El consentimiento informado en Anestesiología.
Los deberes y derechos con base en la ética y la moral regulan el ejercicio de la
profesión médica desde hace más de cuatro mil años. Los dilemas éticos confrontan al
médico permanentemente.
En este artículo se revisan y definen algunos de los conceptos
bioéticos que debemos conocer para entender el consentimiento informado como un proceso
por el cual el paciente expresa su autodeterminación para recibir atención médica. Se
describen las peculiaridades del consentimiento informado en Anestesiología y se propone
un modelo para su aplicación en nuestra Especialidad.
Calidad de la formación cínica en Anestesiología y Reanimación
En la actualidad, existe una creciente inquietud por
hacer consistentes los valores centrales de la profesión
médica, lo que ha llevado a diferentes organismos
societarios internacionales a reformular entérminos
contemporáneos los conceptosque orientan las decisiones
en medicina.
Dentro de ellos ha resurgido una preocupación por los
contenidos de aprendizaje en su formación, los valores éticos
que en el marco de las relaciones entre profesionales,
proveedores y usuarios caracterizan la excelencia del
ejercicio profesional.
Sería paradójico que el conjunto de valores exigibles a los
alumnos y profesores como elemento paradigmático de la
excelencia en su quehacer, no lo fueron ni estuvieran
implícitamente presentes en quienes promueven el aprendizaje
de tales atributos o destrezas, en el aula, en los quirófanos,
laboratorios o escenarios clínicos
Estratificación del riesgo en cirugía cardiaca
El término enfermedad cardiovascular des-
cribe una gama de trastornos lamentable-
mente frecuentes que tiene consecuencias
que van desde el peligro inminente para la vida
hasta la ausencia de síntomas. El anestesiólogo
debe confiar en la experiencia y el entrenamien-
to para determinar con mayor exactitud posible
una estimación de los riesgos para cada uno de
los pacientes, tomando en cuenta las escalas de
estratificación de riesgo para cirugía cardiaca.
1,2
La medición de los resultados de las cirugías de
corazón es prioridad, demostrando que el trata-
miento particular es efectivo, y demuestra la se-
guridad quirúrgica que ha sido realizada bajo un
estándar satisfactorio.
El conocimiento de los resultados seguidos de
cirugía cardiaca es dependiente de variaciones
de características del paciente preoperatorio; es-
tos datos pueden ser mezclados dando probabi-
lidad notable de variaciones en la incidencia de
factores de riesgo.
Respuesta inmunológica y Anestesia
Las lesiones a menudo alteran la fisiología normal
de diversos sistemas, por lo que se ha considerado des-
de hace casi cien años la hipótesis de que la anestesia
y la cirugía podrían cambiar el curso de las infeccio-
nes. La cirugía se ha asociado con el aumento de la
respuesta inflamatoria y la liberación de hormonas y
citoquinas. Los cambios inmunes y endocrinos asocia-
dos a la anestesia y cirugía están bien documentados,
pero sus interacciones no han sido evaluadas comple-
tamente.
La extensión del trauma quirúrgico es uno de los
factores más importantes asociado a los cambios
perioperatorios de la respuesta inmune.
Dolor agudo o episódico por cáncer
La IASP (Asociación Internacional para el Estudio del Dolor) define el dolor como «una experiencia sensorial y emocional desagradable asociada a un daño hístico real o potencial, o descrito en términos de tal daño» (Merskey, 1979).1 El dolor agudo se define como de reciente aparición y probable duración limitada, con relación causal y temporal y daño real desencadenado por estímulos nocivos, nociceptivos y neuropáticos, asociado con daño potencial y función anormal de músculos, tendones, huesos y vísceras, sin producir lesión hístico actual o real, mientras el dolor crónico persiste más allá del tiempo de curación de lesiones o enfermedades, sin identificar una causa para ello. Bonica lo definía como aquel prolongado más de un mes después del curso habitual de un proceso agudo o del tiempo razonable para sanar una herida, o todo dolor asociado a un proceso patológico crónico causante de dolor continuo o recurrente. El propio Bonica consideró al dolor por cáncer como el provocado por un tumor maligno o por la terapéutica sobre el mismo, o ambas causas. Este dolor tiene un debut agudo que transitará hacia la curación o la cronicidad y dependería de la superficie hística afectada y del estadio de la enfermedad. Se deben considerar las formas fisiopatológicas de presentación y las variantes sindrómicas evolutivas. El dolor por cáncer nunca debía conceptualizarse como un dolor agudo por «la duración limitada» propia de éste pero sus patrones temporales evolutivos se imponen. Se ha clasificado en la literatura como agudo, subagudo, crónico e intermitente. En Norteamérica, en 2007, 11.7 millones de ciudadanos sufrieron algún tipo de cáncer invasivo de los cuales 8.7 millones padecieron dolor severo que obligó a emplear opioides; 5.7 millones de ellos tenían más de 60 años. Estos pacientes transitaron por etapas agudas, crónicas y en ocasiones del tipo intermitente conocido como breakthrough pain, variedad que se mantiene hasta el final de sus días en algunos pacientes con toma ósea.
Dr. Jorge L Yera Nadal.
Clínica del Dolor del Hospital Clínico Quirúrgico Hermanos Ameijeiras
Revisiones de temas
Cefalea post punción dural
La cefalea postpunción dural, es la complicación más frecuente asociada a los bloqueos neuroaxiales. La incidencia de cefalea, varía según la técnica (epidural, intradural o epidural-intradural
combinada), el calibre de la aguja, el diseño de su punta, la dificultad, edad y sexo del paciente y la experiencia del anestesiólogo. Su incidencia ha ido disminuyendo a lo largo de los años, debido
principalmente al uso de agujas de calibre pequeño y con puntas no cortantes. La incidencia de punción dural con la aguja de Tuhoy se sitúa entre el 0,5 – 2,6%, (hasta el 4,4%) según las distintas
series. La población obstétrica es la que presenta una mayor repercusión médica y psicológica, económica e incluso legal.
El síndrome de la cefalea postpunción dural (CPPD) aparece tras la punción de la duramadre por una pérdida de volumen de líquido cefalorraquídeo (LCR) y una disminución de la presión del mismo,
causando una hipotensión intracraneal. No se conoce exactamente cuál es el mecanismo último que explica la aparición de cefalea. Una teoría es que la salida de LCR y disminución de la presión
intracraneal, sería responsable de una tracción gravitacional de las estructuras encefálicas que no son amortiguadas por la columna líquida. Otra teoría, es que la disminución súbita del volumen de
LCR activa los receptores de adenosina, produciendo una vasodilación arterial y venosa, por lo que el tratamiento vasoconstrictor, como cafeína o sumatriptan, resulta efectivo, aunque sólo temporalmente.
La anestesia también contamina
Tal vez tumbado en el quirófano, uno no está para pensar en el medio ambiente, pero a lo mejor sí le gustaría saber que los gases que emplean los anestesistas para dormirle también son contaminantes para el medio ambiente. Un estudio ha calculado que la contaminación anual generada por todos los quirófanos del mundo es equivalente a la que emiten un millón de coches.
A Mads Andersen, investigador de la NASA, se le ocurrió estudiar la cuestión durante el parto de su esposa. «El anestesista me dijo que el gas empleado era un tipo de compuesto halogenado, la misma familia que estaba acabando con la capa de ozono en la década de los ochenta», explica el autor del nuevo trabajo, publicado en ‘British Journal of Anesthesia’ en colaboración con Ole John Nielsen, profesor de Química Atmosférica de la Universidad de Copenhague (Dinamarca).
Los tres gases empleados en anestesia que analizaron en el laboratorio atmosférico de Andersen, cerca de Detroit (EEUU), fueron isoflurano, desflurano y sevoflurano (que se administran al paciente a través de un sistema que combina estos gases con otro gas ‘conductor’ como el oxígeno o el óxido nítrico).
Y aunque la cantidad de cada uno de ellos que se requiere para un simple procedimiento quirúrgico no es muy elevada en sí misma, cuando se suman todas las anestesias que se realizan en el mundo cada año, las emisiones de CO2 se multiplican. Hasta tal punto que calcula que un kilo de desflurano pude emitir a la atmósfera hasta 1.620 kilos de CO2 en una proyección a cien años, según sus cálculos.
Las emisiones de los otros dos gases resultaron ser algo inferiores (210 para el isoflurano y 510 kilos en el caso del sevoflurano), por lo que los investigadores aconsejan a los especialistas que, a igualdad de resultados y efectos secundarios dentro del quirófano, opten por la anestesia menos contaminante de cara al exterior.
A pesar de estos datos, como recuerda en un editorial en la misma revista K. Shine, la contribución de la anestesia al calentamiento global es muy reducida (alrededor del 0,02% del total); se trata sólo, destaca, «de elegir cuál de los anestésicos es más respetuosa con el medio ambiente».
Fuente:
La anestesia también contamina
ELMUNDO.es | Madrid
http://www.elmundo.es/elmundosalud/2010/12/03/noticias/1291407052.htm
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