09/08/2019
El uso de Rituximab para el tratamiento de la trombocitopenia inmunitaria fue recibido con entusiasmo: condujo a tasas de respuesta de hasta el 60 %, lo que lo convirtió, hace casi 20 años, en la principal alternativa a la esplenectomía, con muchos menos efectos secundarios.
Sin embargo, los datos de seguimiento a largo plazo mostraron que solo el 20-30% de los pacientes mantuvieron la remisión. No se han registrado cambios significativos utilizando diferentes esquemas de dosis y tiempos de administración, mientras que la combinación con otros fármacos parecía prometedora. Se han observado mayores tasas de respuesta en mujeres jóvenes antes de la fase crónica, pero aparte de eso, aún faltan otros factores clínicos o biomarcadores predictivos de respuesta.
Rituximab, un anticuerpo monoclonal dirigido contra CD20, una glicoproteína de membrana expresada en la superficie de las células B, se introdujo para el tratamiento de los linfomas de células B a fines de la década de 1980.
En esta revisión examinamos el papel histórico y actual de Rituximab en el tratamiento de la trombocitopenia inmunitaria, 20 años después de su primer uso para el tratamiento de enfermedades autoinmunes.
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