Según un estudio del Servicio de Cardiología del Hospital Clínico de Valencia, esta lesión sirve para identificar tempranamente la aparición de arritmias malignas.
El Servicio de Cardiología del Hospital Clínico de Valencia ha publicado recientemente un estudio realizado en pacientes que han sufrido un infarto de miocardio reciente, con el objetivo de predecir precozmente el riesgo de muerte súbita y arritmias malignas tras el infarto. En este sentido, el estudio concluye que el tamaño de la cicatriz que el infarto deja en el ventrículo, podría ser un predictor precoz de la aparición de muerte súbita y arritmias malignas según ha informado el centro en un comunicado.
En este sentido, ha explicado que los pacientes que han sufrido un infarto de miocardio «tienen un mayor riesgo de morir repentinamente», siendo las arritmias (trastornos del ritmo del corazón) la causa más frecuente de este tipo de muerte súbita. «Pero no todos los pacientes presentan el mismo riesgo», ha agregado.
Según ha explicado la doctora Maite Izquierdo, cardióloga del Hospital Clínico de Valencia y autora del estudio, «la función del corazón pasadas unas seis u ocho semanas del infarto es el mejor predictor que usan los médicos para identificar a los pacientes más propensos a una mala evolución». Así, a mayor alteración de la función del corazón, más probabilidades de morir súbitamente», ha declarado.
Así, ha asegurado que a estos pacientes «se les indica la implantación de un desfibrilador, que es un dispositivo que puede tratar automáticamente las arritmias que pueden ocasionar la muerte». El hecho de que haya que esperar al menos seis u ocho semanas para que este dato sea válido «hace que no se pueda identificar precozmente a aquellos pacientes con peor pronóstico. Por otra parte, el uso de la función cardiaca como único parámetro hace que en alguna ocasión se implantanten desfibriladores en pacientes que probablemente no lo necesiten», ha apuntado.
En dicho estudio, ha señalado, se ha evaluado la utilidad de la cardioresonancia magnética nuclear, realizada de forma precoz tras el infarto, para predecir riesgo de muerte súbita y arritmias malignas. El estudio se ha llevado a cabo con una muestra total de 440 pacientes a los que se les realizó una resonancia cardiaca siete días después del infarto.
Esta investigación concluye que el tamaño del infarto medido por resonancia, es decir, el tamaño de la cicatriz que el infarto deja en el ventrículo, podría ser un predictor precoz de la aparición de muerte súbita y arritmias malignas.
En este sentido, ha indicado que las conclusiones a las que han llegado «son importantes» porque el tamaño de la cicatriz junto con la función del corazón «podría seleccionar de forma más precoz a un grupo más concreto de pacientes de alto riesgo, aunque se necesitarán más estudios para confirmar estos hallazgos y llevarlos a la práctica clínica», ha señalado.
diciembre 12/ 2013 (JANO)
Izquierdo M, Ruiz-Granell R, Bonanad C, Chaustre F, Gomez C, Ferrero A.Value of early cardiovascular magnetic resonance for the prediction of adverse arrhythmic cardiac events after a first noncomplicated ST-segment-elevation myocardial infarction.Circ Cardiovasc Imaging. 6(5):755-61. doi: 10.1161/CIRCIMAGING.113.000702. 2013 Ago 7.