Subdirección de Evaluaciones Toxicológicas y de Medio Ambiente (SETMA)

Biomodelos empleados en los estudios ecotoxicológicos

Estos estudios permitirían estimar el impacto de los mismos sobre especies relevantes de nuestro ecosistema contando con representantes de los tres compartimentos ambientales:

Organismos del ecosistema terrestre

Plantas terrestres

PLANTA MAIZ PLANTA SOJA PLANTA FRIJOL
Entre las especies recomendadas por las guías internacionales para estudios de fitotoxicidad en plantas terrestres no blanco se encuentran: Maíz (Zea mays), Soja (Glycine max) y el Fríjol negro (Phaseolus vulgaris).

Estas plantas a su vez son de gran importancia económica por su valor como fuente de alimento al hombre y animales y tienen gran representatividad desde el punto de vista ecológico ya que se siembran en todo el país. Estas especies se adaptan a las condiciones de laboratorio y son de una botánica ampliamente conocida.

Lombriz de tierra

Lombriz SETMALa lombriz de tierra Eisenia andrei, perteneciente al Phylum Annelida, clase Oligochaeta. Estos organismos se caracterizan por presentar un cuerpo alargado y anillado de aproximadamente 10 cm. de longitud revestido de una fina cutícula que la protege de la desecación. Su empleo en los estudios ecotoxicológicos está sustentado en su fácil recolección y mantenimiento tanto en los cultivos como en los ensayos. Son consideradas componentes importantes en los ecosistemas terrestres, probablemente el más relevante ya que representa entre el 60 y el 80 % del total de la biomasa animal del suelo, por lo que constituyen bioindicadores potenciales de posibles daños a la salud pública y a los ecosistemas. Además las lombrices juegan un papel importante en los procesos de estructura y funcionamiento de los suelos, otro aspecto que ubica a este organismo en un lugar clave para conocer el impacto que puede tener un producto bioagrícola sobre este compartimiento ambiental (suelo).

Organismos del ecosistema aéreo

Insectos benéficos

Para la evaluación de plaguicidas microbianos, la EPA establece la realización de ensayos en insectos no blancos, recomendando las pruebas en tres especies de insectos, representando al menos dos de los siguientes grupos: dípteros e himenópteros parasíticos y hemípteros, coleópteros y neurópteros depredadores. Son considerados organismos benéficos por la importante función biocontroladora que ejercen en los agroecosistemas, siendo capaces de ingerir entre 100 y 600 áfidos diarios. Esta función la desempeñan durante su estadio de larva. Además, son especies que se adaptan a las condiciones de mantenimiento en el laboratorio, así como a las manipulaciones a que serán sometidas.

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