Dres. Ryan R Riahi, Philip R Cohen.
Dermatology Online Journal 18 (6): 5
Aunque se desconoce el mecanismo exacto, la exposición al calor puede inducir daño en los vasos sanguíneos superficiales, ocasionando dilatación y depósitos de hemosiderina con una distribución reticulada. Las lesiones pueden ser inicialmente evanescentes, con eritema que luego se oscurece.
Con la exposición crónica al calor, las lesiones de eritema ab igne pueden hacerse atróficas, hiperpigmentadas, o ulceradas con escamas y telangiectasias. Las lesiones son típicamente asintomáticas. Sin embargo, se ha reportado quemazón y prurito en algunos individuos.
El eritema ab igne es causado por exposición a radiación térmica prolongada insuficiente para causar quemadura. Anteriormente, las lesiones se desarrollaban en piernas de individuos que trabajaban cerca de estufas de carbón. Más recientemente, las lesiones se desarrollan en brazos y cara de cocineras expuestas a estufas, tronco o miembros de pacientes en unidades intensivas que usan mantas calefactores y en piernas de personas ancianas que se sientan cerca de chimeneas o radiadores por periodos de tiempo prolongados.