El consumo de bebidas azucaradas ocasiona unas 184 mil muertes de adultos cada año, según asegura un estudio publicado en Circulation, en el que por primera vez se ha calculado el impacto a escala global de este problema.
Investigadores de los Estados Unidos estudian el impacto en adultos a escala mundial de esta clase de productos, que en 2010 causaron 133 mil fallecimientos por diabetes, 45 mil por enfermedades cardiovasculares y 6 mil 540 por cáncer.
«En muchos países se produce un elevado número de muertes debido únicamente al consumo de bebidas azucaradas, por lo que debería ser una prioridad mundial reducir su consumo o eliminarlas de la dieta», asegura Dariush Mozaffarian, epidemiólogo de la Universidad Tufts de Boston, Estados Unidos, que ha liderado la investigación.
Según los resultados obtenidos por los científicos, en 2010 estos refrescos causaron un total de 133 mil fallecimientos por diabetes. Además, en este mismo período, provocaron 45 mil muertes por enfermedades cardiovasculares y 6 mil 540 por cáncer.
Para realizar estas estimaciones, los expertos seleccionaron aquellas sodas, bebidas de frutas, refrescos deportivos o energéticos, tés helados dulces, y zumos caseros que contenían al menos 50 kilocalorías por cada 23 centilitros. El equipo midió su consumo con los datos obtenidos en 62 modelos de encuestas sobre la dieta personal y sobre la disponibilidad de azúcar en 187 países.
Por último, emplearon estudios médicos sobre los efectos en la salud y meta-análisis estadísticos para calcular el impacto directo en la diabetes, y los efectos indirectos en los problemas relacionados con la obesidad como las enfermedades cardiovasculares, la diabetes y el cáncer.
Pese a los resultados obtenidos, «no es un problema complicado de resolver, ya que estas bebidas no tienen ningún beneficio para la salud, por lo que simplemente reducir el consumo evitaría decenas de muertes cada año», asegura Mozaffarian.
Latinoamérica y Caribe, los más afectados
La investigación también presenta los resultados por países y por franja de edad, dos parámetros que generan importantes diferencias. «Hay ocho naciones de Latinoamérica y el Caribe entre los 20 países con la mayor tasa de defunción», destaca Gitanjali Singh, bióloga de la Universidad Tufts de Boston, Estados Unidos, y coautora del estudio.
Esto se debe a que en estas zonas, las bebidas azucaradas hechas en casa son muy habituales. Este consumo se añade al de las marcas comerciales que también son comunes en otros países.
El estudio también revela importantes diferencias en función de la riqueza del país, ya que el 76 % de las muertes se producían en aquellos con una renta media o baja.
Entre los 20 países con mayor población, México tenía la mayor tasa de defunción provocada por estas bebidas, con casi 405 fallecimientos por cada millón de adultos, 24 mil muertos en total. En segundo lugar, pero con un porcentaje mucho menor se situaba Estados Unidos, con 125 muertos por cada millón de personas, 25 mil en total.
Más grave entre los más jóvenes
Por edades, el porcentaje de muertes y enfermedades crónicas provocadas por estas bebidas era mayor entre los adultos jóvenes –menores de 45 años– que entre los más viejos, aquellos que superaban los 65 años.
«Este dato es importante porque en muchos países los jóvenes son una parte importante de la fuerza de trabajo, con lo que el impacto económico de estas muertes y enfermedades es muy elevado», alerta Singh.
A medida que estos jóvenes envejezcan, los efectos del consumo de estas bebidas se agravarán, «lo que provocará una mayor tasa de muertes y minusvalías debido a enfermedades del corazón o diabetes», concluye la investigadora.
junio 30 / 2015 (JANO)