Las mutaciones en la localización del gen LMO1 se asocian en gran medida con la susceptibilidad al desarrollo de neuroblastoma, lo que podrían influir en la posibilidad de futuras alteraciones que pueden conducir a la progresión maligna, según un estudio del Hospital Infantil de Filadelfia, Estados Unidos, que se publica en la edición digital de la revista Nature.
El neuroblastoma es un cáncer asociado al sistema nervioso simpático que da lugar al 10% de la tasa de mortalidad por cáncer pediátrico. El gen LMO1 se expresa principalmente en el sistema nervioso y, junto con otros miembros de esta familia genética, se encuentra muy implicado en las causas del cáncer humano.
Los científicos, dirigidos por John Maris, utilizaron un método genómico integral para mostrar que mutaciones genéticas comunes asociadas con la predisposición al neuroblastoma podrían también marcar regiones del genoma proclives a las alteraciones somáticas y que pueden influir en la progresión tumoral.
Los autores sugieren que en los cánceres infantiles, como el neuroblastoma, el poder real de los estudios de asociación amplia del genoma podría estar en la identificación de las dianas terapéuticas y los marcadores biológicos de la agresividad de la enfermedad.
Madrid, diciembre 2/2010 (Europa Press)
Identifican un marcador genético asociado al cáncer cerebral en niños
En: Noticias