El 17 de abril se celebra el Día Mundial de la Hemofilia.
Aproximadamente 1 de cada 1,000 personas tiene un trastorno hemorrágico. La hemofilia, la enfermedad de Von Willebrand y otras deficiencias hereditarias de factores de coagulación, son trastornos sanguíneos crónicos que no permiten que la sangre coagule de manera adecuada.
La hemofilia es un trastorno genético hemorrágico que previene la coagulación normal de la sangre. El síntoma principal es la hemorragia espontanea y sin control, el sangrado interno en las articulaciones puede resultar en dolor e hinchazón y si no es tratado puede resultar en daño permanente.
La hemofilia es el resultado de una proteína deficiente conocida como factor coagulante de la sangre. Las dos formas principales son la hemofilia A (deficiencia de factor VIII) y la hemofilia B (deficiencia de factor IX).
La hemofilia A, ocurre en 1 de 5000 nacimientos varones vivos. La hemofilia B ocurre en 1 de 10,000 nacimientos varones vivos.
A nivel mundial se estiman en más de 400,000 personas. Aproximadamente 70% de las personas al rededor del mundo no tienen acceso a un tratamiento. La hemorragia en articulaciones y músculos causa dolor intenso, atropatía (o enfermedad de las articulaciones) crónica y discapacidad, y el sangrado en los órganos principales como el cerebro, puede causar la muerte.
Puede consultar materiales gratuitos acerca de la hemofilia que ofrece el CDC.