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Investigadores hallaron un patrón de genes que permiten pronosticar con más precisión qué personas vivirán hasta los 100 años o más, incluso si tienen otros genes asociados con enfermedades. Los resultados, publicados en la revista Science, ofrecen la tentadora posibilidad de pronosticar quién tendrá una larga vida. También ponen en duda la precisión de los test actuales que ofrecen vaticinar el riesgo de una persona de sufrir enfermedades crónicas como Alzheimer.
Varios equipos de investigadores identificaron patrones genéticos ligados con una edad extremadamente avanzada. Pero uno liderado por Paola Sebastiani y el doctor Thomas Perls, de la Boston University, dijo que su estudio ofrece el enfoque más exacto hasta el momento.
El equipo analizó a más de 1000 personas de 100 años o más y las combinó con otras 1200 personas para identificar los patrones genéticos más comunes en los más viejos, usando una técnica llamada estudio de asociación de genoma completo.
Sorpresivamente, las personas más longevas compartían muchos de los genes ligados con enfermedades. Los genes «de la vejez» parecían cancelar los efectos de los genes asociados con dolencias físicas.
«Mucha gente podría decir «bueno, quién quiere vivir hasta los 100 años», porque creen que (a esa edad) se sufren todas las enfermedades relacionadas con la vejez, se está al borde de la muerte y seguro se padece Alzheimer, pero no es así», dijo Perls.
«Hemos notado en trabajos previos que el 90% de las personas centenarias no tienen discapacidades a la edad promedio de 93 años. Antes creíamos que para llegar a los 100 no había que tener ciertas variantes asociadas con enfermedades. Pero, en este caso, vimos que no era así», afirmó.
El equipo identificó 19 patrones entre alrededor de 150 genes y dijo que éstos lograron pronosticar qué personas integrarían el grupo de los extremadamente ancianos con un 77% de exactitud.
«Algunas marcas se relacionan con una mayor supervivencia, otras con la demorada aparición de enfermedades relacionadas con la edad, como demencia, enfermedad cardiovascular o hipertensión arterial», dijo Sebastiani.
Los investigadores enfatizaron que tener estos genes no daría un pase libre para fumar, tomar y comer en exceso.
Los devotos a la iglesia Adventista del Séptimo Día tienen una esperanza de vida promedio de 88 años, ocho años más que sus contemporáneos estadounidenses.
«Llegan hasta ahí en virtud de que su religión les pide ser vegetarianos, de que hacen ejercicio regularmente, no toman alcohol (…) y no fuman”, puntualizó. “Esto realmente habla de la increíble importancia del estilo de vida», opinó.
Los investigadores de Boston dijeron que no planean comercializar un test para identificar los genes de la longevidad y que están trabajando en una página web para que las personas que hicieron una secuenciación de su ADN puedan comprobar si tienen alguno. Actualmente, una de cada 6000 personas viven hasta los 100 años y una de cada 7 millones hasta los 110.
Washington, julio 6/2010 (Reuters)

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