Cada doce de mayo se celebra en todo el planeta el Día Internacional de las Enfermeras en homenaje a Florence Nightingale, nacida un día como este y considerada ejemplo de abnegación, madre de la enfermería moderna y fundadora de la primera escuela de enfermería del mundo.
Florence nació en Florencia y creció con una profunda vocación humanista que desde sus 17 años que empezó a visitar las viviendas de personas pobres y enfermas tratando de apoyarlas y mitigar sus penas, conducta no bien vista por sus padres, ya que la joven prefería conversar con los desprotegidos que acudir a fiestas y reuniones de sociedad.
Durante la guerra de Crimea en el año 1854, luego de escuchar noticias acerca de las deficientes condiciones sanitarias que imperaban en el Hospital de Üsküdar, ella envió una carta al secretario de guerra británico ofreciendo sus servicios como voluntaria. Al recibir una respuesta afirmativa, emprendió el viaje acompañada de 38 enfermeras voluntarias que había reclutado y se presentó en los campos de batalla: era la primera vez que se permitía la entrada de personal femenino en el ejército británico. Ya en Crimea se pudo constatar el deplorable estado en el que se encontraban los soldados hospitalizados: catres amontonados, escasa limpieza, mala comida y apenas medicinas.
Surgió entonces la leyenda de “La Dama de la lámpara” o “El ángel de los tullidos” pues Florence, acompañada por una lámpara y por un búho domesticado en el bolsillo, solía realizar interminables rondas nocturnas entre los heridos curándolos y brindándoles ánimo.
Al fundarse la Organización Mundial de la Salud, en 1945, se había tomado el acuerdo de conmemorar el 12 de mayo como el Día de los Hospitales, en reconocimiento a su labor desplegada por Florence Nightingale en la Guerra de Crimea, donde se desempeñara como la primera gran administradora de hospitales.
A inicios de la década de los años 70, el mundo entero, por iniciativa del Consejo Internacional de Enfermeras, se comenzó a conmemorar también el Día Internacional de la Enfermera, recordándola en su condición de fundadora de la Enfermería profesional. Florence fue y sigue siendo un modelo de inspiración para los valientes hombres y mujeres que han decidido dedicar su vida al cuidado de enfermos.