El tabaco es el principal factor de riesgo de los infartos prematuros, según se desprende de un estudio publicado en la Revista Española de Cardiología, que también recoge, entre otras causas de dicha lesión, dislipemia y los antecedentes familiares. Eva Andrés, miembro de la Unidad de Investigación y Epidemiología Clínica del Hospital Universitario 12 de Octubre y coautora del trabajo, precisa que «el tabaco multiplica por seis las posibilidades de sufrir un infarto agudo de miocardio entre los jóvenes.
Concretamente, alrededor del 75% de los pacientes jóvenes que sufren un infarto agudo del miocardio (IAM) son fumadores». La investigación, que incluye una muestra de 12 096 pacientes hospitalizados tras un IAM, de los que 685 sufrieron un IAM prematuro (alrededor de un 6%), señala también que el perfil de riesgo cardiovascular varía en función de la edad del paciente. En los jóvenes los factores de riesgo son el tabaco, presente en un 76,78% de los casos, y la dislipemia, hallada en un 50,21% de los pacientes.
En el caso de los mayores de 46 años, la hipertensión arterial se halla en un 47,72% de los pacientes; la dislipemia, en un 35,79%; la diabetes mellitus, en un 28,09% y el tabaco, en un 24,46%. Otro dato relevante del estudio es la gran prevalencia de IAM prematuro entre los hombres. En España, alrededor del 90% de los infartos de miocardio que se producen en personas menores de 46 años se da en hombres.
Según Andrés, esto se produce porque el tabaco y la dislipemia son mucho más prevalentes en hombres, aunque «en los próximos años el porcentaje tenderá a irse igualando entre hombres y mujeres, ya que éstas son cada vez más fumadoras». En España, alrededor de un 34 % de mujeres menores de 46 años son fumadoras, mientras que en el caso de los hombres el porcentaje asciende al 38%.
El estudio refleja también el gran impacto social, médico y económico que provoca el IAM prematuro, ya no solo por la incapacidad laboral que puede acarrear, sino también por el mayor uso de los recursos médicos y sanitarios que, de por vida, van a tener que emplear estos pacientes. Según el Comité Nacional para la Prevención del Tabaquismo, la enfermedad coronaria le ha costado a España durante el año 2009 alrededor de unos 4310 millones de euros, sin incluir los aproximadamente 530 millones que se estima que provocó el tabaquismo pasivo.
Mayo 1/2011 (JANO).