Hacedores de una profecía

Nacido en 1991 dentro de una pequeña área experimental del Instituto de Oncología y Radiobiología, el Centro de Inmunología Molecular (CIM), es hoy un verdadero paradigma de la industria biotecnológica cubana, cuyas instituciones incorporaron desde un principio el concepto de trabajar a ciclo completo: asumir la investigación, producción y comercialización de sus resultados. Con un colectivo integrado por alrededor de mil trabajadores, en el recién finalizado año las exportaciones de la entidad perteneciente al Polo Científico del oeste de la capital, crecieron en un 11 % con respecto al 2010.

La productividad del trabajo sobrepasó los 130 000 pesos por trabajador y se puso en marcha la nueva planta de anticuerpos monoclonales, que recibió la certificación de Buenas Prácticas de la agencia regulatoria cubana (CECMED), de la agencia brasileña y de la empresa japonesa Daiichi-Sankyo.

También resulta oportuno mencionar el notable incremento en la fabricación de la eritropoyetina humana recombinante para el tratamiento de la anemia por insuficiencia renal crónica, lo cual garantiza la cobertura total de ese producto a cada paciente cubano que lo requiera, y representa una importante contribución a los ingresos en divisas del CIM al llegar a más de doce naciones.

Vea el texto completo en: Periódico Granma. Ciencia y tecnología – 21 enero 2012 (pdf)