Una de las claves para poder vivir saludablemente pese a tener diabetes de tipo 1 o de tipo 2 es monitorizar los niveles de glucosa (azúcar) en sangre para asegurarse de que estos permanecen en niveles estables. La gente puede hacer esto en sus casas de un modo fácil y fiable utilizando dispositivos electrónicos que detectan los niveles de azúcar en una gota pequeña de sangre.
Ahora, un equipo de investigadores ha ideado una nueva manera, no invasiva, para hacer esta vigilancia aún más sencilla y llevadera. Utilizando luz láser infrarroja aplicada sobre la piel, ellos han conseguido medir los niveles de azúcar en el fluido dentro y debajo de las células de la piel, obteniendo el valor del nivel de azúcar en sangre. Esto abre la magnífica posibilidad de que los pacientes diabéticos puedan medir sus niveles de glucosa sin necesidad de pinchazos ni de tiras reactivas.
Este prometedor avance tecnológico es obra del equipo de Miguel A. Pleitez, Tobias Lieblein, Alexander Bauer, Otto Hertzberg y Werner Mäntele, del Instituto de Biofísica dependiente de la Universidad Johann Wolfgang Goethe en Fráncfort, Alemania, así como Hermann von Lilienfeld-Toal de la empresa germana Elté Sensoric GmbH.
La meta de estos investigadores es desarrollar una versión comercial del dispositivo, que constituya una manera más fácil, menos molesta, no invasiva y más barata, de vigilar los niveles de glucosa en sangre.
Su nueva estrategia óptica se basa en el uso de espectroscopía fotoacústica para medir la glucosa a través de su absorción de luz en el infrarrojo medio. Un pulso indoloro de luz láser es aplicado externamente a la piel. El pulso es absorbido por las moléculas de glucosa. Eso genera un sonido característico que puede ser medido. Esta señal permite a los investigadores detectar glucosa en los fluidos de la piel en cuestión de segundos.
Los datos que muestran los niveles de glucosa en las células cutáneas a una centésima de milímetro por debajo de la piel permiten deducir los niveles de glucosa en sangre, aunque los intentos previos de utilización de espectroscopía fotoacústica con este fin se habían visto obstaculizados por distorsiones relacionadas con cambios en la presión del aire, la temperatura y la humedad, causados por el contacto con la piel viva.
Estos problemas han sido ahora superados en la nueva tecnología y solo falta que ésta reciba las aprobaciones oficiales oportunas de las autoridades sanitarias.
El primer modelo disponible para el público estará a punto dentro de tres años, y tendrá el tamaño de una caja de zapatos. El siguiente modelo, unos años después, será bastante más pequeño.
noviembre 26/2013 (Diario Salud)