septiembre 2015 Archivos

La trombosis es responsable de una de cada cuatro muertes en el mundo y produce más decesos que el Sida y los accidentes de tránsito, señaló un informe difundido  en Buenos Aires.

La estimación sobre la trombosis como causa de muerte fue aportada por el científico Gary Raskob, director del Comité para el Día Mundial de la Trombosis de la Sociedad Internacional de Hemostasia y Trombosis, durante una exposición en la capital argentina.

Raskob, decano de la Facultad de Salud Pública de la Universidad de Oklahoma, Estados Unidos, resaltó que «la trombosis venosa no discrimina y afecta a personas de todas las edades, sexo, clase sociales, o etnias».

«Por año, en el mundo, se registran cerca de 10 millones de casos, que dan como resultado entre 100 mil y 300 mil muertes solamente en los Estados Unidos y 544 mil en Europa», aseguró el profesional estadounidense.

En Estados Unidos y en el Reino Unido, la trombosis cobra más víctimas fatales que la sumatoria de los fallecimientos por Sida , cáncer de mama, cáncer de próstata y por accidentes de tránsito, comparó.

«Si sumamos las muertes por cualquiera de las manifestaciones que tienen origen en la trombosis, veremos que representan una de cada cuatro defunciones en el mundo», calculó Raskob.

«Un coágulo sanguíneo en la pierna o pulmones puede ocurrirle a personas de cualquier edad, sobre todo en aquellos casos en que por diversas causas (cirugías, enfermedad es, y otras) deben permanecer quietos o con escasa movilidad durante muchas horas», señaló Andrea Rossi, presidenta del Grupo Cooperativo Argentino de Hemostasia y Trombosis.

Sin embargo, la trombosis es más frecuente en personas de edad avanzada: por ejemplo, un individuo de 80 años de edad tiene un riesgo entre cinco a seis veces más que uno de 40.

La recomendación es moverse y mantener una vida activa posible de acuerdo a las posibilidades de cada uno», sostuvo la Patricia Casais

Los especialistas reconocieron que más de dos tercios de los casos de trombosis venosa ocurren en los propios centros asistenciales, en ocasión de internaciones prolongadas debido al reposo en cama, por enfermedad es graves, por cirugías inmovilizadoras, como cirugía mayor de cadera o rodilla (casos de fractura o reemplazo de cadera o rodilla), cirugía abdominal mayor (por ejemplo, cirugía por cáncer de colon) o cirugía de tórax y cirugías neurológicas (como las de cerebro o de médula espinal).

Lo cual hace de la trombosis venosa sea la primera causa de muerte hospitalaria prevenible, alertaron.

Además, el riesgo de trombosis venosa es dos a tres veces mayor en personas obesas comparado con personas de peso normal

Los especialistas advirtieron que para las mujeres se incrementan también las probabilidades por el uso de medicaciones que contienen hormonas, como los anticonceptivos orales y las terapias de reemplazo, o haber dado a luz un bebé recientemente.

septiembre 19/ 2015 (PL)

Tomado del Boletín de Prensa Latina Copyright 2015 Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.

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El aumento de la probabilidad de fallecimiento es de 7,1 veces si la madre presenta hipertensión arterial preexistente y el parto es prematuro.

Las mujeres que sufren complicaciones durante el embarazo presentan un mayor riesgo de morir por enfermedad cardiaca que las que tienen embarazos sin complicaciones, según un estudio que se publica en «Circulation», la revista de la Asociación Americana del Corazón. Las enfermedades cardiovasculares (ECV) son la primera causa de muerte en mujeres estadounidenses, con 399 503 mujeres fallecidas en 2013, según la Asociación Americana del Corazón. Las ECV son también la causa principal de muerte entre hombres estadounidenses.

Los investigadores analizaron el «Public Health Institute»s Child Health and Development Studies» (CHDS), en el que participaron 15 528 mujeres embarazadas del área metropolitana de Oakland, California, en Estados Unidos, desde 1959 hasta 1967. A partir de 2011, 368 mujeres (con una media de 66 años de edad) habían muerto de ECV.

Los científicos confirmaron varias complicaciones en el embarazo asociadas con las enfermedades cardiovasculares detectadas en otros estudios (preeclampsia, parto prematuro y bebés pequeños para la edad gestacional del parto), pero también detectaron que la preeclampsia en el embarazo temprano predice la muerte prematura por ECV antes de los 60 años.

Asimismo, estos expertos detectaron que el riesgo de muerte por ECV se incrementó significativamente por la combinación de eventos durante el embarazo: 7,1 veces cuando la madre tenía hipertensión arterial preexistente (diagnosticada hasta 20 semanas de embarazo) y un parto prematuro.

El riesgo de fallecimiento por enfermedad cardiovascular fue también 5,6 veces más elevado cuando la mujer embarazada padecía hipertensión preexistente y preeclampsia (caracterizada por presión arterial alta y alto nivel de proteínas en la orina); 4,8 veces superior cuando había hipertensión preexistente y tamaño del bebé pequeño para la edad gestacional, y 5 veces más riesgo cuando la mujer presentaba hipertensión gestacional y parto prematuro.

Los investigadores también identificaron dos nuevas complicaciones en el embarazo que predisponen a las mujeres a la muerte por ECV: 4,2 veces con glucosuria en la orina, o altos niveles de azúcar en la orina, y 1,7 veces en el caso de descenso de la hemoglobina, una medida de la capacidad de las células rojas de la sangre para transportar oxígeno por todo el cuerpo.

El embarazo, una prueba de esfuerzo

La glucosuria y la disminución de la hemoglobina son dos nuevas complicaciones en el embarazo identificadas por los investigadores, que también ponen a las mujeres en riesgo de enfermedad cardiovascular. «El embarazo es realmente una prueba de esfuerzo para el sistema cardiovascular», afirma la doctora Barbara A. Cohn, autora principal del estudio y directora del CHDS en Berkeley, California.

«Estos factores de riesgo, que están en el registro de salud del paciente, deben llevar a los médicos a hablar con estas mujeres acerca de las maneras de reducir su riesgo de ataque cardiaco y otras enfermedades cardiovasculares», subraya esta investigadora.

Los autores también revelan un resultado inesperado: la hipertensión arterial que se desarrolló después de las 20 semanas de embarazo se asoció con ECV solo en las mujeres afroamericanas. Las afroamericanas, que constituían el 22 % de la población de estudio, tenían 1,7 veces más probabilidades de morir de patologías cardiovasculares, mientras que las mujeres blancas, asiáticas e hispanas presentaban mayor riesgo de hipertensión gestacional.
septiembre 25/2015 (JANO.es)

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En conmemoración del Día Mundial de Cáncer del Tiroides, asociaciones y profesionales de la salud alertan de un aumento en la incidencia de esta enfermedad y de la importancia de un diagnóstico temprano.

Con motivo del Día Mundial del Cáncer de Tiroides, que se conmemorado este jueves, profesionales médicos y asociaciones se han unido para concienciar a la población de la importancia de la exploración periódica del cuello y de un diagnóstico temprano para prevenir las consecuencias de este tipo de cáncer. Pese a ser infrecuente, con solo 3000 casos al año según los datos de la Asociación Española de Cáncer de Tiroides (Aecat), es de los tumores que más crece en la actualidad, siendo el octavo más diagnosticado en mujeres.

Pilar López Criado, del departamento de Oncología Médica del Centro de Cáncer MD Anderson, en Madrid, ha señalado que el cáncer de tiroides habitualmente se diagnostica de forma casual en ecografías y que afecta en mayor medida a las mujeres que a los hombres. Esto se debe principalmente al sistema hormonal femenino y, en parte, al impacto que tienen los embarazos en la glándula tiroides. Además, ha alertado de que «en los últimos años ha aumentado mucho la incidencia de este cáncer a nivel mundial. Uno de los factores de riesgo es la exposición a la radiación nuclear, pero existen otros que están siendo muy discutidos, como la exposición a campos magnéticos».

López Criado ha explicado que el índice de mortalidad es muy bajo y que las probabilidades de recuperación total son elevadas si se trata a tiempo. «La opción estándar es una buena cirugía, aunque también es útil el tratamiento de yodo radiactivo; son las técnicas más curativas. También está presente la alternativa hormonal con la terapia supresora».

El Centro de Cáncer MD Anderson aplica la técnica Mivat (Minimally Invasive Video Assisted Thyroidectomy) en los pacientes de cáncer de tiroides, una intervención quirúrgica que se realiza con una pequeña incisión de 1,5 a 2 centímetros por control endoscópico. Esta técnica permite una disección más precisa del tiroides, facilita la identificación de las glándulas paratiroides y de los nervios recurrentes, y está indicada para tratar tumores benignos y malignos.

Centros especializados
Según López Criado, no suelen quedar secuelas que alteren la calidad de vida de los pacientes recuperados, pero ante todo es necesario tratar bien el cáncer en un centro adecuado y especializado. «Las secuelas de la cirugía se producirían por la lesión del nervio en la intervención, pero en buenas manos esto no debería ocurrir. Si el cáncer se trata correctamente no debería dar complicaciones; puede quedar alguna secuela como la voz disfónica, pero en general los pacientes que superan el cáncer de tiroides pueden desarrollar una vida bastante normal».

Dentro de este contexto, la Aecat presentará el próximo domingo la campaña Hablemos alto y claro, con el objetivo de reivindicar la necesidad de crear una red coordinada de centros de referencia en cáncer de tiroides y de reducir las desigualdades de calidad asistencial existentes entre las comunidades autónomas.

Juan Antonio Puñal, de la sección de Cirugía Endocrina de la Asociación Española de Cirujanos (AEC), ha señalado que en los centros de referencia en el manejo del cáncer de tiroides «se disminuye el número de complicaciones, la necesidad de reintervenciones, la estancia hospitalaria y el coste hospitalario. Hay estudios que demuestran que las complicaciones postoperatorias pasan del 19 al 7,5 % y cuando éstas suceden, se está más capacitado para atenderlas».
septiembre 25/2015 (Diario Médico)

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La trombosis es una de las principales complicaciones que afectan a los pacientes con cáncer, ya que, no en vano, se trata de la segunda causa de mortalidad cuando están en tratamiento, según ha destacado el profesor Alok Khorana, de la Clínica Cleveland, Estados Unidos, durante unas jornadas organizadas por Sanofi con el aval de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM).

Khorana ha recordado que muchos pacientes con cáncer presentan trombosis, por lo que es necesario que los especialistas incidan en su profilaxis para reducir los riesgos que comporta esta enfermedad. Además, considera necesario mejorar el conocimiento en el uso de anticoagulantes, como la heparina, para evitar la posible aparición de trombosis en estos pacientes.

En este sentido, el hematólogo del Hospital Clínic de Barcelona, Pere Gascón, ha añadido que generalmente no suele avisarse a los pacientes de que se trata de un riesgo tan común. «Indicamos a los pacientes que se les puede caer el pelo, que se van a sentir más débiles, que podrían tener náuseas, etcétera. Pero no los avisamos de los síntomas que produce una trombosis para que sepan que deben acudir a urgencias», ha lamentado.

En las jornadas también ha participado el coordinador del Grupo de Trombosis de la SEOM, Andrés Muñoz, que actualmente está trabajando en la creación de una pruebagenética que permita saber con la máxima exactitud posible qué riesgo de sufrir trombosis tiene una persona que ha sido diagnosticada de cáncer.
septiembre 27/2015 (JANO.es)

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