y el cáncer de riñón.

Los investigadores dijeron que su próximo paso es mejorar la eficacia de la vacuna. Esperan que mediante la combinación de la vacuna con otros agentes (llamados adyuvantes) o los medicamentos de estimulación inmunológica, podrían obtener una respuesta más fuerte.

«Ahora tenemos una prueba contundente de que un tratamiento inmunológico puede ser beneficioso, pero en este momento, los beneficios son pequeños», dijo Schwartzentruber. «Lo que hemos decidido hacer es tratar de desarrollar una vacuna más potente antes de hacer otro estudio.»

La vacuna, en caso de ser aprobada por la FDA, sería relativamente barata, ya que está basada en una proteína presente en la mayor parte de cánceres de melanoma, mientras que otras vacunas han tenido que ser creadas para cada paciente individual, dijeron los investigadores.

La vacuna fue desarrollada en el Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos, que también financió el estudio.
junio 7/2011 (Intramed)

Schwartzentruber D.J., Lawson D.H., Richards J.M., et al. gp100 Peptide Vaccine and Interleukin-2 in Patients with Advanced Melanoma. N Engl J Med; junio 2/2011; 364:2119 – 2127.

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Pustulosis palmoplantar una enfermedad distinta de la psoriasis
Debería considerarse como una enfermedad de la inmunidad innata que comparte algunas características con la psoriasis, pero es genéticamente diferente.

Dres. Anne C. de Waal & Peter C. M. Van de Kerkhof
Journal of Dermatological Treatment. 2011; 22: 102–10
  
La pustulosis palmoplantar PPP tiene una prevalencia del 0.01-0.05%.  Sin embargo, en un departamento de dermatología la PPP no es una enfermedad rara.  Ashurst revisó la literatura que apareció antes de 1960 y es remarcable que la relación con psoriasis es tan vieja como las descripciones originales de Andrews y Barber, quienes piensan que la PPP no está relacionada vs está relacionada con psoriasis, respectivamente.

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