Ciertas células madre protegen a la bacteria causante de la tuberculosis (TB) y evitan que sea destruida, lo que explica por qué la condición puede permanecer «dormida» por años o incluso décadas en el cuerpo humano, informaron investigadores.
El sistema inmune humano produce células T, que pueden exterminar a la TB, pero el cuerpo también despliega células madre mesenquimales (CMM) en las zonas de infección con TB, indicaron los expertos en un artículo publicado en Proceedings of the Nacional Academy of Science (PNAS).
«Las CMM se reúnen en las zonas de infección. Lo que sucede es que estas células madre forman una barrera (…) entre las células T que se supone que mataran a la bacteria», dijo Gobardhan Das, del Centro Internacional de Ingeniería Genética y Biología, en Nueva Delhi.
Las CMM son células maestras que se generan en la médula ósea y que pueden transformarse en una serie de células y tejidos corporales, como hueso y cartílago.
Das y colegas infectaron ratones con TB y hallaron CMM en todas las zonas en las que también encontraron TB, como los pulmones y el bazo. También extrajeron tejido de los nódulos linfáticos de pacientes humanos con TB en los que hallaron CMM.
«Las CMM producen óxido nítrico que mata a las bacterias, pero la cantidad no es suficiente para exterminar a la bacteria de la TB, solo la mantiene a raya», dijo Das.
«El óxido nítrico también desactiva las células T. Por lo tanto, la presencia de CMM inhibe la proliferación de las bacterias y de las células T y se establece un equilibrio. Es por eso que la incubación es prolongada y puede mantenerse la vida entera», añadió el científico.
Más de 2000 millones de personas, o un tercio de la población mundial, están infectadas con la Mycobacterium tuberculosis, que causa la enfermedad.
Casi todas las infecciones con TB son latentes y los portadores no presentan síntomas ni contagian. Uno de cada 10 infectados se enfermará con TB activa en su vida, fundamentalmente como resultado de un debilitamiento del sistema inmune.
El equipo de Das instó a que se realicen más estudios que apunten a buscar la forma de combatir esta función de las CMM.
«Las CMM crean un microclima supresivo (…) Son casi como un nido. Si las (bacterias) no tienen un nido, estarán expuestas a nuestro sistema inmune habitual y serán exterminadas por nuestro sistema inmunológico», agregó Das.
«Si se apunta a las CMM, se puede exterminar el nido», señaló el investigador.
La TB causó la muerte de 1,8 millones de personas en todo el mundo el último año, por encima de 1,77 millones de decesos registrados en el 2007.
Singapur, diciembre 8/2010 (Reuters)
Células madre mesenquimales protegen a la bacteria causante de la tuberculosis
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