El fármaco actúa directamente sobre la causa de la enfermedad, evitando daños irreversibles en los riñones. Cuanto antes se inicia el tratamiento con el medicamento eculizumab, mejores resultados clínicos se obtienen en pacientes con Síndrome Hemolítico Urémico atípico (SHUa), una enfermedad ultra-rara con complicaciones tan graves como un fallo renal, un ictus, que los órganos vitales dejen de funcionar o incluso la muerte. Lo han comprobado dos ensayos clínicos internacionales publicados en The New England Journal of Medicine.
El SHUa es una enfermedad ultra-rara causada por una activación crónica e incontrolada del sistema inmune primario (el sistema del complemento). Su principal consecuencia es la formación de microangiopatía trombótica (MAT), es decir, un riesgo continuado de trombos que puede causar daños repentinos y catastróficos en cualquier órgano vital. El riñón es el principal órgano afectado; casi el 70% de los pacientes necesita diálisis, tiene daño renal permanente o muere dentro del primer año desde el diagnostico. Pero aunque sea lo más evidente, también puede afectar al cerebro, al corazón o a los pulmones.
También es una de las pocas enfermedades ultra-raras con un medicamento efectivo que actúa directamente sobre su causa. Gracias a ello, evita la MAT mediada por la activación del sistema del complemento y es capaz de revertir el daño en órganos vitales, incluida una mejora de la función renal a largo plazo y una recuperación sustancial del riñón.
Según el principal autor de estos ensayos clínicos, el Dr. Christophe Legendre, Profesor de Nefrología de la Universidad Descartes y del Hospital Necker de París, «eculizumab es un avance decisivo en el abordaje tratamiento del SHUa. Con este medicamento autorizado, efectivo y avalado por la clínica, el diagnóstico es más urgente que nunca, y el tratamiento debería iniciarse lo más rápido posible en los pacientes».
Los expertos insisten de nuevo en que «el diagnóstico precoz es vital». Según el Dr. Manuel Praga, jefe de Nefrología del Hospital 12 de Octubre (Madrid), «el SHUa amenaza la vida del paciente con consecuencias devastadoras, incluida la muerte, y las posibilidades de recuperar funciones de modo importante se pierden cuanto más días pasan sin tratamiento».
«Antes o después los pacientes de SHUa se enfrentan a la necesidad de un trasplante renal», afirma el Dr. Josep Maria Campistol, Director del Instituto Técnico de Nefrología y Urología del Hospital Clínic. Pero «los sometidos a trasplante con frecuencia presentan una recurrencia de la enfermedad en el riñón trasplantado, con el consiguiente rechazo del nuevo órgano». La tasa de fracaso en el trasplante en estos casos es de aproximadamente un 90%.
Asimismo, para este grupo de pacientes que han perdido por completo su función renal y que necesitan diálisis, la aprobación de un medicamento como eculizumab ha supuesto disponer de una opción terapéutica que les permite poder optar a un trasplante de riñón.
Principales resultados
Los resultados publicados en NEJM (N Engl J Med 2013; 368:2169-2181) se basan en dos ensayos clínicos prospectivos, multicéntricos de fase II con pacientes de SHUa tratados con eculizumab durante 26 semanas -posteriormente, en una fase más amplia de ambos estudios, los pacientes se analizaron una media de 62 y 64 semanas respectivamente.
En el primer ensayo clínico participaron 17 pacientes con un recuento bajo de plaquetas y daño renal con evidencia clínica de MAT progresiva. El segundo estudio incluyó a 20 pacientes con insuficiencia renal crónica y uso prolongado de recambio de plasma.
En ambos, eculizumab redujo significativamente la MAT causada por la activación del sistema del complemento. Además, en el primer estudio el recuento de plaquetas aumentó de forma significativa y en el segundo el 80% de los pacientes quedaron libres de episodios MAT.
También se obtuvieron resultados concluyentes en otras variables. Así, el tratamiento con eculizumab mejoró sustancialmente los resultados renales y se asoció con un aumento continuado del índice de filtrado glomerular -que mide la función renal y la capacidad de los riñones de filtrar la sangre y de generar la orina. En el primer ensayo clínico, el 80% de los pacientes que necesitaban diálisis al empezar el tratamiento con eculizumab la interrumpieron, permaneciendo libres de ella durante toda la terapia con este medicamento.
Además, el 65% y el 45% del primer y segundo estudio, respectivamente, mejoraron su función renal durante la fase más amplia de ambos trabajos, al menos hasta el estadio inicial de enfermedad renal crónica. Los autores comprobaron que cuanto más temprano se iniciaba la terapia con eculizumab, más mejoraba la función renal; lo cual sugiere que cuanto más precozmente se inicia esta terapia mejores resultados clínicos se obtienen en los pacientes y mayor es la capacidad de revertir los daños orgánicos derivados del SHUa.
JANO.es · 29 Octubre 2013 13:58