El tercer hecho fue la instalación en la Habana de los primeros cuatro riñones artificial de tipo Kolff de Travenol en 1957; Hospital Municipal Clínico Quirúrgico «Mercedes del Puerto» (actualmente Hospital Clínico Quirúrgico Docente «Joaquín Albarrán») Hospital Militar de la Habana ( en la actualidad Hospital Militar «Carlos J. Finlay») y otro en dos clínicas privadas de la Habana, «Centro Médico Quirúrgico» (actual Instituto de Neurología y Neurocirugía) y en la Clínica de Miramar (hoy Hospital «Cira García»). De ellos solo dos se utilizaban muy esporádicamente, por el Dr. Guido Álvarez, médico cirujano (cirugía ginecológica), sin formación nefrológica y con poca base clínica, con un corto entrenamiento en el manejo del riñón artificial en el servicio de Kolf en los EE.UU., en casos de insuficiencia renal aguda, principalmente por aborto complicado y transfusión de sangre incompatible, y coma tóxico, sin cobertura especializada nefrológica, urológica o clínica.
Etapa de 1959 al 1965. Nacimiento de la especialidad en Cuba. Primera parte
Con el triunfo de la Revolución el primero de enero de 1959 se eliminó por el Gobierno Revolucionario todo lucro relacionado con la salud, como un derecho de todo cubano. Hasta ese momento la diálisis solo se había empleado en reducido número de pacientes con insuficiencia renal aguda en la capital por el Dr. Guido Álvarez, único médico entrenado para su realización, que abandonó clandestinamente el país en 1961, quedando paralizado este servicio hasta mediados de 1962.
Al quedar paralizado el tratamiento de la insuficiencia renal aguda y el coma tóxico, el profesor de Medicina Interna del hospital Joaquín Albarán, profesor Abelardo Buch López (1912-1996), gestionó con el entonces ministro de Salud Pública, Dr. José Ramón Machado Ventura, la posibilidad de reiniciar el tratamiento de estos enfermos. Por ese entonces había un asesor checo en el Ministerio de Salud Pública que sugirió traer a un nefrólogo de esa nacionalidad (en esos años nacía la especialidad de nefrología en el mundo, uno de cuyos polos de desarrollo estaba situado en Praga en el servicio del profesor Jan Brod), para entrenar a un grupo de médicos cubanos en el empleo del riñón artificial.
En el segundo semestre de 1962, tres miembros de Medicina Interna del Hospital Universitario Clínico Quirúrgico «Joaquín Albarrán» de la Habana (Dres. Abelardo Buch López Charles Magrans Buch, Reynaldo Mañalich Comas) fueron seleccionados para trabajar con la asesoría del Dr. Jiri Jirka, médico checoeslovaco con 11 años de experiencia en la atención al enfermo renal, del Instituto de Cardiología, Sección de Nefrología de Praga, Checoslovaquia, por orientación del entonces Ministro de Salud Pública, se crea la primera Unidad Dialítica del país (embrión de la Nefrología cubana) en dicho hospital, para el tratamiento con hemodiálisis y diálisis peritoneal a pacientes con insuficiencia