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La Habana, 10 de noviembre de 2017

La Sociedad Cubana de Neurología y Neurocirugía siempre ha estado dispuesta y participa, como parte de la comunidad internacional de neurólogos, neurocirujanos y otras especialidades afines, en mostrar sus resultados de trabajo, intercambiar ideas y aportar conocimientos, cuyo resultado final es el desarrollo de las neurociencias en el mundo.

Como se ha ido informando por diferentes medios, el gobierno estadounidense ha notificado a las autoridades cubanas la presunta ocurrencia de «ataques acústicos» contra algunos funcionarios de su sede diplomática en La Habana. Entre los síntomas que se han reportado están la cefalea, vértigo, trastornos del equilibrio, alteraciones de la memoria y conmoción cerebral, lo que motivó a que varios neurólogos formaran parte del Comité de Expertos cubanos que investigó estos reportes.

Este Comité de Expertos incorporó a otras especialidades médicas y técnicas. A partir de que el nivel sonoro no alcanzó ni siquiera los 80 decibeles y ningún paciente reportó la afectación temporal de conciencia, se concluyó categóricamente que no es posible que haya existido algún afectado con conmoción cerebral. También concluimos que ninguna fuente sonora pudo provocar dichas afectaciones de salud y dada las características de los hechos, es probable que algunos de los diplomáticos y sus familiares pudieron haber tenido el resto de los síntomas descritos como resultado de otras afecciones médicas, pero ninguna causa única puede explicar la sintomatología de todos los casos reportados.

Teniendo en cuenta esta situación, con gran modestia, queremos expresarles nuestra preocupación científica de que se utilicen pretextos como este, para adoptar decisiones políticas que intenten afectar las relaciones entre profesionales de la ciencia. Es importante que conozcan que todo el tiempo hemos estado dispuesto a atender a esos pacientes, a investigar de conjunto todo lo que ha sucedido, pero las autoridades estadounidenses no han permitido una cooperación científica y la información médica es muy escasa e imprecisa.

La ciencia debe proyectarse en encontrar la solución a los problemas a través del método científico, es por ello que las ideas, opiniones, sugerencias y acciones que puedan realizarse serían de gran ayuda para esclarecer la etiología y el diagnóstico real de las personas afectadas, y así salvaguardar el intercambio académico entre nuestras sociedades y científicos.

Sociedad Cubana de Neurología y Neurocirugía.

 

Statement by the Cuban Society of Neurology and Neurosurgery. SpanishlogoSCNN

Havana, November 10, 2017

The Cuban Society of Neurology and Neurosurgery has always been willing and will continue to, as part of the international community of neurologists, neurosurgeons and other related disciplines, show their work results, exchange ideas and contribute knowledge, whose final result is the development of neurosciences in the world.

As has been reported by different media outlets, the US government has notified to the Cuban authorities of the alleged occurrence of «acoustic attacks» against some officials of its embassy in Havana. Among the symptoms that have been reported are: headache, vertigo, balance disorders, memory disorders and brain concussion, which motivated several neurologists to be part of the Committee of Cuban Experts that investigated these reports.

This Experts Committee comprised other medical and technical disciplines. Taking into account that the sound levels did not even reached 80dB and none of the patients reported temporal loss of consciousness, it was categorically concluded that it is not possible for any of the affected to have suffered a head concussion. We also concluded that no sound source could provoke such health problems. It is likely some of the diplomats and their family members might have had the rests of the symptoms described as a result of other medical conditions, but none of the causes can explain the group of symptoms in all the reported cases.

Factoring in this situation, with modesty, we want to express our scientific concern regarding the use of such pretexts to adopt political decisions in an attempt to affect relations among science professional. It is important people know we have been, at all times, willing to assist those patients and jointly research everything that has happened, but the American authorities have not allowed a scientific cooperation and medical information is scarce and vague.

Science must lay plans to find solutions to problems through scientific methods. Therefore, those ideas, opinions, suggestions and actions that can be done would be of great help to clarify the etiology and real diagnosis of the affected people, thus protecting the academic exchange between our societies and scientists.

Cuban Society of Neurology and Neurosurgery.

Jose Nelet Rodríguez García

Hosp. Abel Santamaría

Asdrubal Benito García López

Hosp. Abel Santamaría

asdrubal@has.sld.cu

Juan Manuel Zaldívar Rodríguez

Hosp. Abel Santamaría

celia79@princesa.pri.sld.cu

Antonio Javier García Medina

Hosp. Abel Santamaría

tonny@princesa.pri.sld.cu

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La primera referencia del Profesor José Rafael Estrada González la tuve en Santiago de Cuba, cuando yo era estudiante de Medicina y comencé la ayudantía en Neurocirugía. El Dr. Rafael Domínguez, especialista con el cual realizaba las guardias médicas, me insistió en la necesidad de aprender Neuroanatomía y fue categórico cuando expresó: «estudia por el libro de Estrada y Pérez». Días después obtuve el libro del Profesor Alberto Cobián, mi profesor de Psicología, que fue muy elogioso sobre el texto, desde entonces me di cuenta que era sin dudas un libro básico para todo el que se
adentraba en el mundo de las Neurociencias. Ya el propio Domínguez me había comentado los sólidos conocimientos del Profesor Estrada, «le dicen el Neuroman», subrayó.
Claro que cuando llegué al Instituto de Neurología y Neurocirugía -el Neurológico como le decimos- tenía muchas motivaciones para conocerlo y fue el Profesor Francisco Goyenechea quien me llevó una tarde a su oficina del segundo piso. Tocó a la puerta y le dijo: «Estrada, el joven es un residente de Santiago de Cuba y quiere conocerte». Me impresionó su elegancia en el vestir donde se distinguía una corbata azul y recuerdo perfectamente que me saludó muy atento, me preguntó por mis intereses en la especialidad y dos días después quedé gratamente sorprendido al llamarme por mi nombre para que opinara en la discusión de caso. De esas discusiones, recuerdo la calidad con que realizaba el interrogatorio, la destreza en el examen neurológico y su capacidad para integrar con facilidad los conocimientos y ubicar la lesión en un sitio exacto del sistema nervioso; además, insistía en la formación de nosotros los residentes de forma integral en las Neurociencias, no había diferencias entre los residentes de Neurología, Neurocirugía o Neurofisiología, a todos nos preguntaba y nos enseñaba por igual.

En las mañanas después de la entrega de guardia se impartían las conferencias magistrales de los diferentes cursos. Un día el docente designado no pudo asistir y recuerdo que el Profesor Estrada interrogó al Vicedirector Docente, Dr. Luis Zarrabeitia, sobre el tema que correspondía y comentó: «vamos a irle diciendo algo a los muchachos para aprovechar el tiempo». Se paró, fue hacia la pizarra y con precisión sorprendente desarrolló la conferencia de cerebelo, aquello nos impactó a todos, tenía un conocimiento exacto de la Neuroanatomía. En ocasiones entraba al salón de operaciones y se quedaba observando detrás de los cirujanos, hasta que terminaba el caso.

Era de carácter afable, conversador, nos incentivaba a la lectura y nos prestaba sus libros. Uno de ellos, Neurología Infantil del Dr. Ignacio Pascual Castroviejo, autografiado por el autor, que además era su amigo personal, pasó de mano en mano por cada uno de los residentes. En ocasiones, Estrada preguntaba quien tenía el libro y orientaba que los comentarios que aprendíamos de los textos los escribiéramos en las historias clínicas y así se podían fundamentar las discusiones diagnósticas y aumentar el valor científico de ese importante documento legal.

Su libro Neuroanatomía Funcional, escrito en coautoría con el profesor Jesús Pérez, se publicó por primera vez en el año 1969 y ha tenido tres ediciones y seis reimpresiones, la última en el 2005, lo que sin dudas es un buen aval para un libro de temática especializada y habla a favor de la aceptación que ha tenido entre los lectores. Este texto ha cumplido con creces el interés declarado por sus autores en el prólogo «lograr una obra necesaria, así como también agradable».

En el año 1976 publicó otro libro, Polirradiculoneuritis aguda de causa desconocida (Síndrome de Landry-Guilain-Barré-Strohl), fue el primero en el país que abordó la Neuroplasticidad y escribió un interesante folleto sobre el tema. Asimismo se preocupó por la alta prevalencia de ataxias hereditarias en la provincia de Holguín.

En su interés constante por trasmitir los conocimientos de forma amena y comprensible, fundó en la década del 70 el Boletín de Neurología y Neurocirugía. Años después en 1988, coordinó el libro Temas de Neurología para la Práctica Médica, Tomo I, donde varios profesores del Neurológico reportaron sus experiencias. En la presentación Estrada escribió: «queremos lograr objetividad, sencillez y actualidad en el enfoque temático para esquivar el esquematismo y la simplificación». Su intención era publicar otros tomos, idea que finalmente no cristalizó. Los artículos del ilustre neurocientífico aparecieron en múltiples revistas.

En Cuba publicó en el Boletín de Neurología y Neurocirugía, en las Revistas Cubanas de Higiene y Epidemiología, de Medicina, de Investigaciones Biomédicas y de Cirugía y en el extranjero en la Revista de Neurología de España, Excerpta Medica, J Neurol Sci y Acta Neuropathol, por solo citar algunas.

Aficionado al béisbol y como había nacido en La Habana el 23 de agosto de 1921, defendía a los Industriales; sin embargo, más de una vez le escuché al término de la entrega de guardia, felicitar a los seguidores de otro equipo por el juego ganado la noche anterior.

Dirigió desde su fundación el 23 de enero de 1962 el Hospital Neurológico, que luego el 25 de noviembre de 1966 se inauguró como Instituto de Neurología y Neurocirugía. Allí reunió a un destacado colectivo de neurocientíficos, los fundadores de la Escuela Neurológica Cubana. En el orden científico académico atesoró los máximos galardones: Doctor en Ciencias Médicas, Especialista de 2do Grado en Neurología, Profesor Titular, Investigador Titular, pero lo que más lo caracterizaba eran su sencillez y su modestia.

Los últimos días de su vida los pasó en el Neurológico, allí al lado de su propia oficina le habilitaron un cuarto donde descansaba un poco, recibía sus medicamentos y seguía trabajando. Falleció el 31 de marzo de 1991, ese mismo día en la noche llegó el Dr. Luis Simón Cantón, su compañero de años y fui testigo de lo mucho que sintió no poder compartir las últimas horas del eminente colega.

Los que fuimos sus alumnos lo admiraremos siempre por sus elevados conocimientos científicos, por su maestría pedagógica y sobre todo por el cariño que supo ganarse entre nosotros. Recordar al profesor Estrada en el vigésimo aniversario de su desaparición física es honrarlo, porque como dijo José Martí, honrar honra.

Dr. C. Ricardo Hodelín Tablada
Especialista de 2do Grado en Neurocirugía
Hospital Provincial Clínico Quirúrgico «Saturnino Lora».
rht@medired.scu.sld.cu