Hipatia de Alejandría

Hipatia de Alejandría fue, sin duda, una de las primeras mujeres en la historia que contribuyó al desarrollo de las matemáticas. Nació en Alejandría, Egipto en el año 370 de nuestra era y murió en esa misma ciudad en el 415.
Su padre Teón era matemático, filósofo reconocido en su época y profesor de museo y se preocupó en darle una buena formación. Lo consiguió pues Hipatia fue una filósofa, astrónoma y matemática que llegó a superar a su padre.
Estudió en el museo y después viajó por Italia y Atenas donde perfeccionó sus conocimientos, y cuando volvió a Alejandría fue profesora durante 20 años. De todas partes del mundo llegaban estudiantes para aprender de ella.
Fue oficialmente nombrada para explicar las doctrinas de Platón, Aristóteles, y otros filósofos, en la Biblioteca de Alejandría. Además de la filosofía y las matemáticas, enseñó geometría, astronomía y álgebra, interesándose también por la mecánica y la tecnología práctica. Diseñó el astrolabio plano, que se usaba para medir la posición de las estrellas, los planetas y el sol. Escribió no menos de 44 libros e inventó aparatos como el idómetro, el destilador de agua y el planisferio.
Era defensora del heliocentrismo (teoría que defiende que la tierra gira alrededor del sol). Trabajó sobre escritos relacionados con las ecuaciones diofánticas, sobre las cónicas y la geometría y también elaboró tablas sobre movimientos de los astros.
Como pagana, partidaria del racionalismo científico griego y personaje político influyente, Hipatia se encontraba en una situación muy peligrosa en una ciudad que iba siendo cada vez más cristiana. A pesar de todo se negó a traicionar sus ideales y convertirse a esta nueva religión.

Imagen de la película Agora
Orestes se dejaba aconsejar por Hipatia en los asuntos políticos. El retórico Damascio escribió que Hipatia fue popular como consejera de las más altas magistraturas de Alejandría. Su alumno Hesiquio sentencia que era adorada y reverenciada en Alejandría: «Vestida con el manto de los filósofos, abriéndose paso en medio de la ciudad, explicaba públicamente los escritos de Platón, o de Aristóteles, o de cualquier filósofo, a todos los que quisieran escuchar (…) Los magistrados solían consultarla en primer lugar para su administración de los asuntos de la ciudad…»; añadía que había recibido «muchas distinciones cívicas».
Su fidelidad al paganismo en el momento de auge del cristianismo como nueva religión del Estado, fue la causa de su muerte a manos de cristianos exaltados. Su asesinato se produjo en el marco de la hostilidad cristiana hacia el declinante paganismo, cuando apenas contaba con 45 años de vida.

Era «extremadamente hermosa… al hablar era articulada y lógica, sus acciones eran prudentes y de espíritu público… la ciudad la acogió como merecía y le otorgó un respeto especial», según «El léxico Suda», una enciclopedia del siglo X.
La muerte de Hipatia levantó un gran revuelo. El asesinato de esta brillante mujer fue un crimen oprobioso para los cristianos.
En el año 415, fue asesinada por las turbas enloquecidas incitadas por el patriarca de Alejandría, Cirilo, que más tarde fue canonizado. Y según plantea Sócrates «La arrancaron de su carruaje, la dejaron totalmente desnuda; le tasajearon la piel y las carnes con caracoles afilados, hasta que el aliento dejó su cuerpo…»
No está claro si la apalearon hasta la muerte o si la desollaron viva, pero la opción que los especialistas creen más probable es la segunda. Luego despedazaron su cuerpo y lo quemaron, en una aproximación grotesca al sacrificio de un animal para un dios pagano.
Es una lástima que no podamos leer lo que Hipatia escribió, pero eso no significa que su legado se esfumara.
A pesar de que muchas cosas del mundo clásico no sobrevivieron, su nombre y los relatos sobre ella han sido copiados y pasados de generación en generación.
Según todos ellos, fue una mujer asombrosa; su historia debió haber significado mucho para que la gente se asegurara de que perdurara.
Hipatia era el símbolo del ideal griego porque reunía sabiduría, belleza, razón y pensamiento filosófico y además era una mujer científica y con papel político importante.
Bibliografía:
«Matemática es nombre de mujer» de Susana Mataix, Ed. Rubes
«El juego de Ada. Matemáticas en las matemáticas» de Lourdes Figueras y otras. Ed. Proyecto Sur
«El legado de Hipatia»de Margaret Alic. Siglo XXI editores
https://mujeresconciencia.com › 2015/06/15 › hipatia
https://elpais.com › Sociedad
https://www.bbc.com/mundo/noticias-46485187
MSc. Belén Z. Iglesias Ramírez
3 de enero del 2020