El ritmo circadiano o reloj biológico es el encargado de regular la función de las células madre de la piel. Así lo afirma un estudio del grupo Homeóstasis Epiterial del Centro de Regulación Genómica que se publicó en el último número de Nature.
Los investigadores han descubierto que el comportamiento de las células madre de la piel está regulado por un reloj biológico interno, y que su correcto funcionamiento es necesario para el mantenimiento del tejido. El reloj biológico permite que las células madre se dividan en los momentos en los que la piel ya no está expuesta a posibles daños, cuando sería más vulnerable a la acumulación de mutaciones en el ADN, como en las horas máximas de radiación solar, lo que ocasiona una pérdida de su capacidad regenerativa o una mayor predisposición a desarrollar tumores.
«El reloj biológico permite un ajuste preciso de comportamiento temporal en las células madre, de manera que el sistema se adapta a las necesidades del tejido según la hora del día. Existe un reemplazo constante de las células, y por ello un mínimo riesgo de acumular mutaciones en el ADN. Si se pierde este control, las células madre pueden acumular daños, y la probabilidad de envejecimiento celular y de generación de tumores aumenta», advierte Salvador Aznar Benitah, coordinador del estudio.
Los genes Bmal1 y Period1/2 son los encargados de regular la actividad o el reposo de la regeneración celular. Mediante la manipulación genética de ambos, la perturbación del reloj biológico impedía a las células saber cuándo tenían que ejercer su función, lo que ocasiona problemas a largo plazo en el envejecimiento y la generación de tejido.
Noviembre 14/2011 (Diario Médico)
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