Por primera vez tendrá lugar en Cuba una “Evaluación clínica, funcional y social de la personas en situación de discapacidad”, estudio del que será sede la provincia de Holguín, a principios del mes de noviembre.
Este estudio tiene el propósito de definir el nivel de funcionalidad de la población objeto de estudio, evaluar los servicios prestados a dicha población y diseñar una metodología para la gestión administrativa y organización de los servicios al alcance de las personas en esta situación.
Según datos aportados por la Máster en Ciencias, Sandra Bárbara Gurris Hidalgo, coordinadora provincial de los programas de atención a este segmento poblacional, «Holguín fue el territorio escogido para la realización de este estudio, entre otras razones por presentar una prevalencia de 3.8 % de nuestra población con alguna discapacidad, índice por encima de la media nacional. Además, cuenta con servicios especializados de atención a estas personas como el Centro para la Investigación y Rehabilitación de las Ataxias Hereditarias (Cirah) y el Centro Provincial de Retinosis Pigmentaria, ambos de referencia nacional».
«Los municipios seleccionados como muestra serán Holguín y Gibara, donde se han instaurado un total de 25 sitios clínicos para la recogida de información entre los que destacan los servicios de rehabilitación, instituciones educacionales, centros de trabajo y unidades de asistencia médica y social».
Si bien en la Mayor de las Antillas con anterioridad se han realizado estudios similares en este segmento poblacional, como el estudio de prevalencia realizado en la década de 1990 en La Habana, donde se estimó que el 7,35 % de la población posee algún tipo de discapacidad.
Luego entre el 2001 y 2003 se realizó el “Estudio psicosocial y clínico-genético de las personas con discapacidad”, el cual evidenció una prevalencia de 3,26 % para las discapacidades severas. Por otro lado, en el año 2012, durante el censo de la población cubana se reportó que el 5 % de la población presenta algún tipo de discapacidad; y más reciente, en el año 2022, según el registro de dispensarizados del Ministerio de Salud Pública, se registran más de 353 mil personas con discapacidad, lo que representa el 3,2 % del total de la población atendida por el Programa del Médico y la Enfermera de la Familia.
De tales resultados se deriva la necesidad de garantizar una mejor atención a este grupo poblacional; por ello en marzo del año 2020, mediante el Acuerdo 9040 del Consejo de Ministros de la República de Cuba, se aprueba la Política para el perfeccionamiento de la atención y los servicios que se prestan a las personas con discapacidad. La misma posee un grupo de indicadores y acciones a realizar por los diferentes organismos de la administración central del estado.
Precisamente una de las acciones del Ministerio de Salud Pública (MINSAP) es la realización de esta Evaluación clínica, funcional y social de las personas en situación de discapacidad, a través de la implementación de la Clasificación Internacional del Funcionamiento, de la Discapacidad y la Salud (CIF). Entonces para la realización del estudio se creó el software DisCifCuba, que contiene WHODAS 2.0 modificado, adaptado y con la inclusión de un módulo para la edad pediátrica, a partir de los dos años de edad.
De manera que cada sitio clínico se ha denominado DisCifCuba, donde la investigación estará liderada por un trío, el cual lo integran un defectólogo, un trabajador social y un especialista en rehabilitación. Este primer estudio brindará una actualización a los profesionales sobre esta temática, para extender luego su realización al resto del territorio nacional.
Se trata de un tema de gran actualidad para la salud pública, donde se contará con instrumentos de investigación validados para perfeccionar los servicios que se prestan a las persona con discapacidad y fortalecer el nivel primario de atención. Por lo cual será la primera investigación a escala nacional que proporcionará información científica sobre el funcionamiento y la discapacidad de la población objeto de estudio. Sin dudas un espacio esencial donde la ciencia y el intercambio arrojarán datos precisos acerca del grado de función de la población estudiada con el uso de las capacidades residuales, en aras de alcanzar mayor independencia.
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