Científicos del Centro Médico de la Universidad de Rochester
(Reino Unido) han identificado una nueva razón por la que la leucemia
mieloide aguda, uno de los cánceres más agresivos, es tan difícil de
curar: un subconjunto de células que conducen a la enfermedad parecen
tener un metabolismo mucho más lento que la mayoría de las células de
otros tumores.
MADRID, 18 Ene. (EUROPA PRESS) –
Este metabolismo más lento protege a las células de la leucemia en
muchos aspectos importantes y les permite sobrevivir mejor, pero los
investigadores también encontraron una droga experimental adaptada a
este estado metabólico único y comenzaron a probar su capacidad para
atacar la enfermedad, según informan los autores en las revista ‘Cell
Stem Cell’.
Como resultado de ello, uno de los autores, Craig T. Jordán,
profesor en el ‘James P. Wilmot Cancer Center’ en la Universidad de
Rochester, trabaja en la formación de una sociedad con un fabricante
de fármacos para llevar a cabo pruebas adicionales en este campo. El
compuesto en estudio de laboratorio se ha utilizado ya en los ensayos
clínicos.
«Atacar el metabolismo de las células madre de la leucemia es un
enfoque único que creemos que tiene el potencial de ser ampliamente
aplicada a varias formas de leucemia», dijo Jordan. En su opinión, lo
interesante del trabajo es que se han identificado los medicamentos
que se están desarrollando para su uso clínico, por lo que espera que
haya pronto «un potencial significativo para mejorar la atención de
pacientes con leucemia».
El investigador principal, Eleni Lagadinou, dijo que cuando el
equipo descubrió que el metabolismo de las células madre de la
leucemia era tan diferente del resto de las células tumorales, se
centraron sus esfuerzos en exactamente cómo funciona el proceso. En
concreto, se vio que las células madre de la leucemia generan toda la
energía que necesitan en una potencia celular llamado mitocondria, por
medio de un proceso único, conocido como fosforilación oxidativa.
En contraste, otras células cancerosas y las células madre
normales se basan también en una fuente de combustible segunda,
conocida como la glucólisis, para generar energía. Con esta nueva
información, los investigadores exploraron las vías involucradas en la
fosforilación oxidativa, con la mirada puesta en la búsqueda de un
talón de Aquiles para detener el proceso, y descubrieron que un gen
importante, BCL-2, es elevado y central para la producción de energía
de las células madre de la leucemia.
El equipo también sabía que las drogas que inhiben BCL-2 se
encuentran en diversas etapas de desarrollo en la industria
farmacéutica, por lo que los científicos descubrieron dos compuestos y
los pusieron a prueba en muestras de leucemia humana. Sus hallazgos
mostraron que las drogas dejaban preferentemente muertas y
metabólicamente inactivas las células madre leucémicas más lentas.
La leucemia es conocida por su capacidad para permanecer en estado
latente durante largos períodos, a pesar del tratamiento, pero de
repente empezar otro asalto. «Este tratamiento es prometedor hacia una
subpoblación de células leucémicas latenteso que está relativamente al
margen de las drogas convencionales», celebró Lagadinou, para quien
también es importante observar que las células normales no fueron
afectadas por los compuestos, «ya que pueden utilizar vías
alternativas para generar energía».