El tratamiento con plasma sanguíneo puede desempeñar un papel clave en ayudar a atacar la epidemia del virus del Ébola en África, ha señalado la Organización Mundial de la Salud.
La Organización Mundial de la Salud está analizando formas de ampliar el empleo de este tratamiento a medida que la mortalidad asciende por la epidemia, la que se considera que ha producido por lo menos 3000 fallecimientos.
Se conoce al tratamiento como terapia convaleciente e implica reciclar plasma o sangre entera de pacientes que se restablecen de una infección vírica, con la esperanza de que esto pueda proporcionar una transfusión de anticuerpos contra el virus.
Un médico de Estados Unidos, Kent Brantly, recibió el tratamiento en Liberia cuando se infectó inicialmente con el virus.
Se restableció de la enfermedad en Estados Unidos pero sólo después de haber recibido también el fármaco experimental ZMapp.
La Organización Mundial de la Salud dijo que otro médico en el extranjero, infectado en Sierra Leona, también se está restableciendo después de recibir el tratamiento, y un segundo médico estadounidense se ha restablecido en Estados Unidos tras recibir una transfusión de plasma.
Un análisis de la Organización Mundial de la Salud hace referencia a un ensayo del tratamiento en 1995 en el Congo donde se restablecieron siete de ocho pacientes.
La Organización Mundial de la Salud señaló que emitiría una guía sobre el empleo del tratamiento.
En una declaración señaló: «Algunos compañeros y donadores están preguntando por estimaciones aproximadas de los recursos que se necesitan para apoyar la implementación rápida a una escala lo más amplia posible».
«Hay dudas en torno al número de personal necesario y sus necesidades de capacitación, riesgos de seguridad y cómo coordinarlos, capacidades de laboratorio y cómo mejorarlas, necesidades específicas de equipo e insumos, y lo que todo esto podría costar».
«Ya que los suministros iniciales de estos tratamientos serán inevitablemente limitados, también deben abordarse interrogantes en torno a cuáles grupos debieran tener un acceso prioritario».