Un estudio piloto para la aplicación de las células madre en el tratamiento de la artrosis de rodilla, la más frecuente de las enfermedades reumáticas, se inició en el Instituto de Hematología e Inmunología (IHI) del Ministerio de Salud Pública, y luego de su aplicación en 21 pacientes los resultados se muestran «promisorios».
El proceder consiste en la obtención de células madre de la médula ósea del propio paciente, que se realiza como si fuera una donación de sangre convencional, y se administra mediante una inyección percutánea directamente en la cavidad articular de la rodilla enferma.
Las células madre, gracias a su capacidad de diferenciarse (transformarse) en cualquier tipo de célula, pueden regenerar tejidos dañados por diversos tipos de enfermedades, como consecuencia de algún traumatismo, o simplemente por envejecimiento. De ahí el surgimiento de la llamada Medicina Regenerativa a comienzos de la década de los 80 del pasado siglo.
El Doctor en Ciencias Porfirio Hernández Ramírez, coordinador del Grupo Nacional de Medicina Regenerativa del Ministerio de Salud Pública, informó a Granma que este proceder lo realizan facultativos del IHI con la colaboración de profesionales del Hospital General Docente Enrique Cabrera y el Instituto de Medicina Deportiva.
El científico, quien es también vicedirector de Ciencia y Técnica del IHI, indicó que de los 21 pacientes atendidos hasta el momento, en los que han tratado 31 rodillas, diez de ellos cumplieron más de tres meses de evolución, en todos se ha producido una disminución en la intensidad del dolor que genera la artrosis y en un 70% de ellos ha desaparecido totalmente.
También se observan, dijo, «mejorías promisorias en las estructuras de la rodilla» de acuerdo con los estudios radiográficos y ultrasonográficos, y en ningún caso se han presentado efectos adversos secundarios al tratamiento.
Para los especialistas estas evaluaciones resultan «muy estimulantes», pues aportan evidencias de que el método empleado es factible, simple, seguro, económico y de mínima invasión. Sin embargo, aclaró que para poder llegar a conclusiones definitivas en cuanto a los beneficios reales que puede comportar este proceder terapéutico, habrá que esperar por la evaluación de un mayor número de pacientes.
La artrosis o enfermedad degenerativa de las articulaciones, conocida también como osteoartrosis, afecta fundamentalmente las manos, las caderas y las rodillas. Esta dolencia, que suele aparecer de manera gradual y progresiva, se hace evidente aproximadamente en el 10% de las personas mayores de 60 años, cuando la capa protectora situada en los extremos de los huesos, el cartílago (una especie de almohadillado), se desgasta y los huesos subyacentes empiezan a rozar entre sí.
A comienzos del siglo XXI, los especialistas consideran que el tratamiento de la artrosis de rodilla continúa siendo un «verdadero desafío terapéutico».
Fuente: Granma Internacional