En los congresos de las sociedades españolas de Hematología y Hemoterapia, y de Trombosis y Hemostasia se confirma el rumbo positivo del pronóstico de las neoplasias con los nuevos tratamientos con evidencias de que el cáncer hematológico es cada vez más curable.
La leucemia mieloide crónica es el paradigma de las neoplasias hematológicas que se pueden curar gracias a las nuevas terapias biológicas. Así lo ha destaco Adrián Alegre, presidente del comité organizador del congreso español de Hematología, donde se han presentado estudios con este tipo de leucemia en la que los inhibidores de la tirosín cinasa obtienen un grado de respuesta molecular que permite incluso la suspensión terapéutica. Sin el tratamiento, los pacientes se mantienen en remisión completa durante mucho tiempo.
Para el mieloma múltiple también hay fármacos más eficaces -segunda generación de inmunomoduladores- que, combinados con estrategias de trasplante en pacientes jóvenes, llegan a triplicar la supervivencia. Así, en una fracción de los pacientes se puede hablar de curación.
A mejorar la superviencia de los pacientes con linfoma contribuyen también los fármacos de rescate, como inhibidores de cinasas y nuevos anticuerpos monoclonales.
Referente a la leucemia mieloide aguda del tipo promielocítico, se ha comprobado que la combinación del trióxido de arsénico y ácido transretinoico consigue remisiones completas y curaciones.
La terapia génica fue otro tema destacado del congreso. Esta estrategia vive una nueva era, de mayor seguridad con el perfeccionamiento de los vectores gammarretrovirales y la llegada de los lentivirales.
En anemia de Fanconi, el grupo de Juan Bueren, del Ciemat (Madrid), junto con los hospitales Niño Jesús (Madrid) y Valle de Hebrón (Barcelona), completa la recolección de células CD34 de pacientes con la anemia. Después, realizarán la corrección genética de las células en sala blanca y es de esperar que en 2015 recluten enfermos en los que infundir las células corregidas. Bueren investiga también en la terapia génica dirigida, más precisa y segura, y de la que ya hay ensayos en pacientes con el virus de inmunodeficiencia humana (VIH).
noviembre 19/2014 (Diario Médico)