Washington. Pfizer retiró del mercado estadunidense un medicamento contra la leucemia, tras una década de comercialización, debido a que un estudio demostró una tasa de mortalidad más alta y la ausencia de beneficios para los pacientes, informaron este lunes funcionarios de la salud de Estados Unidos.
El medicamento, Mylotarg, logró la aprobación en 2000 bajo un proceso abreviado destinado a tratamientos de enfermedades serias. Los medicamentos aprobados de esa manera deben pasar pruebas posteriores para confirmar que funcionan.
Una reciente investigación clínica «generó nuevas preocupaciones sobre la seguridad del producto» y el medicamento «no pudo demostrar un beneficio clínico para los pacientes involucrados en las pruebas», indicó la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos en un comunicado.
Pfizer adquirió el medicamento cuando compró Wyeth en octubre de 2009. Las ventas de Mylotarg en el primer trimestre fueron de 8.8 millones de dólares.
Ver sitio de la FDA con anuncio de la retirada del medicamento
Reuters
Publicado: 21/06/2010 15:43
Entre ellos destacan eltrombopag para la púrpura trombocitopénica idiopática y ofatumumab para la leucemia linfocítica crónica.
En el marco del 15 Congreso de la Sociedad Europea de Hematología celebrado en Barcelona, GlaxoSmithKline (GSK) presentó los últimos avances en el tratamiento de dos enfermedades hematológicas: la trombocitopenia inmune primaria –también conocida como púrpura trombocitopénica idiopática (PTI)- y la leucemia linfocítica crónica (LLC).
El Dr. Miguel Ángel Sanz, jefe del Servicio de Hematología del Hospital Universitario La Fe de Valencia, asegura que “la PTI es una enfermedad hematológica benigna, que se produce por un trastorno en la inmunidad del paciente que reconoce como extrañas sus propias plaquetas, lo que conlleva a una producción de anticuerpos, disminuyendo su número en la sangre y aumentando el riesgo de hemorragia, principal síntoma de esta enfermedad”.
Se calcula que afecta entre 1 y 4 de cada 10.000 personas en la Unión Europea, lo que corresponde a entre 50.000 y 199.000 habitantes. Los tratamientos tradicionales están dirigidos a modificar la respuesta del sistema inmune del organismo, mientras que los nuevos, como eltrombopag, un agonista del receptor de la trombopoyetina, se centran en la estimulación de la producción de plaquetas. Para el Dr. Sanz, “El mecanismo por el que se estimula la producción de plaquetas a través de un agonista del receptor de la trombopoyetina, ha resultado exitoso porque el aumento del recuento de plaquetas compensa su destrucción”.
Eltrombopag es un fármaco indicado para el tratamiento de la PTI crónica en pacientes que no responden a tratamientos convencionales, como corticosteroides o inmunoglobulinas y esplenectomía. También se puede considerar eltrombopag como tratamiento de segunda línea en pacientes no esplenectomizados en los que la cirugía está contraindicada. En su opinión, “hay que tener en cuenta que se trata de una enfermedad que tiene cura en aproximadamente el 70% de los pacientes con los tratamientos convencionales, por lo que se trata de una alternativa cuando los tratamientos de primera línea no funcionan”.
GSK también presentó los últimos avances en el tratamiento de la leucemia linfocítica crónica (LLC), el tipo de leucemia más común en la población adulta. Se trata de un tipo de cáncer que afecta a la sangre y a la médula ósea. Esta enfermedad se caracteriza por una sobreproducción de células B que no están completamente maduras y, por lo tanto, no funcionan con normalidad, lo que resulta en el debilitamiento del sistema inmune del paciente.
Los pacientes con LLC refractaria, es decir cuando no responden al tratamiento, o tienen una progresión de la enfermedad en los seis meses siguientes tras recibir el último tratamiento, presentan resultados pobres a las terapias disponibles hasta ahora. De ahí la importancia de nuevos estudios y tratamientos que abran nuevas vías en el abordaje de esta enfermedad, como es el caso de ofatumumab, un nuevo anticuerpo monoclonal con un mecanismo de acción específico que actúa destruyendo de manera rápida y eficaz las células leucémicas. Su utilización ha mejorado significativamente las opciones terapéuticas de esta enfermedad al provocar que la respuesta inmune del organismo luche contra las células B normales y cancerígenas.
JANO.es · 17 Junio 2010
El descubrimiento apoya el uso de SCU como opción de tratamiento de la leucemia en adultos para los que no se ha encontrado un donante de médula o de sangre periférica compatible.
Los trasplantes de células de sangre de cordón umbilical (SCU) procedente de personas no emparentadas, no compatibles para uno o dos antígenos leucocitos humanos (HLA), tienen la misma efectividad que los trasplantes de células procedentes de otras fuentes, como la médula o la sangre periférica, en los adultos con leucemia.
Esta es la conclusión del estudio dirigido por científicos de la Universidad de Minesota, Estados Unidos, y publicado en la edición online de The Lancet Oncology, el primero que ha encontrado unas tasas de supervivencia libres de leucemia similares en adultos que se han sometido a trasplantes de médula, de células de sangre periférica y de SCU.
Estos descubrimientos apoyan el uso de SCU como opción de tratamiento de la leucemia en adultos para los que no se ha encontrado un donante de médula o de sangre periférica compatible. También en el caso en el que se requiera un trasplante con urgencia Solo el 50% tiene acceso a un donante
La mejor alternativa para los adultos con leucemia sin hermanos con HLA compatible es someterse a un trasplante de HLA compatibles de un donante adulto no emparentado con el paciente. Sin embargo, sólo el 50% de las personas de raza blanca tienen acceso en Estados Unidos a un donante con HLA compatible con el que no estén emparentados y la probabilidad de encontrar un donante compatible es incluso menor para los pacientes de otras razas.
Además, encontrar donantes adultos adecuados y obtener de ellos células madre puede costar meses. Como resultado, los trasplantes de células de sangre de cordón umbilical se han convertido en una alternativa cada vez más atractiva para el trasplante de células de sangre periférica (PBPC) o procedentes de la médula.
En la actualidad, el trasplante de células de SCU es el tratamiento estándar para la leucemia en niños sin hermanos donantes con HLA compatibles, pero no en adultos. Anteriores estudios del uso de la SCU en adultos habían conseguido resultados contradictorios y nadie había comparado los resultados tras el trasplante de las tres fuentes más comunes, para establecer cuál sería el tratamiento más efectivo de la leucemia en estos pacientes.
El equipo de investigadores dirigido por John Wagner, de la Universidad de Minnesota, en colaboración con científicos internacionales, analizó los datos de 216 centros de trasplante de todo el mundo, comparando los resultados de 165 casos de adultos de 16 años o más con leucemia grave que recibieron trasplantes de SCU, con 888 adultos que recibieron trasplantes de PBPC de donantes no emparentados con ellos y 472 pacientes que recibieron una donación de médula ósea de un donante que tampoco era de su familia. Examinaron también los efectos de la no compatibilidad de la HLA en estas tres fuentes de trasplante.
Después de dos años, la supervivencia libre de leucemia (LFS) fue similar en relación con las fuentes del trasplante. La situación de la enfermedad fue relacionada en los pacientes con la LFS de los pacientes que no estaban en completa remisión con más fallos de tratamiento que aquellos en completa remisión.
En general, los trasplantes de SCU se relacionaron con una tasa menor de enfermedad crónica y aguda del trasplante contra el huésped (GVHD). Adicionalmente, las muertes relacionadas con los trasplantes fueron significativamente mayores tras un trasplante de SCU que tras un trasplante de PBPC compatible o de médula.
Según estos autores, «estos resultados (de supervivencia o tasas de GvHD) son particularmente sobresalientes en vista del hecho de que el 70% de los trasplantes de SCU eran no compatibles a dos antígenos HLA».
En conclusión, los autores señalaron que, «en ausencia de un ensayo clínico randomizado, estos datos respaldan el uso de 4/6 HLA compatible de donante no familiar de SCU o 7/8 HLA compatible de donante adulto sin parentesco con el paciente en el tratamiento de adultos con leucemia aguda cuando un 8/8 HLA compatible de donante adulto no familiar no está disponible, y el uso de la SCU como terapia de primera línea cuando se necesita un trasplante urgente».
JANO.es · 16 Junio 2010
El abordaje de esta enfermedad hematológica fue debatido en un simposio celebrado en el marco del XV Congreso de la Asociación Europea de Hematología
El abordaje de la púrpura trombocitopénica inmune protagonizó uno de los simposios enmarcados en el XV Congreso de la Asociación Europea de Hematología, que se desarrolla estos días en Barcelona.
La púrpura trombocitopénica inmune (PTI) o idiopática es una enfermedad hematológica en la que el sistema inmunitario produce anticuerpos que destruyen las plaquetas del propio organismo. Se trata de una enfermedad rara, grave y a menudo crónica cuya causa específica se desconoce. Se estima que en la Unión Europea afecta a unas 50.000 personas y en Estados Unidos a unas 40.000.
El simposio, organizado por Amgen, reunió a especialistas internacionales que abordaron aspectos diversos como las nuevas formas de tratar la PTI, su impacto sobre la calidad de vida, el coste del tratamiento y la relación beneficio-riesgo del uso de los nuevos agonistas del receptor de la trombopoyetina (TPO).
El panel reunido coincidió en que cada caso de PTI es distinto y que el diagnóstico y tratamiento depende, en gran parte, de la experiencia del médico. No obstante, resaltaron la utilidad de las guías existentes, sobre todo el documento internacional de consenso publicado en Blood en octubre de 2009, que incluye entre sus novedades la recomendación de uso de los nuevos agonistas del receptor de la TPO en segunda y tercera línea de tratamiento.
Opciones terapéuticas
Según mostró el Dr. David Kuter, jefe de Hematología del Massachusetts General Hospital de Boston (Estados Unidos), como tratamiento inicial en pacientes recién diagnosticados de PTI, el documento de consenso propone corticoides como la dexametasona, la metilprednisona o la prednisona, además de inmunoglobulina anti-D e inmunoglobulina intravenosa. En segunda línea recomienda, además de la posible opción de la esplenectomía, el empleo de agonistas del receptor de la TPO u otros agentes como azatriopina, ciclosporina A, ciclofosfamida, danazol, dapsona, micofenolato mofetil, rituximab y alcaloides vinca. En tercera línea, cuando las terapias de primera y segunda línea han fracasado, se propone recurrir a agonistas del receptor de la TPO como opción de categoría A (opción de tratamiento con evidencia suficiente), y a otros fármacos como Campath-1H, combinaciones de terapias de primera y segunda línea, combinación de agentes quimioterápicos y trasplantes de células madre hematopoyéticas como opción de categoría B (datos mínimos y considerable toxicidad).
Los expertos resaltaron el papel que tienen los agonistas del receptor de la TPO como nuevo tratamiento de la enfermedad, entre ellos romiplostim, indicado para el tratamiento de la PTI en adultos esplenectomizados refractarios a otros tratamientos (inmunoglobulinas y corticoides) y como segunda línea de tratamiento en adultos no esplenectomizados en los que la cirugía está contraindicada.
Durante el simposio se preguntó al público asistente qué situación consideraba más importante a la hora de decidir tratar la PTI. El 73% opinó que la existencia de episodios hemorrágicos era la más importante, mientras que un 20% optó por el recuento de plaquetas. No obstante, el Dr. Adrian Newland, profesor de Hematología de la Queen Mary’s School of Medicine and Dentristy de Londres (Reino Unido), recordó que algunos estudios consideran clave iniciar el tratamiento cuando el recuento de plaquetas es bajo (menos de 30.000 por microlitro de sangre), ya que es cuando incrementa significativamente el riesgo de hemorragias que pueden comprometer la vida del paciente. “El objetivo es mantener un recuento plaquetario seguro con niveles mínimos de tratamiento”, recomendó. Al respecto, añadió que el riesgo de hemorragia intracraneal es mayor en ancianos, en pacientes con traumatismo craneal o en individuos que toman antiinflamatorios no esteroideos. Asimismo, a la hora de considerar qué pacientes requieren tratamiento, indicó que las personas de edad avanzada son las que presentan mayor riesgo de experimentar un episodio hemorrágico mortal (13% al año en mayores de 60 años).
El papel de romiplostim
Sobre el empleo del nuevo agonista del receptor de la TPO, se preguntó al público cuándo creía conveniente usarlo en relación con la extirpación del bazo. El 46% opinó que lo utilizaría tanto antes como después de la esplenectomía, el 29% después de ésta y el 17% antes. El Dr. Kuter explicó el mecanismo de este fármaco, que funciona incrementando y manteniendo el recuento de plaquetas sin tener efecto inmunosupresor, lo cual representa una novedosa estrategia terapéutica para la PTI. Romiplostim está diseñado para unirse al receptor de la trombopoyetina y estimular la producción de plaquetas. En este sentido, este especialista explicó que en el 75% de los pacientes con PTI se ha observado que no aumentan los niveles de trombopoyetina.
En estudios de fase III se ha comprobado que el fármaco incrementa el recuento de plaquetas tanto en pacientes esplenectomizados como no esplenectomizados, y que mantiene ese recuento elevado a largo plazo. Asimismo, se ha demostrado que aumenta la tasa de respuesta plaquetaria respecto a placebo y que reduce los episodios hemorrágicos.
El Dr. Aristoteles Giagounidis, jefe de la Unidad de Investigación en Hemato-Oncología del St. Johannes Hospital de Duisburg (Alemania), coincidió en que “los agonistas del receptor de la TPO cuentan en la actualidad con el mayor nivel de evidencia como tratamiento de segunda línea de la PTI” y, por lo tanto, tienen un papel clave a la hora prevenir hemorragias graves –en ocasiones mortales- entre las personas afectadas por esta enfermedad.
Fuente: JANO.es · 11 Junio 2010 09:20
La sangre de personas infectadas con el virus de inmunodeficiencia humana (VIH), causante del sida, puede utilizarse de forma segura para transfusiones de sangre, según un nuevo estudio médico presentado en Nairobi y que cita la prensa local. Leer más…
Según publicaron los investigadores en la revista Blood, la identificación de los cromosomas 3 y 7 como implicados directos en esta enfermedad permitirá en un futuro definir el tratamiento más indicado para cada paciente y así alcanzar curaciones y supervivencias más largas.
«A menos número de alteraciones, la enfermedad tendrá un comportamiento menos agresivo, mientras que a mayor número de alteraciones, peor pronóstico», explicó el máximo responsable del estudio, Francesc Solé, en un comunicado.
Solé añadió que la supervivencia de los pacientes, que normalmente oscila entre los 3 y 10 años, disminuye cuando se identifican ciertas alteraciones en diferentes cromosomas. Así, todas las alteraciones genéticas se traducen en términos de evolución o pronóstico de la enfermedad. Además, los investigadores han encontrado que los cromosomas 1,6,8,12 y 14 también son responsables de las diferentes evoluciones que registra la enfermedad.
Con una muestra de 330 pacientes, se trata del mayor estudio existente sobre esta enfermedad y ha sido realizado gracias a la colaboración de hematólogos, patólogos y citogenetistas de Alemania, Bélgica, España, Francia y Grecia, todos ellos miembros del Spleninc B-Cell Lymphoma Group.
Los linfomas esplénicos se localizan primariamente en el bazo y representan menos del 1% del total de linfomas no Hodgkin (el tipo más común). A pesar de ser poco frecuentes, el desconocimiento sobre esta enfermedad, el diferente comportamiento de un paciente a otro y las dificultades de tratamiento han llevado a este grupo de expertos a buscar el porqué de las diferencias.Barcelona, junio 2/2010 (Europa Press)
Las células madres obtenidas de sangre menstrual tienen potencial para revertir los daños ocasionados por un accidente cerebrovascular y podrían servir en el tratamiento de ciertas enfermedades, según estudio preliminar realizado en Estados Unidos.
La investigación, dirigida por la empresa Cryo-Cell Intenational en coordinación con la Universidad del Sur de la Florida, ha demostrado que estas células se pueden usar para tratar leucemia o linfomas, como en el caso de las que se obtienen del cordón umbilical, pero debido a la capacidad que tienen de diferenciarse en más tejidos también pueden tener potencial para tratar otras enfermedades», dijo a Efe Rolando García-Morales, director de asuntos médicos y clínicos de Cryo-Cell International.
Los expertos consideran que este tipo de células, conocidas como MenSCs (CRE, células regenerativas endometriales), ofrecen una fuente de células madre fáciles de obtener y renovables, además de no estar rodeadas de tantas polémicas.
Con los nuevos hallazgos, la Cryo-Cell International -empresa que se dedica a la recolección, almacenamiento e investigación de células madre- ha iniciado conversaciones con varias universidades en Estados Unidos para llevar a cabo al menos 18 estudios que permitan confirmar el potencial de esta fuente de células madre.
Los científicos descubrieron en estudios preclínicos que el trasplante de células regenerativas endometriales puede reducir significativamente las anomalías conductuales e histológicas y tener un efecto protector en las células cerebrales, al evitar el avance de la muerte celular experimentado durante una accidente cerebrovascular.
Tras inducir un accidente cerebrovascular, al privar de oxígeno y glucosa a ratas adultas, los investigadores les inyectaron sangre menstrual y descubrieron que los roedores que fueron expuestos a las MenSCs presentaron una tasa de mortalidad significativamente reducida. A los 14 días del trasplante y del accidente cerebrovascular las ratas mostraron mejoras tanto en las anomalías motoras como en las neurológicas, destacaron.
El estudio demostró que estas células tienen la capacidad de diferenciarse en células de tejidos de cartílago, tejidos cardíacos y neurológicos, células de la piel e incluso tiene una línea que permitiría la reproducción de algunas células sanguíneas.
«Estas células son muy fáciles de obtener y sin ninguna controversia y científicamente hasta hoy han demostrado que pueden dividirse en al menos nueve diferentes tejidos», precisó García-Morales. Otro de los beneficios citados es el hecho de que este tipo de células, a diferencia de las que se obtienen de un embrión, no producen tumores, agregó.
«En el caso de estas células, como son células de adulto, no hemos encontrado que tengan capacidad de inducir o convertirse en un tumor benigno o maligno a diferencia de las que se obtienen del cordón umbilical», explicó el especialista.
Los beneficios de las células madre derivadas de sangre menstrual se identificaron por primera vez en un estudio patrocinado por Cryo-Cell International en abril de 2008, de acuerdo con la empresa.
Fuente: Atlanta, mayo 18/2010 (EFE)
Cancer Cell, Volume 17, Issue 5, 427-442, 18 May 2010; 10.1016/j.ccr.2010.03.011
Fuente: JANO.es y agencias · 18 Mayo 2010 13:42