La revista American Journal of Medical Genetics ha publicado un interesante artículo con el título: “Skeletal dysplasias in art and antiquities: A cultural journey through genes, environment, and chance” que trata cómo las displasias esqueléticas han dejado huellas, a lo largo de las distintas manifestaciones artísticas, en todos los tiempos.
Se refiere al análisis de obras de todo el mundo, especialmente: el Antiguo Egipto, la Grecia clásica, el África subsahariana, Asia y Europa. En ellas se registran el impacto de las personas con displasias esqueléticas en la sociedad y la cultura; incluso en la vida cotidiana, la religión y la mitología. Sin embargo, identificar (es decir diagnosticar) una displasia esquelética, a través de los datos que aportan las distintas obras, es un desafío; pues lleva implícito la interpretación de lo reflejado por sus autores, en el contexto de la cultura en la que fueron creadas. Los objetivos de esta investigación, realizada a través de la aplicación de una encuesta, fue presentar cómo ejemplos de obras de diferentes culturas sirven de tema -no solo para discutir sobre posibles diagnósticos médicos- sino además sobre la vida de las personas que presentaron condrodisplasias, que tuvieron una trayectoria destacada; y cómo estos fueron valorados en el contexto social en que vivieron. Las obras fueron seleccionadas del Antiguo Egipto, Grecia Clásica, Mesoamérica (Maya), África Subsahariana (Reino de Benin), China Tang y Europa del siglo XVII. Fue interesante hallar que ciertos temas se repitieron en diferentes épocas y regiones, aunque algunas culturas, como las del Antiguo Egipto, parecían haber tenido una visión comparativamente positiva de las personas con condrodisplasias.
En la foto la obra «Seneb y su familia del antiguo Egipto», correspondiente a los tiempos de la VI Dinastía.
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