Esta campaña se celebra cada 6 de junio y fue organizada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Nacional de Trasplantes de España con el objetivo de concienciar sobre la necesidad que tienen millones de personas del trasplante como la única forma de evitar la muerte o mejorar su calidad de vida.
Para muchos pacientes crónicos o terminales, los trasplantes de órganos y tejidos son la única alternativa de vida, por tal razón, el propósito de la celebración de este día es fomentar una cultura de la donación de órganos y de esta manera, dar a los pacientes en espera una oportunidad para seguir viviendo.
Los principios presentados por la OMS subrayan que la persona, ya sea la donante del órgano o su receptora, tiene que ser el centro de interés, como paciente y como ser humano; que la explotación comercial de los órganos es contraria a la equidad de acceso y puede ser lesiva para los donantes y los receptores; que la utilización de órganos de donantes vivos entraña numerosos riesgos para la salud que se pueden evitar promoviendo la donación desde personas fallecidas; y que la calidad, la seguridad, la eficacia y la transparencia son esenciales para que la sociedad obtenga los beneficios que le ofrece la terapia del trasplante.
Según la OMS, cada año se realizan más de 120 000 trasplantes de órganos en el mundo, y se estima que más de 250 000 personas se encuentran actualmente en lista de espera para recibir todo tipo de órganos.
El Sistema de Salud de Cuba cuenta con un registro de intervenciones de trasplante desde 1992. En 2017 se realizaron 454 trasplantes de órganos, 19 más que el año anterior, según un informe oficial de las autoridades sanitarias de la isla.