Historia sucinta de la coloproctología

Frederick Salmón fundó el Hospital en el año 1835 para «los pobres que sufrían fístula y otras enfermedades del recto».

En 1853, el francés Desormaux utiliza por primera vez un tubo metálico con iluminación especial para poder examinar el recto, inaugurando así la endoscopia rectosigmoidea. Poco tiempo después, Kelly, de
Baltimore, emplea en doscopios de mayor calibre, que fueron perfeccionados sucesivamente por Pennintong, Laws, Tuttle, Lockhart – Mummery, Strauss, Quenú, Duval, Hartmann, R. Bensaude, etc.

El guante y el dedil de goma se usan desde 1896 (un año después del rectoscopio de Kelly). Antes de esta fecha costaba trabajo convencer a los médicos de que el uso del dedil de goma no disminuía la sensibilidad del dedo.

Hoy la proctología está extendida por todo el mundo, y tal vez sean Estados Unidos y Francia los países
donde ha tenido más brillantes cultivadores, aunque, afortunadamente para la especialidad, en todas partes hay magnificas escuelas y destacados cirujanos colorrectales.

Lo que aconteció en tiempos más o menos remotos es lo que, de algún modo, determina las líneas maestras de nuestros trabajos y de nuestra indagación positiva. Porque, en definitiva, ayer como hoy y hoy como mañana, todo lo que vamos llevando a cabo es siempre el resultado de un esfuerzo mantenido en la historia: el esfuerzo por conocer, del que hablaba Aristóteles, lo que define esencialmente a la criatura humana.

Dr. G. Fernández Albor
Director del Instituto Policlínico «La Rosaleda». Jefe del Servicio de Cirugía General del Centro de
Diagnóstico y Tratamiento de la S. S. «Concepción Arenal». Santiago de Compostela, España.

Vea el texto completo.

Tomado del texto: Temas de Coloproctología. Tomo I, de Javier Lentini, edición revolucionaria, 1982, en colaboración con 102 coautores de doce países..

 

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