Trabajo presentado por la Dra. Maria Magdalena Rubio Pampin, del Hospital Clínico Docente Quirúrgico «Dr. Miguel Enríquez», en la Convención Internacional de Ciencias Morfológicas, Morfovirtual 2018.
El citomegalovirus es un miembro de la familia de los herpes virus y tiene el genoma ADN más grande que cualquier virus conocido. El presente trabajo está basado en su detección mediante la citología exfoliativa de la saliva de edades pediátricas. A la observación microscópica los principales hallazgos fueron que las células infectadas están agrandadas, con grandes inclusiones intranucleares purpúricas rodeadas de un halo claro y pequeñas inclusiones citoplasmáticas basófilas. Consideramos que es un método inócuo, de sencilla aplicación y económico.
Extracto
A partir del triunfo revolucionario de 1959 y acorde con los principios de la Revolución, el estudio de la mortalidad infantil, así como su reducción se ha convertido en uno de los problemas fundamentales con los cuales se ha debido enfrentar la Revolución. Teniendo como premisa de que lo primero en nuestra sociedad socialista es la salud del hombre, fundamentalmente su representación más joven, los niños, por cuanto, es el hombre, quien con su trabajo rinde el fruto del desarrollo de la sociedad socialista prospera y sostenible.
Todos los estudios que se han hecho en nuestro país y el esfuerzo conjunto de las autoridades de Salud, estrechamente vinculados con las masas, nos han permitido reducir la mortalidad infantil a cifras bajas, lo que nos permite compararnos con los países más desarrollados.
Este trabajo se justifica por el hecho de que más de un 10 por ciento de los niños que fallecen por muerte súbita por debajo del año de edad, y cerca del 8 por ciento reportado por diversos autores presentan este virus en la glándula parótida.
El estudio en niños que ingresan en nuestras instituciones está plenamente justificado, ya que el método empleado no tiene riesgos para el paciente y nos permite relacionar la presencia de estas células con determinadas patologías.
El citomegalovirus es un miembro de la familia de los herpes virus y tiene el genoma DNA más grande que cualquier virus conocido, infecta primero la placenta y después al feto, constituyendo esta la forma congénita de la infección.
Otras vías de adquisición de la enfermedad son por lactancia materna, infectado por la madre en el momento del parto, adquirido en el hospital o en el hogar por transfusiones de sangre contaminadas, y por el síndrome de inmunodeficiencia adquirida (sida).
El nacimiento suele ser a menudo prematuro. En la forma clásica de la infección, los recién nacidos tienen una enfermedad diseminada progresiva aguda.
Es más frecuente la microcefalia que la hidrocefalia, aparece coriorretinitis en aproximadamente un 12 por ciento de los casos.
Los recién nacidos pueden estar asintomáticos o presentar síntomas leves.
Existen métodos empleados basados en las citologías exfoliativas de glándulas salivares y orinas con buenos resultados y que han servido como método de rápido diagnóstico.
La alteración citológica típica de la enfermedad de inclusión citomegálica, es la citomegalia con cuerpos de inclusión. S e trata de alteraciones producidas
Por el virus en el núcleo y citoplasma de células afectadas, las cuales se hipertrofian llegando a medir hasta 35 micras. El núcleo participa de esta hipertrofia y en el centro de él se encuentra u corpúsculo redondo intensamente basófilo. La cromatina nuclear esta condensada cerca de la membrana nuclear, dejando un halo claro alrededor del corpúsculo de inclusión.
Esta morfología celular especial le da a la célula la apariencia de un ojo de un pájaro que muy difícilmente escapa a la vista del observador por su gran tamaño.
Este virus es capaz de producir diferentes tipos de infecciones en el hombre como muerte intrauterina, malformaciones congénitas, neumonía intersticial por déficit inmunológico, síndrome de mononucleosis infecciosa, y además es potencialmente oncogénico. 6,7,8,9.
Actualmente es de gran importancia la detección de antígenos de citomegalovirus en la sangre, para un diagnóstico confirmativo de la enfermedad.
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Comentarios realizados:
dra maria magdalena rubio pampin @ 6:04 pm
Deseaba comentar que estas sencillas consideraciones fueron inspiradas por la memoria de mis profesores de patología pediátrica, el Dr. Medina del hospital materno infantil ¨Hijas de Galicia¨ y el Dr. Néstor Acosta del hospital ¨Ángel Arturo Aballí¨, que ya en mi tercera edad los recuerdo con gran admiración y respeto.
Excelentes profesores y patólogos cubanos.
Dra. Rubio Pampin
Patólogo.