El análisis de ADN predice mujeres con más riesgo de cáncer de cérvix

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El uso de pruebas basadas en ADN y ARN que detectan el virus de papiloma humano (VPH) dan una mayor precisión y captan a un grupo mayor de mujeres con riesgo de cáncer de cérvix en comparación con la citología, que es buena, pero inferior.

Actualmente, existen técnicas capaces de medir el ADN o ARN (ácido ribonucleico) del virus de papiloma (VPH) en las mujeres y sus resultados aportan información adicional acerca de qué tipo del VPH está presente en la paciente, según Silvia de Sanjosé, presidenta de la Sociedad Internacional de Virus de Papiloma y jefa de departamento del Programa de Investigación Epidemiológica del Cáncer en el Instituto Catalán de Oncología, que participó en el Congreso de la la Asociación Española de Patología Cervical y Colposcopia (AEPCC), celebrado en Las Palmas de Gran Canaria. “El uso de las pruebas que detectan el VPH dan una mayor precisión y se capta a un grupo mayor de mujeres en comparación con la citología, que es buena pero es inferior.

Reducir terapias agresivas
Actualmente, las nuevas técnicas detectan mujeres con mayor riesgo de padecer cáncer de tracto genital inferior. “Identificar a mujeres que puedan tener más riesgo y hacerlo en el momento adecuado evitará tener que aplicar tratamientos más agresivos. Si lo podemos hacer en estadios precoces se trata con cirugías menores y con mayores posibilidades de eliminar la enfermedad”.

En varias comunidades autónomas, como Cataluña, Aragón o País Vasco, ya se ha aplicado una nueva técnica de detección precoz que se lleva a cabo en dos pasos.” En un primer momento identificamos a una mujer portadora de la infección, si la prueba detecta la infección se realiza una citología para comprobar el grado de afectación. En la mayoría de los casos el sistema inmune del organismo cura la infección”.

Controlar la infección
Los especialistas se preguntaron qué más se podía hacer para que, además, de detectar la infección se pudiera analizar quién va a mantener la infección por VPH y, por tanto, sufrir un alto riesgo de desarrollar células precancerosas. “Estar infectado no quiere decir estar enfermo. En un segundo paso miramos si, además, de la infección hay algún signo claro de que la mujer tenga alguna alteración de las células”.

En definitiva, lo que se busca con la implantación de estas novedosas estrategias de doble nivel es completar el esquema de decisión y ver qué mujeres tienen un alto riesgo de desarrollar el cáncer. A través de ella “ganamos precisión y tiempo con el uso de pruebas moleculares. De hecho, varios estudios han demostrado que se ha mejorado en la detección de la enfermedad”.

Aún así, Sanjosé indica que en España hacen falta más estudios a largo plazo para monitorizar los cambios de protocolo y ver el impacto que las nuevas pruebas pueden generar. “Mi gran preocupación es que seamos capaces de evaluar y saber monitorizar lo que hacemos”.

Desde el Instituto Catalán de Oncología, “trabajamos en los modelos económicos y el impacto en la población de estos cambios.Los elementos los tenemos, vacunas y pruebas clínicas para prevenir la gran mayoría de estos casos”.
Diciembre 2/2016 (diariomedico.com) Fuente: Noticias de Salud Al Día