Salud ocupacional en Cuba

El Instituto fue creado en ese momento con disímiles especialistas mínimos, médicos y no médicos, trazándose como meta desde los primeros momentos la Capacitación, Formación y Superación de los Recursos Humanos del país en esta área del saber, siempre ha estado presente en la enseñanza de pregrado con mayor o menor fuerza, realmente esta especialización del conocimiento tanto médico, como no médico se adquiere en la formación de postgrado y la Maestría en Salud de los Trabajadores es un ejemplo fehaciente de este planteamiento, es precisamente en el Instituto y con su Claustro Docente donde se forman los primeros especialistas en Medicina del Trabajo y donde se especializan los técnicos a los que hicimos anterior referencia.

Con el surgimiento del programa del médico de la familia a mediados de la década de 1980, se les comienza a impartir elementos de Salud Ocupacional en las carreras de Medicina, Estomatología y Enfermería durante el pregrado en los tres primeros años de la carrera, y durante los tres años que dura su formación como especialistas.

Con el desarrollo impetuoso de los Programas de Salud y al cubrir el universo de los centros de trabajo y estudios con médicos de familia, se hizo evidente que ya no era necesario seguir el ritmo de formación de especialistas en Medicina del Trabajo, y se hace un cambio sustancial en los programas de postgrado al insertar esta especialidad dentro del marco de formación del especialista en Higiene y Epidemiología. Este profesional, con una formación más integral y con una duración de tres años, es preparado para aplicar el método epidemiológico no sólo a los problemas de la comunidad, sino también del centro de trabajo y estudio, y asesorar a los médicos de familia en su labor.

Desde 1983 hasta 1991

Se inicia la Maestría en “Salud Ocupacional” sólo para profesionales extranjeros de habla hispana egresando a 59 maestrantes de 12 paises.

Diez años después se amplía para especialistas en Medicina General Integral (MGI) como Curso de postgrado, con una duración de 18 meses, egresando con un perfil de salida para el desempeño profesional, aunque se planteaba en el programa que se debían preparar los egresados para la investigación y la docencia, estos perfiles no se cumplían, ya que con el decursar de los años se hacia evidente la necesidad de una formación académica de postgrado para el desempeño, por no haberse formado durante ese tiempo más especialistas en “Medicina del Trabajo”.

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