mosquitos transgénicos

El nuevo modelo de mosquitos se ha obtenido con la inserción, mediante edición genética, de un elemento de ADN en la línea germinal de «Anopheles stephensi», uno de los insectos vectores del paludismo, típico de Asia. El gen añadido evita la transmisión del paludismo y se difunde a un 99,5 % de las crías. El hallazgo se publica en «Proceedings of the National Academy of Sciences».

Anthony James, profesor de Biología Molecular y Bioquímica y Microbiología y Genética Molecular en la Universidad de California (Irvine), destaca que el estudio ha demostrado cómo la técnica Crispr/Cas9 puede adaptarse para eliminar el paludismo. Ampliar…

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Científicos hallaron una forma de modificar mosquitos genéticamente para producir semen solo capaz de generar machos, lo que ofrece un potencial nuevo enfoque en la lucha contra e paludismo y su erradicación.

Investigadores del Imperial College de Londres probaron un método genético que distorsiona el sexo de los mosquitos «Anopheles gambiae» -principal transmisor del parásito del paludismo- y evita que se produzcan hembras, que son las que pican y transmiten la enfermedad a los humanos.

En un estudio publicado en la revista científica «Nature Communications», el equipo informó que en las primeras pruebas de laboratorio, la técnica creó una variedad de mosquito totalmente fértil que producía descendencia masculina en un 95 %.

«Por primera vez, hemos podido inhibir la producción de descendencia femenina en el laboratorio y esto proporciona nuevos medios para eliminar la enfermedad», dijo Andrea Crisanti, que lideró la investigación en el departamento de ciencias biológicas de la institución británica.

Nikolai Windbichler, coautor del estudio, dijo que lo más prometedor de los resultados era que son autosustentables.

«Una vez que se introducen mosquitos modificados, los machos comenzarán a producir fundamentalmente descendencia masculina, y sus hijos harán lo mismo, así que esencialmente los mosquitos hacen el trabajo por nosotros», dijo.

La esperanza es que si esto se replica en la naturaleza, finalmente podría hacer desaparecer a la población de mosquitos transmisores del paludismo.

Expertos que no estuvieron directamente relacionados con el estudio se mostraron impresionados con los resultados y entusiasmados por su potencial.

El paludismo ocasiona la muerte a unas 627 000 personas por año a nivel mundial, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), y la gran mayoría de sus víctimas son bebés y niños de África subsahariana.

Su control se ha visto amenazado por la expansión de mosquitos resistentes a los insecticidas y parásitos del paludismo que no ceden ante los fármacos. La OMS estima que más de 3400 millones de personas siguen en riesgo de contraer la enfermedad.
junio 18/2014 (Reuters)

Tomado del Boletín de Prensa Latina: Copyright 2012 «Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.»

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Brasil acaba de autorizar el uso de mosquitos Aedes aegypti genéticamente modificados con el propósito de dar un paso crucial en el combate contra estos insectos, principales transmisores de la enfermedad del dengue, que el año pasado padecieron 1,5 millones de personas en el país y provocó 545 muertes.

La Comisión Técnica Nacional de Bioseguridad (CTNBio), un órgano dependiente del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación, aprobó el pasado 10 de abril por 16 votos a favor y uno en contra la comercialización de la variante macho OX513A de la especie, a la que se han introducido dos genes adicionales que les impiden tener crías viables. Con la manipulación genética, el mosquito puede procrear, pero sus descendientes morirán antes de llegar a la fase adulta, lo que puede reducir a su mínima expresión la población de Aedes aegypti.

No obstante, algunas organizaciones alertan de que no existen pruebas científicas que avalen esta tesis y del riesgo biológico que podría suponer la erradicación del insecto.

La firma británica Oxitec será la encargada de poner en marcha la producción masiva de la variante modificada, después de tres años de experimentos en colaboración con la organización social brasileña Moscamed. La decisión del Gobierno brasileño se apoya en dos ensayos desarrollados en la localidad de Juazeiro, en el interior del Estado de Bahía, donde la puesta en libertad de estos mosquitos transgénicos ha logrado, según los investigadores, una disminución del 81% y del 93% de la población de la especie. Los ejemplares liberados sobreviven entre dos y cuatro días, de forma que la población crece al principio artificialmente de manera exponencial para después caer en picado. Los machos transgénicos no pican y solo las hembras tienen la capacidad de transmitir el dengue a los humanos.

«Como científica, no puedo afirmar que el riesgo sea cero, de la misma manera que una vacuna tampoco tiene una eficacia del 100%. Lo que sí puedo decir es que el proyecto funciona y que el potencial de este insecto genéticamente modificado es muy bueno. Es importante que tomemos algunas precauciones, como realizar todos los controles de calidad en la producción. No podemos lanzar al mercado mosquitos con deficiencias, o dejar escapar hembras. Sería como vender leche contaminada», explica la bióloga molecular especializada en mosquitos e investigadora del proyecto Margareth Capurro.

Según el Ministerio de Sanidad, Brasil tiene 321 ciudades en situación de riesgo y 725 en estado de alerta ante una posible epidemia. Todos los años, en el periodo de lluvias registrado a partir de marzo, innumerables municipios brasileños entran en una suerte de histeria colectiva generada por la explosión del dengue, que provoca vómitos, fiebre y dolores musculares, y contra el que aún no existe ninguna vacuna de eficacia probada. La gran preocupación radica en que su variante hemorrágica puede llevar a la muerte. Por ahora, los únicos medios de prevención se resumen en evitar la acumulación de espacios de agua estancada (que se convierten en criaderos de Aedes aegypti), el uso de repelentes contra la picadura de insectos y la pulverización de pesticidas, una opción que puede entrañar riesgos para la salud humana.

Tras la luz verde de la CTNBio, que se limita a avalar la seguridad de la comercialización de los mosquitos transgénicos, la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria (Anvisa) tendrá que aprobar el registro comercial del producto y controlar su salida al mercado.

Capurro asegura que la puesta en libertad del mosquito transgénico «no persigue la erradicación de la especie, sino la reducción de su población a niveles que minimicen la transmisión del dengue». La científica recuerda que la misma especie, que tiene su origen en Singapur y llegó a Brasil a bordo de barcos y aviones, fue erradicada en el país americano en la década de los cincuenta del siglo pasado mediante el uso de insecticidas. Su reintroducción se produjo en los años ochenta.

Según el primer ejecutivo de Oxitec, Hadyn Parry, «el perfil medioambiental benéfico y su excelente eficacia comprobada hacen que el mosquito modificado sea una nueva y valiosa herramienta para complementar los esfuerzos de las autoridades sanitarias de todo el mundo en la lucha contra los mosquitos que transmiten el dengue».

«No hay datos que demuestren que este mosquito reduzca la incidencia del dengue», contradice Gabriel Fernandes, asesor de la organización brasileña de agricultura familiar y agroecología AS-PTA. «Ineficaces y peligrosos, los insectos transgénicos de Oxitec son un mal escaparate para las exportaciones británicas a Brasil. Un intento desesperado de apoyar la biotecnología británica y de recompensar a los inversores de capital de riesgo no debe cegar a los Gobiernos de Reino Unido y Brasil ante los riesgos de esta tecnología», asegura Helen Wallace, directora de la organización británica GeneWatc.
abril 29/2014 (Diario Salud)

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