etiopatogenia

La fusión de células normales puede provocar «catástrofes genómicas» que desencadenen procesos cancerígenos y favorezcan la formación de tumores, según un estudio publicadoen la revista The American Journal of Pathology

El estudio, llevado a cabo por investigadores de la Universidad de Michigan y la Clínica Mayo, ambos en Estados Unidos, apunta que esta fusión (que se produce cuando la célula se daña, se inflama o sufre una infección vírica) puede transformar células normales en cancerígenas.

Para llegar a esa conclusión, los científicos se centraron en el análisis de células epiteliales intestinales IEC-6 de ratas, especialmente apropiadas ya que cuentan con dos conjuntos de cromosomas, carecen de las características cancerígenas y se replican con normalidad.

Los investigadores sometieron estas células a procesos de estimulación química para provocar su fusión, y posteriormente inyectaron estas células fusionadas en ratones de laboratorio.

Los datos registrados indicaron que en los 12 meses siguientes a ser inyectados se detectó la formación de tumores en el 61 % de los ratones con células fusionadas, mientras que en el caso de células no fusionadas de los ratones del grupo de control, no había tumores.

«Descubrimos que un acto de fusión con células normales, no transformadas y citogenéticamente estables pueden provocar inestabilidad cromosómica, daño en el ADN, transformación celular y desarrollo maligno», explican los autores.

El doctor Jeffrey L. Platt, de la Universidad de Michigan-Ann Arbor, señaló que esta «inestabilidad cromosómica», que se refiere a los cambios en la apariencia y número de cromosomas, es característica de los procesos cancerígenos.

Asimismo, Xiaofeng Zhou, otro de los autores principales del estudio y también de la misma universidad, recalcó que el hallazgo demuestra que una sola fusión celular puede desencadenar procesos malignos y alimentar la evolución del tumor que conlleva

Hasta ahora, se conocía que la fusión celular podía estar detrás de los múltiples cambios genéticos en los que se desarrolla el cáncer, pero no se había observado un vínculo directo entre ambos elementos.

junio 8 / 2015 (Notimex).-

Tomado del Boletín de Prensa Latina Copyright 2015 Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.

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Una de las causas por las cuales todavía no disponemos de una cura para el VIH (virus de la inmunodeficiencia humana) es que éste infecta las células del sistema inmunitario encargadas de activar la respuesta que tendría que frenar la infección. Concretamente, el VIH tiene como principal diana unos glóbulos blancos llamados linfocitos T CD4, que reciben este nombre porque tienen la proteína CD4 en su membrana.
Los más de 20 fármacos disponibles en el mercado actúan bloqueando el ciclo que sigue el VIH     para       infectar estos linfocitos T CD4, pero no curan porque no consiguen eliminar del todo el virus del organismo. Uno de los motivos es que la medicación no actúa sobre las células dendríticas, en las que el VIH también penetra. Como estas células son las encargadas de activar la respuesta inmunitaria, cuando lo hacen, infectan los linfocitos T CD4, lo que da lugar a que el virus se propague de forma eficaz.
Ahora, científicos del Instituto de Investigación del Sida IrsiCaixa han identificado la puerta de entrada del VIH a estas células dendríticas, un enigma que la comunidad científica intentaba descifrar desde hacía años. El estudio, publicado en la revista PLoS Biology (doi:10.1371/journal.pbio.1001454), se ha llevado a cabo en el marco del Programa de investigación y desarrollo de una vacuna contra el sida HIVACAT, impulsado conjuntamente por IrsiCaixa y el IDIBAPS-Hospital Clínic, en colaboración con la Obra Social la Caixa y ESTEVE, así como con el apoyo de los departamentos de Salud y de Economía y Conocimiento.
El hallazgo conforma el último gran logro de una línea de investigación liderada por el profesor de investigación ICREA de IrsiCaixa Javier Martínez-Picado y la investigadora de IrsiCaixa Nuria Izquierdo-Useros, en colaboración con un grupo de investigación de la Universidad de Heidelberg, en Alemania, coordinado por el profesor Hans-Georg Kräusslich, y otro de la Universidad de Lausanne, en Suiza, encabezado por Amalio Telenti.
Fruto de esta línea de trabajo, el pasado mes de abril ya publicaron un artículo en la misma revista, donde identificaron una molécula llamada gangliósido que se encuentra en la superficie del VIH y que es responsable de su entrada a las células dendríticas. Los nuevos resultados demuestran cuál es la molécula de las células dendríticas que captura el VIH para iniciar la rápida propagación por el organismo. Según Martínez-Picado, «teníamos la llave y ahora hemos encontrado la cerradura. El enigma está resuelto. Ya estamos trabajando en el desarrollo de un fármaco que bloquee este proceso y que permita mejorar la eficacia de los tratamientos actuales contra el sida».
Entrada de otros virus
Además, según apunta la investigadora Nuria Izquierdo-Useros, «hemos observado que la proteína que actúa como cerradura para la entrada del VIH también podría facilitar la entrada de otros virus y por lo tanto el hallazgo también podría llevar al desarrollo de tratamientos para otros infecciones que utilizan esta vía de propagación».
Para identificar la molécula de la membrana de las células dendríticas que captura el VIH, los investigadores centraron su investigación en estudiar una familia de proteínas presentes en la superficie de las células dendríticas llamadas Siglecs, de las que se sabe que se unen a los gangliósidos. Los científicos hicieron pruebas in vitro mezclando virus con células dendríticas que presentaban diferentes cantidades de Siglec-1 y concluyeron que cuando aumentaba la cantidad de Siglec-1 en la superficie de las células dendríticas, éstas incrementaban la captación de VIH, lo que desencadenaba un incremento del número de linfocitos T CD4 infectados.
En otra prueba, al inhibir la proteína acoplándola a anticuerpos y bloqueando la expresión del gen correspondiente, comprobaron que las células dendríticas perdían su capacidad de capturar los VIH y de transmitirlos a los linfocitos T CD4. Así, dedujeron que la Siglec-1 es responsable de la entrada del virus a las células dendríticas y que permite la transmisión a los linfocitos T CD4, y representa una potencial diana terapéutica.
diciembre 19/2012 (JANO)

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