Los trasplantes de médula ósea no sólo salvan la vida de los niños con leucemia linfocítica aguda sino que también pueden curar las alergias a los cacahuetes. Según un estudio presentado durante la Reunión Científica Anual sobre Inmunología del Colegio Americano de Alergia, Asma e Inmunología (ACAAI, en sus siglas en inglés), un niño de 10 años de edad ya no tenía alergia al cacahuete después de someterse a un trasplante de médula ósea.
«Se ha informado que la médula ósea y los trasplantes de hígado pueden transferir la alergia al maní, del donante al receptor –dijo el especialista en alergias Luo Yong, miembro de ACAAI y autor principal del estudio–. Sin embargo, nuestra investigación encontró un caso raro en el que un trasplante parece haber curado al destinatario de su alergia».
El niño fue diagnosticado a los 15 meses de edad con una alergia al cacahuete después de sufrir urticaria en todo el cuerpo y vómitos tras su ingesta. A los 10 años, se sometió a un trasplante de médula ósea para la leucemia de un donante sin alergias conocidas y, poco después, el niño parecía no tener alergia a los cacahuetes, como se publica en ‘Annals of Allergy, Asthma & Immunology’.
Alergólogos lo confirmaron con una prueba de provocación oral, que sólo se debe hacer en el consultorio de un alergista, donde el niño se comió un poco de cacahuete y no mostró ninguna reacción alérgica. «La alergia alimentaria está asociada con la producción anormal del cuerpo de altos niveles de IgE específicos», señaló Steven Weiss, también miembro de ACAAI y autor del estudio.
«La modificación genética durante las primeras etapas de desarrollo de las células inmunes en la médula ósea puede jugar un papel importante en la causa de la alergia», agregó este experto.
La alergia al cacahuete es uno de los tipos más comunes de las alergias alimentarias, situándose como el alérgeno más prevalente entre los niños en edad escolar en Estados Unidos y afectando a alrededor de 400.000 menores, además de que dura toda la vida, según ACAAI, cuya reunión anual se celebra en Baltimore, Maryland, Estados Unidos, hasta el 11 de noviembre.
Los niños con alergia al cacahuete siempre deben llevar consigo epinefrina prescrita y si los padres piensan que su hijo ya no tiene alergia, se le debe realizar una prueba apropiada por parte de un alergista certificado para confirmar si el niño sigue siendo sensible a los alérgenos específicos.
«Las alergias alimentarias son graves y pueden causar una reacción grave y potencialmente mortal llamada anafilaxia», resaltó el doctor Weiss. «Es importante estar bajo el cuidado regular de un especialista en alergias que pueda realizar las pruebas adecuadas y administrar el tratamiento», agregó.
MADRID, 8 Nov. (EUROPA PRESS)