MSF pide a la comunidad internacional que colabore con hechos para contener la epidemia en su origen; desde España se ha creado #StopEbola.
«El riesgo cero no existe y seguirán apareciendo casos de ébola en los países occidentales mientras no se contenga la epidemia en su origen, en los países del oeste de África», ha afirmado categoricamente José Antonio Bastos, presidente de Médicos Sin Fronteras (MSF), en la presentación de la campaña #StopEbola, que llama a la movilización para conseguir recursos y frenar el brote. Bastos ha afirmado que la ONG está desbordada y que necesitan financiación y profesionales sanitarios.
MSF avisó ya en abril de la aparición de la epidemia y sigue insistiendo en la necesidad de que los gobiernos occidentales colaboren cuanto antes con financiación, recursos materiales y humanos para frenar la crisis humanitaria compleja provocada por la patología, y que amenaza con crear una reacción en cadena. Según Bastos, el Gobierno español ha dirigido a esta crisis 500 000 euros , aunque la OMS estima que hacen falta 1000 millones de euros para hacerle frente.
Según la OMS, ya hay 13 700 casos de ébola confirmados. «Estamos en una aceleración de la epidemia y se estima que el número real sea el doble o incluso triple.Los infectados son la punta del iceberg de un problema más amplio». En Guinea Conakry, Sierra Leona y Liberia, donde la epidemia continúa activa, los sistemas de salud están colapasados, y está aumentando la mortalidad indirecta por patologías que no están recibiendo asistencia. Además, no hay abastecimiento de productos básicos, los sistemas sociales se han desestructurado y el clima social roza la violencia.
Desde MSF reclaman que se apoye la respuesta, que se continúe repatriando al personal internacional que se infecte y que «España se una a la respuesta con profesionales -militares y civiles- capacitados para trabajar con riesgo de contaminación biológica». Bastos ha pedido que se respete a los profesionales que consagran su labor al Ébola, y que las medidas que reciban los sanitarios que regresan a su país de origen se basen en la evidencia científica. Además, piden que se posibilite un puente aéreo en Las Palmas de Gran Canaria como punto logístico para enviar material y equipos.
En terreno
Fernanda Méndez, especialista en ébola y otras fiebres hemorrágicas, ha añadido que trabajar en el terreno contra el ébola no es sólo asistir en el centro de tratamiento, sino que la intervención tiene otras vertientes: acudir a las comunidades para explicar qué es la enfermedad y cómo actuar, además de mejorar la sensibilización, y de realizar el seguimiento de los contactos de los pacientes. «Sabemos que existen más casos de gente que no quiere acudir a los centros», lo que provoca que muera el paciente y su familia al completo, más si lo entierran y no lo incineran en el centro. «Hay que tener en cuenta las tradiciones y trabajar para que haya más aceptación», ha dicho por teleconferencia Carolina López, coordinadora de proyecto de MSF en Monrovia, donde la ONG ha construido el centro Elwa 3, el más grande hasta ahora, con 250 camas.
Allí se han tratado ya a 1184 pacientes de los que 324 se han curado. López ha añadido que hay grandes tragedias tras la enfermedad, porque además de la muerte, aquellos que se curan son excluidos de su comunidad , al igual que los bebés cuyos padres han muerto de ébola.
Bastos ha insistido en que la epidemia puede atajarse, como MSF y otras entidades lo han hecho ya en 18 ocasiones anteriores. Pero para ello hay que insistir en cuatro líneas de acción: «Aislamiento y tratamiento del paciente, seguimiento riguroso y aislamiento de sus contactos, gestión meticulosa de los cádáveres e información pública que permita luchar contra el estigma. Es factible hacerlo pero requiere que el tamaño de la respuesta sea proporcional».
octubre 29/2014 (Diario Médico)