Personas que contrarrestan el estrés con el humor viven 4 años y medio más

Las personas que contrarrestan el estrés con el humor tienen un sistema inmunitario sano, padecen un 40% menos de infartos de miocardio o apoplejías, sufren menos dolores en los tratamientos dentales y viven cuatro años y medio más. Por eso los científicos recomiendan reírse, al menos, 15 minutos al día. Así lo han resumido un grupo de expertos en el video divulgativo Cerebro feliz: la risa y el sentido del humor, elaborado por la Universidad de Navarra y presentado en Madrid.
«Humor y felicidad se asocian a llevarse bien con uno mismo y con el entorno. Para ello importan, sobre todo, el sentido de la vida y las relaciones con los demás. Si uno puede reírse de los impedimentos para ser feliz, es que los puede superar», afirma la catedrática de Bioquímica y Biología Molecular, Natalia López Moratalla.
Por su procesamiento lingüístico el humor es genuinamente humano y los chistes más reídos suelen caracterizarse por utilizar juegos de palabras para crear situaciones absurdas. Además, el humor sigue estrategias cerebrales diferentes para hombres y mujeres.
En general, las mujeres emplean más áreas cerebrales y, sobre todo, integran más que los varones lo emocional en los diversos procesos, incluidos los cognitivos. Para los hombres lo ilógico es suficiente para el sentido del humor. Las mujeres, sin embargo requieren que lo absurdo sea gracioso para provocar la emoción de lo divertido.
«La mayor activación cerebral en la región prefrontal en las mujeres sugiere un mayor uso de la memoria a corto plazo en el procesamiento de la coherencia, el giro mental, la abstracción verbal, la atención autodirigida y el análisis de lo relevante», aclara Moratalla.
En este sentido Moratalla compara el proceso cerebral del humor entre hombres y mujeres con un mapa de Metro: «Aunque los puntos de partida y llegada coincidan, las mujeres emplean más estaciones e implican mayor recorrido. Tanto en ellos como en ellas, captar lo absurdo hunde sus raíces en la capacidad específicamente humana del cerebro ejecutivo de almacenar, manipular y comparar elementos interdependientes», puntualiza.
«Primero usamos áreas de la corteza cerebral para procesar palabras y darnos cuenta de que lo escuchado o leído no tiene sentido. Después, utilizamos la zona que procesa los sentimientos. Allí lo absurdo o lo gracioso genera una emoción placentera», explica Moratalla.
«Interviene para ello -continúa la catedrática- la dopamina, conocida como hormona de la felicidad, que acciona el sistema de recompensa estimulando el interruptor central, llamado núcleo accumbens. Una vez activado, ese interruptor envía señales de felicidad a la corteza prefrontal. Por último, el sistema de recompensa y placer se encarga de generar la reacción eufórica, la carcajada, desde la tercera capa del cerebro».
El vídeo recoge investigaciones del profesor británico Richard Wiseman y su Laboratorio de la Risa, así como artículos de revistas científicas: Nature Neuroscience y Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS), entre otras. El resumen muestra de forma esquemática qué sucede en el cerebro desde que nos cuentan un chiste hasta que nos reímos.
Se enmarca dentro del proyecto de la Universidad de Navarra Los secretos de tu cerebro que, en una veintena de vídeos, pretende analizar, resumir y comunicar qué dicen las neurociencias de vanguardia sobre el cerebro.
Madrid, diciembre 24/2010 (Europa Press)

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